El Hotel Abaco Altea, situado en una antigua panadería del siglo XVIII, cuenta con habitaciones temáticas a la orilla del Mediterráneo.
Texto: JAVIER VARELA
Altea es uno de los pueblos costeros alicantinos con más encanto. Sus estrechas y empinadas calles del pueblo viejo, sus rincones mágicos, sus inolvidables y únicas vistas desde el mirador, su luz de día, su romanticismo de noche la brisa del Mediterráneo… Caminar por su casco antiguo, es empaparte de cultura, tradición y un aire bohemio que nos recuerda mucho a Ibiza.
En el corazón de esta localidad alicantina, entre una de esas calles estrechas donde los fotógrafos y pintores inmortalizan la Iglesia Parroquial con una hermosa cúpula cubierta de tejas vidriadas azules que destacan sobre el blanco de todo el pueblo, aparece una antigua panadería del siglo XVIII que da forma a uno de los hoteles con más encanto del Mediterráneo.
Sus 10 habitaciones temáticas ofrecen un ambiente acogedor y cálido lleno de pequeños detalles en los que el huésped no deja de sorprenderse. La primera ‘sorpresa’ llega nada más cruzar el portón del siglo XVIII que da acceso al hotel. Allí topas con un pequeño y acogedor salón sirve como lugar de bienvenida para viajeros y un lugar perfecto para tomar una botellita de cava, una copa de vino o un buen cappuccino.
El tramo de escaleras, como si fuera un túnel del tiempo te permite viajar por el mundo gracias a la temática de sus diez habitaciones. Entre ellas destacan por encima de todas sus tres habitaciones superiores: Copa América, César y Santorini. La primera es un homenaje a la inolvidable experiencia que tuvo lugar en Valencia en 2007 con la competición de la Copa de América. En ella se recrea ese espíritu mediterráneo tan característico del pueblo de Altea. Cerca se encuentra la habitación César, en la que se pretende –y se consigue- transportar al Imperio Romano y en la que en la que los bustos y elementos arquitectónicos clásicos envuelven la estancia creando un ambiente acogedor inspirado en los antiguos templos romanos de la época de César.
Y la tercera, Santorini, consigue que el cuerpo este en Altea, pero la mente viaje a Grecia, ya que los detalles y materiales utilizados hacen que se respire la esencia pura de la isla griega por excelencia. Dispone de un impresionante baño con ducha y bañera de hidromasaje con forma de media luna. Estas habitaciones cuenta con una cama ‘King Size’ con colchones de látex, amenities occitane, aire acondicionado, Smart TV, caja de seguridad para laptop y objetos personales, minibar, secador de pelo, cafetera Dolce y la posibilidad de parking privado subterráneo (10 € / 24 h.) y desayuno en la habitación (suplemento de 5 euros por persona).
El ‘viaje’ continúa por dos habitaciones estándar deluxe como Toscana y Seychelles. Toscana invade Altea gracias a una habitación en la que des los colores tierra y materiales cálidos nos transportan a una Italia rústica donde los detalles románticos envuelven el espacio, creando así un ambiente perfecto para el descanso. A sólo unos metros de distancia nos adentramos en las Seychelles, una habitación en la que se mezcla lo tradicional y lo nuevo dando lugar a una nueva experiencia. Los grises y los blancos se funden trasladando al huésped a las islas. Dos estancias que ofrecen además una cama ‘King Size’, Smart TV, caja de seguridad para laptop y objetos personales, servicio de minibar, baño en suite con lavabo, wc, y ducha, secador de pelo, cafetera Nestlé y balcón.
La siguiente parada en este ‘viaje’ nos lleva al mundo árabe, gracias a la habitación Kashbah. Una estancia que toma su nombre de la denominación árabe para referirse al barrio antiguo de algunas ciudades árabes. La habitación se caracteriza no sólo por su arquitectura, estilo y decoración, sino también, por su energía colorista y acogedora, destacando especialmente el espectacular cuarto de baño y sus vistas desde la veranda a la emblemática iglesia de Altea. Un privilegio que comparte con la habitación Provence, que permite evadirse del estrés de la ciudad y disfrutar de una experiencia colorida y floral que nos evoca esencias de la campiña francesa y que nos permite disfrutar del increíble atardecer de Altea. Ambas habitaciones disponen además de una cama king-size (160 x 190) con colchones de látex, aire acondicionado, HD TV, caja de seguridad para laptop y objetos personales, servicio de minibar, cuarto de baño en suite equipada con dos lavabos, WC independiente y bañera de hidromasaje, secador de pelo y la posibilidad de parking privado subterráneo (10 € / 24 h.) y desayuno en la habitación (suplemento de 5 euros por persona).
El resto de habitaciones, estándar, también invitan al viajero a conocer nuevos destinos. La habitación Vieja Habana, transporta a las antiguas haciendas de la vieja Habana de Cuba, donde el cultivo del café y el tabaco formaban parte intrínseco de los quehaceres del día a día. Impregnado en un estilo colonial, el mobiliario y los elementos estructurales de la estancia cobran una fuerza de más de 200 años de antigüedad. La habitación Moulin Rouge, permite al que accede a ella trasladarse a la Belle Epôque parisina de los años 20, ya que cuenta con una personalidad llena de arte e historia para seguir recordando aquellos tiempos donde las libertades y las ganas de vivir llenaban el espíritu de los parisinos. La última y la más pequeña de las habitaciones, Bellaguarda, confirma que las mejores esencias vienen en frascos pequeños. Se trata de la habitación más pequeña de todas, pero la más original debido a la distribución y a los detalles que recuerdan al barrio donde se encuentra el Hotel, de donde hereda el nombre. Además, si viajas en familia es la mejor opción, ya que se comunica a través de una puerta con la habitación Santorini, lo que permite la privacidad perfecta.
CONTACTO
Hotel Ábaco
C/ Salva, nº 13 – 03590 Altea (Alicante)
España
GPS 38°36’4.84″ N, – 0°3’1.22″ W
Teléfono: (34) 966 88 25 00
www.hotelabaco.es