Borgoña, mundialmente conocida por sus grandes viñedos y la mostaza de Dijon, esconde decenas de rincones en los que se recupera el placer de viajar sin prisas. En esta ocasión viajamos por el Parque Natural de Morvan, un lugar que contiene todo lo que uno espera encontrar en Francia: ciudades patrimoniales, castillos, pueblos con encanto y un montón de planes de turismo activo en la naturaleza.
TEXTO Y FOTOS: JOSÉ MARÍA DE PABLO
El punto de partida para esta experiencia es Autun, pequeña subprefectura del departamento de Saona y Loira situada al sur del Parque Natural, muy bien ubicada para explorar la zona. Autun, que no llega a los 13.000 habitantes, es una ciudad coqueta con una monumental catedral románica cuya espigada silueta se distingue desde cualquiera de las colinas que rodean a la población.
Esta joya del arte medieval sigue los cánones del estilo creado en la cercana abadía de Cluny, desde la que se exportó el Románico más puro por toda Europa, siguiendo la estela del Camino de Santiago. De todos los tesoros que se conservan en la catedral el más destacado es el pórtico del Juicio Final y su espectacular tímpano. Esta obra maestra del románico francés estuvo oculta bajo una capa de yeso por decisión de los canónigos, a los que les parecía una obra que desmerecía al conjunto. Unas décadas más tarde el tímpano volvió a la luz intacto, con la excepción de la desaparecida cabeza de Cristo, que fue encontrada en 1948 en los almacenes del vecino Museo Rolin.
Las calles de Autun acumulan capas de historia, empezando en el siglo I, cuando el emperador Augusto decide crear una auténtica ciudad romana en el corazón de la región conquistada Galia. Bautizada como Augustodunum , “fortaleza de Augusto”, de esa época son los restos que vamos encontrando en nuestro paseo: El templo de Jano, la Puerta de San Andrés o el teatro galo-romano son los más conocidos, pero también hay que hacer un esfuerzo y subir hasta la colina donde se ubica la pirámide de Couhard, cuya finalidad sigue siendo aún una incógnita.
Los avances y comodidades de la romanización no pasaron desapercibidos para los habitantes de Bibracte, la vecina ciudad gala y auténtica predecesora de Autun, que entró en decadencia al mudarse sus habitantes colina abajo para asentarse en el valle y unirse sin excusas a la nueva Galia romana.
Las ruinas de Bibracte siguen siendo un apasionante proyecto para investigadores y estudiantes de todo el mundo que acuden cada verano desde 1984 a seguir descubriendo detalles de la vida cotidiana en una ciudad galo romana. El sitio se visita de la mano de arqueólogos y transcurre entre bosques de robles borgoñones que a lo largo de los años han reconquistado una colina siempre fue suya. Bibracte nos regala una experiencia única que combina historia y naturaleza en el corazón del Mont-Beuvray, en el Parque Natural del Morvan.
Disfrutar de la Naturaleza
El macizo de Morvan es un pulmón verde lleno de recursos naturales en los que practicar todo tipo de actividades al aire libre, ya sea en sus ríos o en cualquiera de los casi 100 senderos señalizados aptos para caminantes, amantes del BTT, incluso para jinetes.
La naturaleza amable y la meteorología generosa en agua ofrecen una combinación perfecta para disfrutar también con la vista. Verdes colinas dedicadas a los pastos, bosques de robles centenarios, granjas de piedra, lagos artificiales, pequeños pueblecitos con servicios de restauración y supermercado… nada le falta al parque de Morvan para ser disfrutado en cualquier momento del año.
De todo el parque, el lugar al que todos quieren ir es Les Roches du Carnaval, una colina poblada de hasta 20 enormes moles de granito esculpidas por el viento y la lluvia a las que bautizadas como el mamut, la nariz de perro, la garra del diablo, etc. Es un escenario mágico, único en toda Francia, desde el que se contempla una panorámica envidiable de Morvan.
A solo unos pocos km al sur de Les Roches se encuentra el templo budista Paldenshangpa en La Boulaye, una comunidad de budistas que abre sus puertas a todos, ya sea participando en una de sus visitas guiadas (sólo con cita previa) o bien participar en retiros y charlas que en él centro tienen lugar.
De vuelta a la parte baja del Parque podemos optar por descender el río Arroux desde Etang-sur-Arroux. La actividad empieza en el Camping des 2 Rives y es una de las más demandadas. El descenso, que termina en la población de Laizy, apenas tiene un par de puntos en los que hay que palear fuerte para evitar unos rápidos, pero por lo general se trata de una experiencia apta para todo tipo de público siempre que el río lleve el agua justa.
Menos trabajo físico se pide a los que quieran viajar en velo rail por las vías del tren que antaño unía Autun y París. El velo rail recorre los 22 km (ida y vuelta) que separan las estaciones de Cordesse y la de Manlay con la comodidad que ofrece el pedaleo asistido por un motor. Sin duda, el plan de Velorail du Morvan es perfecto para ir con niños, que disfrutarán de lo lindo con esta actividad que ofrece también la posibilidad de hacer un picnic en uno de los apeaderos del recorrido.
Castillos y Clos
Como ocurre en el resto de Francia, el Morvan es también es zona de castillos. Uno de los más espectaculares es el Château de Sully, residencia de la Duquesa de Magenta, una venerable anciana que además de enseñarnos parte de su mansión y jardines, también permite al viajero descubrir sus cavas. En los sótanos del castillo se crían sus mejores vinos, que se pueden catar en la misma bodega acompañados de las explicaciones de una guía enóloga.
Menos pompa pero mucho más prestigio tienen los cercanos viñedos de Cote de Beaune, una de las cinco zonas vitivinícolas de Borgoña consideradas por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.
En cualquiera de los pueblos de la Côte de Beaume, como Meursault, se ofrecen catas y demás actividades relacionadas con los Grand Cru de Borgoña, los viñedos de donde proceden las uvas con las que se producen los mejores vinos. En Borgoña nació el concepto de “terroir”, parcelas donde se dan las condiciones idóneas para el cultivo de las mejores viñas: buena tierra, orientación e inclinación del terreno son algunos de los factores que definen a un “terroir”. Los viticultores de Borgoña recogieron el testigo y el saber hacer de los monjes que registraron desde la Edad Media las diferencias de rendimiento entre las parcelas. Hoy es posible recorrer estos viñedos y ver con qué mimo sus propietarios trabajan la viña.
GUÍA PRÁCTICA
DÓNDE DORMIR
Camping des 2 Rives. Un lugar ideal para los amantes de las camper y las acampadas, aunque también ofrecen cabañas de madera, yurtas y otros tipos originales de tiendas con servicio de gran calidad. En Etang-sur-Arroux, al sur del parque de Morvan.
Hostellerie du Vieux Moulin. Un antiguo molino restaurado con 16 habitaciones y restaurante. Está a 500 metros del centro de Autun y ofrece parking gratuito.
DÓNDE COMER
Le Petit Rolin. Junto a la catedral, este bistrot propone platos de gastronomía local con productos de temporada.
Lieu-dit vin. Bar a Vin en el que maridar los mejores vinos de borgoña con recetas creativas sin salirse del recetario típicamente francés. Pl. du Terreau, Teléfono: +33 3 85 86 03 66.
Le Relais de Dettey. Cocina casera elaborada con productos frescos de proximidad. Un sitio de cuento, con terraza en verano, ubicado en Dettey, un pueblecito con encanto y las mejores vistas a los valles del Parque Natural de Morvan.
Cave Laly. Tienda de vino, cervezas y licores con gran tradición histórica en Autun. Tienen su propio museo del vino y ofrecen catas y clases magistrales sobre las peculiaridades de la producción vitivinícola de Borgoña. 14 Rue de la Grange Vertu, Autun. Tel +33 3 85 52 24 83.
CÓMO LLEGAR
Autun está a 800 km de la frontera de Irún y a 660 de la Junquera. Desde París hay 300 km y 174 kilómetros desde Lyon.
MÁS INFORMACIÓN
Más información en la web oficial de Turismo de Autun
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