Tamuda Bay es el nombre con el que Marruecos presenta al mundo su nuevo y exclusivo litoral mediterráneo, un lugar lleno de hermosas playas y ciudades históricas donde las diversas culturas ibéricas han dejado su huella para crear escenarios tan exóticos como familiares.
Texto y fotos: JOSÉ MARÍA DE PABLO
Se llama Tamuda Bay, bautizado así en honor a la milenaria ciudad romana que precedió a la actual Tetuán, y es el nuevo resort de lujo creado de la nada en la costa mediterránea marroquí. Auspiciado por la familia real que posee un palacio de verano aquí, la bahía de Tamuda quiere posicionarse para 2020 en un referente del turismo más exclusivo al mismo nivel que la cercana Marbella o la mítica Costa Azul.
Urbanizaciones de nueva planta y establecimientos gestionados por las cadenas hoteleras especializadas en Gran Lujo han tomada ya posiciones en primera línea de playa a ambos lados de Marina Smir, el puerto deportivo de 450 atraques donde fondean yates de hasta 60 metros de eslora, donde se dejan ver a la hora de comer o cenar los clientes de los hoteles cercanos.
A lo largo de los ocho kilómetros de arena de la Playa de la Restinga, una extensa franja de arena que une la ciudad de Ceuta con el Cabo Negro, se puede ver a los pescadores locales probar suerte con sus cañas y a los huéspedes de los hoteles, paseando o tomando un refrescante baño de mar en uno de los rincones más limpios del Estrecho. La mezcla de las aguas del Atlántico y del Mediterráneo han creado un entorno ideal para la fauna marina, especialmente para cetáceos como delfines y ballenas, que encuentran en esta costa libre de pesca industrial el lugar idóneo para alimentarse sin ser molestados.
Concebidos como un destino en sí mismo, los grandes hoteles de Tamuda Bay ofrecen todo lo que se necesita para disfrutar de unas exclusivas vacaciones donde descansar y relajarse son las únicas obligaciones que tiene el viajero a lo largo del día.
Banyan Tree Tamuda Bay es uno de los últimos resort en abrir sus puertas en la zona. Con un total de 92 villas rodeadas de canales de agua y diseñadas siguiendo los estilos árabe y andaluz, el Banyan Tree combina a la perfección concepto de bienestar de Asia, de donde procede la cadena, con el más hedonista estilo de vida marroquí.
Para empaparse de la auténtica cultura marroquí hay que salir de la comodidad del hotel y adentrarse en la realidad de la región Tánger-Tetuán, que abarca el extremo norte del país, capitaneado por la bulliciosa Tánger, puerta de entrada de viajeros y mercancías, gracias al superpuerto con el que el país aspira a liderar el tráfico de mercancías entre China y Europa.
Dejando de lado el bullicio de Tánger, tomamos la carretera N13 que recorre toda esta costa en dirección a Tetuán, a solo 27 km, la segunda ciudad más importante del norte y lugar de partida de muchas de las excursiones de trekking hacia las montañas que separan la costa mediterránea de la atlántica.
Tetuán, la más española en Marruecos
Tetuán es una animada ciudad que combina su tradicional medina, una de las mejor conservadas del Magreb e incluida en la lista de lugares Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, con un elegante ensanche construido por urbanistas hispanos durante el tiempo del Protectorado Español de Marruecos. Esta etapa duró de 1913 a 1956, año en el que se produjo la total descolonización de los territorios controlados por potencias europeas en el reino alauí.
La medina es un laberinto de callejuelas encantadoras que combinan zona comercial, con un siempre animado zoco donde adquirir cualquier cosa que uno pueda imaginar, con otra más tranquila y residencial donde los muros encalados esconden con celo los bellos interiores de la arquitectura tradicional andalusí.
La vieja medina de Tetuán fue construida durante los siglo XV y XVI por judíos y musulmanes expulsados de España por los reyes Católicos tras la conquista de Granada, así que no es raro despistarse y pensar por un segundo que te encuentras en misma judería de Córdoba.
Un gran espacio urbano, popularmente conocida como plaza del Feddan, oficialmente como Plaza Hassan II, conecta las dos caras de Tetuán, la magrebí y la europea, donde las huella de las cultura españolas está presente, tanto en la arquitectura como en la cartelería de los comercios abiertos por españoles o la nomenclatura de las calles, placas que se han quedado allá donde las dejaron los colonos al abandonar la ciudad de vuelta a la península.
Chauen, la ciudad azul
En las estribaciones del Rif, las montañas que recorren toda la costa desde Tetuán a Melilla, se encuentra Chefchaouen o simplemente Chauen. Se trata de una pequeña población de origen bereber, la cultura minoritaria que habita la costa noreste de Marruecos, que acogió con tolerancia a los refugiados sefardíes y musulmanes que huyeron de la España reconquistada.
Fruto de esa unión pacífica de tres pueblos es el aspecto de la ciudad, decorada en azul, resultado de diversas teorías más o menos improbables, que varían según el guía que a uno le toque. Una de estas versiones cuenta que el rey bereber permitió a las familias judías que dieran alojamiento a los musulmanes pintar su puerta o ventana de azul como símbolo de distinción. Sea como fuera, la comunidad judía ya no existe en Chauen, pero sí su legado arquitectónico que ha llegado casi intacto, probablemente por ser ésta una ciudad sagrada a la que los cristianos tenían vetado el acceso.
La visita a Chauen incluye su alcazaba, el cementerio donde están enterrados los reyes rifeños, la mezquita sufí y el lavadero, donde las mujeres ataviadas con el gorro tradicional rifeño pasan el día trabajando y contándose chismes.
Banyan Tree, relax asiático en la costa mediterránea
Igual que hay platos que maridan con un determinado vino, hay culturas que, por muy lejano que se encuentre su origen, su encuentro produce una armonía total. Es el caso de la fusión del saber hacer y la amabilidad asiática con la sensualidad y autenticidad de lo árabe. Estos dos torrentes de conocimiento caminan de la mano en el recién inaugurado Banyan Tree Tamuda Bay, un lugar de ensueño construido al borde del mar.
Ya sea desde la infinity pool o desde las terrazas donde se sirve el desayuno, el agua está siempre presente, igual que la sonrisa del personal formado para satisfacer a una clientela que vive el sueño de estar en el imaginario reino de Las Mil y Una Noches.
Las villas, que cuentan con piscina propia y una privacidad difícil de encontrar en cualquier otro lugar son ideales para cada tipo de cliente, tanto para el que busca desconectar; como para el que viene en familia; en grupo con amigos o en pareja. Todos van a encontrar una habitación a la medida de sus necesidades.
Los restaurantes, que obviamente están especializados en cocina asiática y marroquí, son recomendables incluso para los que no están alojados; igual que el spa, que cuenta con diversas salas de tratamientos y una singular Experiencia Rainforest con circuito hidrotermal con piscina de vitalidad y hammam y sala de yoga.
Más información: www.banyantree.com.
GUÍA DE VIAJE
CÓMO LLEGAR:
Air Nostrum, filial regional de Iberia, vuela a Tánger desde Madrid Y Vueling desde Barcelona. Desde 150 €. Más información y reservas para ambos vuelos en la web www.iberia.com
DÓNDE COMER:
En Tamuda Bay se puede optar entre la Gastronomía de todo el Mediterráneo, especialmente marroquí, de Tingitana; o el exotismo asiático del restaurante tailandés Saffron, el mejor thai del Magreb. Tel. 00 212 539 669 999.
En Chefchauen. Casa Hassan. En pleno corazón de la ciudad azul, este restaurante de cuidada decoración árabe ofrece un menú completo que incluye clásicos como el tajine de cordero o el siempre delicioso cous cous.
En Tetuán. Blanco Riad. Hotel con restaurante en un riad clásico, el ambiente perfecto para degustar sis especialidades marroquíes: canelón de berenjena relleno de marisco sobre pasta de aceituna y miel; tajine de chivo con higos caramelizados y patatas panaderas o pastela de pescado y marisco. com/restaurante/
DATOS ÚTILES:
Más información en la web de la Oficina de Turismo de Marruecos en España www.visitmorocco.com/es
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