El Palacete Peñalba es un complejo hotelero diseñado por un discípulo del famoso arquitecto español y cuya belleza, historia, biodiversidad y atractivos turísticos lo convierten en un destino de lujo.
TEXTO: JAVIER VARELA
¿Quién no ha soñado alguna vez con dormir en un palacio de cuento? No hace falta ser uno de los protagonistas de las historias Disney o de los Hermanos Grinn para conseguirlo, ni hay que irse muy lejos para hacerlo realidad. El Palacete Peñalba es un complejo hotelero que cuenta con dos palacetes modernistas situados en la misma parcela de jardín y que fue construido por un discípulo de Gaudí en 1912 en lo más alto de Figueras del Mar, un pueblo de pescadores y que cuenta con uno de los mejores parajes de Asturias para disfrutar de la Ría del Eo, cuya belleza, historia, biodiversidad y atractivos turísticos lo convierten en un destino de lujo ideal para disfrutar de unos días de descanso y tranquilidad en un entorno privilegiado.
De su relevancia histórica destacan especialmente las sinuosas escaleras de entrada, los balcones ovalados, el atrio de vidrio y azulejos y algunos dormitorios abovedados. Gran parte del decorado original, como los tapices y los jarrones, otorgan un valor añadido a los edificios, cuya singularidad y calidad artística ha distinguido al conjunto con la denominación de ‘Monumentos artísticos’. Si el edificio ya de por sí parece sacado de un cuento de hadas, los 18.000m2 de los jardines que rodean el Hotel fueron diseñados al estilo inglés por el jardinero de la Casa Real, donde aún se puede apreciar parte del estilo original. De hecho, paseando entre sus árboles centenarios es fácil dejarse seducir por los encantos de otra época y disfrutar del entorno de la Ría.
El Hotel dispone de 20 habitaciones, todas ellas de diferente tamaño, forma y decoración, en las que se respira un ambiente romántico y modernista. Sus interiores intimistas se conjugan aunando estilos clásicos, modernistas y actuales, ofreciendo acogedoras, confortables y decoradas estancias con un mobiliario de primera calidad. Además, las habitaciones se abren a un espacio natural protagonizado por los jardines y la Ría. Las habitaciones se distribuyen entre los dos Palacetes que conforman el Hotel (Palacete Peñalba y Palacete Cotarelo).
Además de ser un buen lugar para disfrutar de un agradable descanso, es un destino perfecto para realizar diferentes celebraciones, avalado por la calidad de su afamado Restaurante Peñalba, inaugurado en 1957, y que desde su inauguración ha mantenido la esencia tradicional de su cocina, evolucionando con nuevos platos y postres hasta configurar una paleta gastronómica de gran colorido y calidad. En su cocina destaca la selecta utilización de los productos del mar y de la tierra, que junto con una dilatada maestría en los fogones, deja encantado a todo comensal que se sienta a su mesa.
Junto al conjunto hotelero, de estilo indiano, la tradicional mixtura de palacios de la nobleza, casonas de indianos y caserío popular da empaque, variedad y belleza a la localidad de Figueras y, en general, a todas las joyas urbanas que son las ‘polas’ asturianas. Y recuerda, si buscas la palabra ‘romántico’ en el diccionario, en una de las acepciones podría poner perfectamente ‘Palacete Peñalba’.