España posee un enorme patrimonio en materia de cuevas, con El Soplao, Valporquero, Drach o Nerja como algunos de sus más bellos y sorprendentes enclaves geológicos.
TEXTO: JOSÉ MANUEL ANDRÉS
Playas paradisíacas, montañas de vértigo, ciudades milenarias… La oferta turística de España es casi inabarcable y alcanza también ámbitos geográficos a priori más desconocidos, como son las cuevas, pues la península ibérica cuenta con algunos de los paraísos subterráneos más valorados de todo el planeta.
Cueva de El Soplao
A 83 kilómetros de Santander, en un enclave privilegiado, situado en la sierra cántabra de Arnero, sobre los Picos de Europa, el valle del río Nansa y el Cantábrico, se encuentra la Cueva de El Soplao, un espacio natural único en todo el mundo por su amplísima variedad de formaciones geológicas -estalactitas y estalagmitas-.
Cuatro de los alrededor de 20 kilómetros de longitud están actualmente abiertos al público y la cueva está adaptada para la visita de personas con movilidad reducida, pues el recorrido íntegro se puede realizar actualmente en silla de ruedas.
Fue descubierta en 1908 por mineros que trabajaban en la explotación de la mina de zinc de La Florida, una actividad de extracción del mineral que ha dejado su profunda huella en la cueva y su entorno a través de un gran patrimonio de arqueología industrial minera, con un complejo entramado de galerías y hornos de calcinación, lavaderos y talleres de época en el espacio exterior.
Cueva de Valporquero
Situada en el norte de la provincia de León, a 47 kilómetros de la capital y junto a la localidad de Valporquero de Torío, a más de 1.300 metros de altitud, se localiza la Cueva de Valporquero, abierta al público y gestionada por la Diputación Provincial de León desde 1966. A lo largo de un kilómetro y medio de longitud se presentan hasta siete salas diferentes: ‘Pequeñas maravillas’, ‘Gran Rotonda’, ‘Hadas’, ‘Cementerio estalactítico’, ‘Gran vía’, ‘Columna solitaria’ y ‘Maravillas’, que permanecen a una temperatura constante de 7 grados centígrados.
La cueva ofrece hasta tres modalidades de visita turística: un recorrido por las cinco primeras salas de alrededor de una hora de duración, un itinerario largo que pasa por las siete salas y se extiende durante un periodo de tiempo de entre una hora y media y casi dos horas y por último, una visita denominada ‘Valporquero Insólito’, orientada a grupos reducidos y que permite disfrutar al completo del patrimonio geológico de la gruta.
Valporquero cuenta además con una sorpresa extra, pues dispone de un curso de aguas subterráneas que hace las delicias de los amantes de la espeleología y el barranquismo, una actividad de aventura única que además recibió en 2019 el reconocimiento del Premio al Mejor Producto Nacional de Turismo Activo de la Feria Internacional de Turismo (FITUR).
Cuevas del Drach
La isla de Mallorca cuenta con un conjunto de cuatro cuevas situado en el municipio de Manacor, junto a la localidad de Porto Cristo. Se trata de las Cuevas del Drach, un enclave geológico horizontal de algo más de 2.000 metros de extensión y una profundidad de hasta 25 metros que guarda en su interior la sorpresa del Lago Martel, uno de los mayores lagos subterráneos del mundo, que puede ser cruzado a bordo de una barca y junto al que se ofrecen repertorios de música clásica diarios, interpretados por un cuarteto de músicos que tocan dos violines, un clave y un chelo.
La indudable belleza de este enclave está resaltada además por el proyecto de iluminación que en su día diseñó el ingeniero catalán Carles Buïgas y que incluye la proyección del espectáculo ‘Amanecer en el lago’.
Cueva de Nerja
Descubierta en 1959 por cinco jóvenes de la zona y situada en Maro, una pedanía del municipio malagueño de Nerja, alberga en su interior un tesoro prehistórico de incalculable valor, pues sus pinturas rupestres de focas, hechas por neandertales, podrían ser una de las más antiguas manifestaciones artísticas conocidas.
Un año después de su hallazgo fue acondicionada para permitir visitas turísticas y ya en 1969 se descubrió a través de un estrecho paso dos nuevas zonas de formaciones geológicas de enorme belleza, las galerías altas y las galerías nuevas, que no están abiertas a las visitas.