Tras dos años de pandemia las procesiones de Semana Santa volverán a recorrer las calles de toda España para el disfrute de los más devotos.
TEXTO: SARA RUBIO
El incienso, las torrijas, el potaje, las rosquillas de palo… olores típicos que nos transportan irremediablemente a Semana Santa. Pero si hay algo característico de esos días son las procesiones. Imponentes pasos que salen a la calle en esas fechas señaladas para el disfrute de los más devotos y para conmemorar la pasión, muerte y resurrección de Jesús.
Este año, además, con especial ilusión porque será la primera vez tras dos años de pandemia que las distintas hermandades pueden disfrutar de ver salir a sus tallas de la iglesia. Procesiones curiosas, diferentes, históricas, multitudinarias, ‘eternas’…
Procesión de las Capas Pardas (Zamora)
Zamora es una de las ciudades que conserva intacto el espíritu de la Semana Santa castellana. Una de las procesiones más destacadas es la de la Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo del Amparo, conocida popularmente como las ‘Capas Pardas‘, ya que el hábito que llevan los cofrades es la capa alistana, que llevaban antiguamente los pastores de esa zona. Se celebra el Miércoles Santo.
Portan al Cristo en unas sencillas andas adornadas únicamente por una calavera a sus pies, cardos y cuatro candelabros a cada extremo. Todo el mundo está en silencio y con música fúnebre, un ambiente que invita a la oración y a la reflexión.
El momento más importante llega cuando la imagen se recoge en su iglesia de San Claudio de Olivares. Se le despide con el canto del Miserere, un momento que provoca las lágrimas de emoción en muchos asistentes.
Danza de la muerte (Verges, Girona)
Se celebra cada Jueves Santo a las 17:00 horas de la tarde. En ella, diez esqueletos salen a la calle y recorren el pueblo durante dos horas mientras van buscando las imágenes que más tarde forman la procesión y continúa a las diez de la noche con la representación del Misterio de la Pasión en la plaza. A los cinco ‘personajes’ se acompañan del sonido rítmico y repetitivo del tambor y la tenue iluminación de las antorchas. El capdanser abre y guía el baile, dando vueltas sobre sí mismo con una gran guadaña, el banderer lleva una bandera negra y va acompañado de otros dos esqueletos que llevan sendos platillos de ceniza en las manos y, un último esqueleto lleva un reloj que simboliza la llegada de la muerte. Todo ello con la iluminación de la calle Caragols con lámparas de aceite construidas con conchas de caracol.
El origen de la tradición se encuentra en el XIV (en la Alta Edad Media) cuando el pueblo sufrió un brote de peste que fue interpretado como un castigo divino por no realizar celebraciones de la Semana Santa. Por ello, los esqueletos salen cada año a recordar que la vida es muy corta.
Las Turbas de Cuenca
La Semana Santa de Cuenca está declarada de Interés Turístico Nacional. El nombre de la procesión de Las Turbas hace referencia las burlas que recibió Jesucristo en el vía crucis camino de su crucifixión, que se escenifican mediante clarines desafinados, y roncos tambores. Lo más representativo son las ‘palilladas’, cientos de personas chocan unos palillos junto al paso para impedir que la procesión avance.
Está compuesta por las hermandades de Nuestro Padre Jesús Nazareno del Salvador, San Juan Evangelista, y Nuestra Señora de la Soledad de San Agustín que junto a sus pasos, ofrecen al espectador momentos tan únicos y tan distintos. Una procesión en la que e pasa del más absoluto silencio y respeto cuando la imagen de la Virgen desfila al estruendo de tambores y clarines de la turba, que encabeza el desfile. Tiene más de 400 años de antigüedad y comienza en la madrugada del Viernes Santo, concretamente a las 05:30h de la mañana.
La Madrugá (Sevilla)
Semana Santa y Sevilla van inevitablemente unidas. En la noche del Jueves al Viernes Santo se celebra una de las procesiones más importantes de España, la más larga y probablemente la que más turistas acoja: ‘La Madrugá’. En la misma se agrupan una serie de procesiones en las que participan las principales Hermandades de la ciudad y las que mayor devoción suscitan entre los sevillanos: El Silencio, Gran Poder, Esperanza Macarena, El Calvario, Esperanza de Triana y Los Gitanos.
La procesión comienza a las 0:00 y termina 14 horas después. Cada calle tiene su propia costumbre, mientras que en unas se guarda silencio absoluto en otras se escuchan pitos. La tradición manda que antes de que la hermandad entre en la catedral la gente debe hacer un paso de Penitencia ante el Monumento del Santísimo Sacramento, pero esto es casi imposible por la cantidad de gente que hay. Para disfrutar de esta ‘Madrugá’ es muy típico alquilar un palco (balcón) por los que se llegan a pagar cantidades de dinero muy altas
Procesión de Jesús de Medinaceli (Madrid)
La capital cuenta con bastantes procesiones que mezclan el estilo castellano con el del sur. La más importante y la que más devoción genera entre los madrileños y los habitantes de la capital procedentes del resto de España es la del Cristo de Medinaceli, también conocido como ‘El señor de Madrid’, y se celebra el Viernes Santo. Una multitudinaria procesión que recorre los lugares más emblemáticos de la ciudad y la zona del Madrid antiguo. Sale de la catedral de La Almudena y finaliza en la basílica de Jesús de Medinaceli.
Se desconoce la autoría de la imagen, aunque se cree que fue fabricada en Sevilla. En total pesa 3 toneladas y mide 4 metros de altura y hasta 800.000 personas se concentran en las calles de Madrid para ver el paso.
Procesión de Las Palmas de Elche (Alicante)
Se celebra el Domingo de Ramos y fue declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional en el año 1988 e Internacional en el año 1997 gracias a su singularidad. Unas 30.000 personas esperan con palmas blancas de más de 3 metros la entrada del paso de Jesús, que conmemora su entrada en Jerusalén con la procesión del ‘pas de la burreta’. El origen de la Procesión de Las Palmas en Elche, se encuentra documentado en el año 1371 en un Acta del Consejo Municipal, en el Archivo Municipal de Elche.
Bajo la frase ‘Diumenge de rams qui no estrena no te mans’ el Domingo de Ramos todos los ilicitanos salen a las calles con sus mejores galas y su palma blanca para acompañar a Jesús Triunfante. Por algo es Elche la principal productora mundial de palma blanca. Además, siguiendo la tradición, las palmas bendecidas ese día deben colocarse en los balcones como símbolo de protección para la vivienda y sus habitantes durante el resto del año.
Procesión General de Valladolid
Es la procesión principal de Valladolid y se celebra la tarde del Viernes Santo. Un total de 33 pasos que representan todas las escenas de la pasión de cristo, desde la última cena hasta la soledad de su madre. Muchas de ellas son obras de arte propiedad del Museo Nacional de Escultura. La Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados la incluyó en su informe para que la UNESCO reconozca la Semana Santa española como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Otra de las particularidades es que las imágenes no se visten con mantos, y esto permite a los asistentes contemplar todo el esplendor de las tallas, que destacan por su policromía. Además, son portadas sobre ruedas, no por andas ni costaleros.
Pasión Viviente de Chinchón (Madrid)
Otro de los momentos especiales de de la Semana Santa es la Pasión viviente de Chinchón, uno de los pueblos más bonitos de España que en la noche del Sábado Santo se ‘convierte’ en Jerusalén. La Pasión de Chinchón nació como iniciativa del sacerdote del pueblo, Luis Lezama, y congrega a más de 250 vecinos que encarnan la pasión de Jesús desde el año 1963, lo que la convierte en la más antigua de la Comunidad de Madrid.
Destaca por su realismo excepcional y los participantes y espectadores recorren las calles empezando en el Ayuntamiento, en uno de cuyos balcones, donde se representa la Última Cena. A partir de ahí y ya de noche cerrada, en la plaza de San Roque se presenta ‘La Oración de Jesucristo en el huerto’ y el posterior prendimiento por los romanos. Tras la condena a muerte de Cristo por parte de Pilatos, empieza la subida por la calle de la Amargura hasta el encuentro con su madre: la Virgen María. Posteriormente se lleva a cabo la crucifixión para dar paso al momento más esperado por todos: la Resurrección. En la iglesia de La Asunción, Cristo asciende por su fachada principal envuelto entre humo blanco y palomas.