Orinales, botijos, pimenteros, brujas, confituras, carrozas fúnebres… Visitamos los museos más originales y curiosos de España.
Texto: JAVIER VARELA
Los museos de todo el mundo se llenan de turistas ansiosos por deleitarse con sus obras. En España el Museo Reina Sofía es el que más visitas tuvo en España el pasado año, con 3,8 millones, seguido del Museo del Prado, con 2,8 millones, y el Guggenheim, con 1.322.611 visitantes. El Teatro Museo de Dalí de Figueres, con 1.207.149 de visitas, el Museo Thyssen-Bornemisza con 850.496 y el Museo Picasso Málaga, con 635.891 personas completan el ranking de los museos españoles más visitados.
Pero no todo son grandes obras de arte ni enormes pinacotecas en las que deleitarse. Existen muchos museos, muestras y exposiciones en los que disfrutar de colecciones originales como orinales, botijos, pimenteros, brujas, carrozas fúnebres… Lugares que cuentan con auténticas joyas de arte pero que pasan desapercibidos para muchas personas.
Museo submarino (Lanzarote)
Para visitar el Museo Atlántico de Lanzarote hay que ponerse un neopreno, unas gafas, un tubo y una botella. Los amantes del buceo o el esnorkel podrán disfrutar del primer museo de arte submarino de toda Europa que contiene en sus 2.500 metros cuadrados de extensión obras inspiradas en los habitantes de la isla y que han sido realizadas por el artista Jason de Caires Taylor en hormigón de pH neutro. Este material permitirá que, con el transcurso del tiempo, incremente la biomasa marina y la reproducción de las especies de la isla canaria.
El museo aspira a crear un fuerte diálogo visual entre arte y naturaleza y fue diseñado con un enfoque conservacionista para generar un arrecife artificial a gran escala, desde sus primeras instalaciones, en 2016, ya ha logrado un considerable incremento en los índices de diversidad y abundancia de especies, siendo frecuentado actualmente por tiburones ángel, bancos de barracudas y sardinas, pulpos, esponjas marinas y la ocasional raya mariposa.
El museo está ubicado en la Bahía de Las Coloradas en Playa Blanca, en el municipio de Yaiza, a 12 metros de profundidad. Además, El 2 por ciento de los ingresos del Museo Atlántico estará destinado a proyectos de protección, estudio y divulgación de la vida en el medio ambiente marino de Lanzarote y Canarias. Más información.
Museo de carrozas fúnebres (Barcelona)
Que nadie espere un sitio tétrico sino un espacio en el que se hace un homenaje a los muertos y a su último traslado. La Colección de Carrozas Fúnebres fue inaugurada en el año 1970 y en 2012 fue trasladada al Cementerio de Montjuïc. El Museo cuenta con 13 carrozas y 6 carruajes que van desde lo más ostentoso a ejemplos mucho más humildes.
Entre las carrozas destacan cinco por su originalidad, valor artístico y representatividad cultural de la época. La carroza gótica, de finales del siglo XIX, cuenta con el color morado como rasgo característico. Luego está la Grand Doumont, creada en París por la casa Cellini en el siglo XVIII y destaca por el tiro con seis caballos. La Imperial suponía la culminación del lujo al servicio de las vanidades y su último sepelio fue el del alcalde de Madrid Enrique Tierno Galván en 1986. La carroza estufa, del siglo XVIII, destaca por dejar la caja cerrada con cristales grandes y costosos. Por último, el coche usual de las primeras décadas del siglo XIX, llamado popularmente araña, y que en función de los caballos que tiraban de ella, de los tejidos de los enlutados, los adornos y los añadidos, se podía volver más o menos lujosa.
El objetivo de la Colección de Carrozas Fúnebres es explicar los sepelios con carrozas hasta la aparición del automóvil y su progresiva desaparición, así como promover el conocimiento y la valoración del ritual funerario y de las carrozas, su técnica y simbología, a la vez que trata la muerte de una forma natural, próxima y pedagógica. La entrada es gratuita. Más información.
Museo Tiflológico ONCE (Madrid)
El Museo Tiflológico, inaugurado el 14 de diciembre de 1992, tiene la peculiaridad de ser el primer museo en España concebido para que los usuarios puedan ver y tocar todo lo expuesto. Está pensado fundamentalmente para uso de ciegos y deficientes visuales, pero por el contenido de sus fondos y el valor didáctico y documental de muchas de las piezas que en él se muestran, resulta de interés general.
El colorido de las paredes, la iluminación y otros elementos arquitectónicos tienen como finalidad facilitar la orientación dentro de las salas a las personas con problemas visuales. Asimismo, se ha instalado un sistema automatizado que proporciona información sonora, tanto a la entrada como en el acceso a cada sala y permite a cualquier usuario saber, en todo momento, el lugar del Museo donde se encuentra. Los planos en relieve, colocados en las dos plantas de que consta el Museo, proporcionan información sobre su distribución.
El Museo se encuentra distribuido en tres grandes áreas: salas de maquetas de monumentos españoles y extranjeros, salas de obras de artistas ciegos y deficientes visuales y sala de material tiflológico. Más información.
Museo de las Brujas (Zugarramurdi)
Gran parte de los visitantes llegan a Zugarramurdi atraídos por las historias y leyendas que fueron surgiendo en torno al proceso inquisitorial de 1610 por el que 21 personas fueron acusadas de delitos menores y 11 condenadas a la hoguera (6 en persona y 5 en efigie, junto con sus restos mortales. Este hecho provocó que Zugarramurdi se ganara el popular sobrenombre de ‘Pueblo de las Brujas’. Con la intención de dar a conocer lo que sucedió en Zugarramurdi, esta localidad navarra ha rehabilitado su viejo hospital para instalar en él el Museo de las Brujas de Zugarramurdi.
Este espacio museístico quiere ser un lugar donde perpetuar la memoria histórica y mostrar al visitante cómo era la vida cotidiana de los hombres y mujeres, que fueron víctimas de una ola de pánico brujeril. El Museo cumplió su décimo aniversario el pasado 20 de julio y lo celebró con la renovación de la sala dedicada a la mitología vasca.
Se trata de un espacio de duelo y recuerdo, un lugar donde contar interesantes historias, en su contexto, con sus matices de luz y oscurantismo, de forma rigurosa pero también amena y apasionante. Rompiendo con la imagen folklórica de las brujas, se quiere dar paso a esa otra realidad de unas mujeres y unos hombres acusados de cosas inverosímiles, envueltos en relatos fantasiosos, y finalmente quemados en una hoguera. Imprescindible visitar la Cueva de las Brujas, el paraje donde supuestamente se celebraban los akelarres. Más información.
Museo del Bandolero (Ronda-Málaga)
Ronda es tierra de bandoleros y por eso le han dedicado un Museo en la localidad malagueña. Ubicado en una casa típica centenaria, este espacio expone sus mitos y leyendas, tradiciones, objetos de uso cotidiano, la indumentaria y otros muchos aspectos de una realidad de ricas implicaciones dentro de la cultura, tradiciones y artes populares.
El Museo, inaugurado el siete de mayo de 1995, está considerado como el centro de mayor información sobre esta temática. Dentro de su instalaciones cuenta con 1.390 objetos entre libros, armas, documentos, vestuario, grabados, litografías, sellos oficiales, prensa de la época, romanceros, fotografías, barros Malagueños, óleos, acuarelas, cómic, cromos, películas y escenificaciones. Una gran labor de recopilación que sin duda ha sido fruto un largo periodo de investigación por todo el territorio Nacional y que no hubiera sido posible reunir de no ser por la investigación en distintos ayuntamientos, iglesias, y propiedades particulares llevada a cabo por los miembros del Museo del Bandolero.
La colección y todo su material está divido en varias salas temáticas en las que se profundiza sobre viajeros románticos y documentación, vivir el Bandolerismo, Los hombres y los nombres, los que siguieron el rastro y Armas y testimonios escritos. Más información.
Museo de la Confitura (Torrent – Girona)
Un limonero, como desvela su creadora Georgina Regàs, tiene la culpa de que hace 13 años surgiera la idea de crear un espacio en el que las confituras y las mermeladas fueran las protagonistas. La cosecha de limones terminó en zumos, cremas, sorbetes y tartas, hasta que empezaron a elaborar mermelada. A partir de ahí entró en un mundo que desconocía por completo y que le fascinó por las muchas posibilidades que tenía. Un viaje al Museo del chocolate en Biarritz la inspiró para crear su propio espacio en Torrent (Girona), junto a Janni Figueras del Mas y al químico Pere Castells. Juntos crearon un sitio donde visitantes descubren los secretos de las mermeladas y de las confituras además de ofrecer otras sorpresas durante el año.
En el Museo se ofrecen mermeladas y confituras de frutas y verduras de temporada y se pueden encontrar las clásicas de frutas como melocotón, limón, naranja, fresa… hasta algunas tan curiosas como de aceitunas negras y verdes, de alga nori, de judías blancas con granada, de nabos negros y miel y de espárragos.
Generalmente, las confituras están asociadas al desayuno o a la merienda, pero cada vez más se ha aprendido a maridarlas con platos de cocina por lo que el Museo ofrece también libros que sirven de guía para acompañar la mermelada con platos de carne o pescado, o combinarlas con aperitivos, ensaladas, quesos, foie, postres… El Museo ofrece la posibilidad de buscar, probar, imaginar, aprender y disfrutar de las mermeladas y confituras, así como los beneficios que tienen. Por ello, el carácter didáctico del Museo es uno de sus pilares a través de cursos, charlas y talleres en los que cualquiera pude marcharse de allí con su propia confitura. Más información.
Museo de saleros y pimenteros (Guadalest – Alicante)
El museo de Saleros y Pimenteros del municipio alicantino de Castell de Guadalest tiene un hermano mayor en Tennessee, Estados Unidos. Su propietaria es la misma persona, Andrea Ludden. Una arqueóloga que se aficionó a los saleros y pimenteros en sus viajes por el mundo desde 1958. El museo consta de más de 20.000 piezas originales de todo el mundo, muchas de ellas sacadas de anticuarios, y hay piezas originales de 1800 hasta la actualidad y sigue un orden temático.
Aunque todos tenemos en casa uno, en el Museo se pueden encontrar todo tipo de saleros y pimenteros y con una gran variedad de formas y colores. De hecho, en la colección hay algunos con forma de pájaro, de toros, de perros, de gallinas y de gatos. Pero hay mucho más como astronautas y algunos electrodomésticos. Con algunos de ellos se pueden formar imágenes tradicionales de algunos países.
Además, hay que destacar que alguno de ellos se mueve, se pueden colocar en la nevera –ya que son magnéticos- y con tamaños muy diferentes. Por si fuera poco, se pueden encontrar en la muestra una variedad de molinillos de pimienta de un metro. Más información.
Museo del Botijo (Castillo-Palacio de Toral de los Guzmanes – León)
El Museo del Botijo de Toral de los Guzmanes alberga la mayor colección de botijos del mundo, que entró a formar parte del libro Guiness de los Records en 1997 por poseer en aquel momento 2000 botijos, cifra que actualmente alcanza los 3000. Datados desde el 1750 el más antiguo hasta nuestros días, la colección pertenece al riojano Jesús Gil Gibernau, cedida al ayuntamiento de la localidad leones, para crear el Museo del Botijo, ubicado en el interior del Palacio de los Guzmanes, construcción única y singular, hecha en tapial del S.XIII.
Con este museo se quiere contribuir al conocimiento de una actividad artesanal y artística de gran importancia en nuestro país, y en especial, a mantener vivo el recuerdo al botijo, un objeto típico y arraigado de la cultura española, que dejó de existir por ‘culpa’ de la nevera. En el Museo está representadas todas las provincias de España y aunque generalmente está hecho en barro cocido, puede ser de varios colores, tamaños, formas, materiales y con decoraciones diversas.
La colección, que se ha ido adquiriendo por compra directa, en subastas o por internet, y con donaciones de particulares entre los que destacan algunas joyas como el botijo trampa, del cura, nevera, de novia, de pozo, maricona o antropomorfos. Sin duda una colección para ‘enamorarse’ del botijo. Más información:
Museo del Orinal (Ciudad Rodrigo – Salamanca)
Lo que comenzó como un regalo de broma original y simpático terminó siendo una colección que ha permitido abrir un museo en 2006 gracias al tesón de su fundador, Jose Mª del Arco Ortíz. Antes de recalar en Ciudad Rodrigo (su ciudad natal) la muestra estuvo itinerante por distintas ciudades de España y Portugal y se fue ampliando gracias a los regalos de cumpleaños, del día del padre, santos…
En la actualidad posee unas 1300 piezas de 27 países y diversos materiales como latón, porcelana, barro, cerámica, latón hojalata o aluminio y las fechas de procedencia son desde el siglo XIII al XX. El Museo tiene orinales de distintos tamaños y formas, ninguno repetido, y reflejan el poder adquisitivo de las ilustres posaderas que en su momento los usaron. Ricos y pobres han tenido que usarlos a lo largo de los años incluyendo el que de niño usó el actual Obispo de Ciudad Rodrigo o los orinales de barro de un convento de clausura.
El visitante también podrá contemplar una colección de 130 escupideras usadas en hospitales, cantinas, dentistas o escaleras de vecinos. Más información.
Museo Microminiaturas (Guadalest – Alicante)
El Museo de miniaturas de Guadalest es posible gracias a Manuel Ribera Girona, Manuel Ussà, escultor y autor de todas las obras de la muestra. Se trata de una exposición de objetos minúsculos que van desde la Estatua de la Libertad dentro del ojo de una aguja, a la Maja Desnuda de Goya pintada en el ala de una mosca, pasando por las Meninas de Velázquez en un grano de maíz o una escultura de un elefante modelado en los ojos de un mosquito.. En él podemos ver trabajos realizados en los ojos de un mosquito, en cabellos, en granos maíz o de arena. También se encuentran obras realizadas en fósiles, raspas de pescado, panales de abejas, minerales, plumas y huesos.
Manuel Ussa coge una pulga, la viste de ciclista y utiliza una semilla como si fuera un circuito, donde la pulga se está paseando. Para sus obras utiliza animales como pulgas, hormigas, saltamontes, caracoles, mariquitas, escarabajos, moscas, mosquitos o mariposas.
Junto a este Museo está el Museo Microgigante, que contrasta lo pequeño con lo grande y en el que se pueden ver una plaza de toros en la cabeza de un alfiler, Las Tres Gracias de Rubens talladas en la punta de un lápiz y un autorretrato de Manuel Ussà tallado en un grano de arena -posiblemente el autorretrato tallado en piedra, más pequeño del mundo-. Junto a otras numerosas obras en miniatura, contrastan las grandes esculturas que integran el arte micro-gigante del autor. Más información.