La capital japonesa acoge este verano, con un año de retraso, los juegos olímpicos de 2020. La imposibilidad de acudir como público a los estadios no es una excusa válida para dejarse ver por esta ciudad fascinante en la que el aburrimiento y la indiferencia no tienen lugar.
TEXTO Y FOTOS: JOSÉ MARÍA DE PABLO
Tokio, capital del mítico Imperio del Sol Naciente, es un una urbe que no se aburre de cambiar de piel. Da igual que viajemos a ella mil veces, siempre podrá mostrarnos una cara absolutamente diferente, inédita y sorprendente. Este verano será además atípica sede olímpica, con deportistas y competiciones, pero sin el calor del público que debería llenar los estadios.
Pese a las dificultades, Tokio no se rinde fácilmente y sigue dando forma a nuevos proyectos que hacen de esta colmena habitada por gente educada un eterno objeto de deseo viajero.
Los que no conozcan Tokio no deben dejar de pasar por el Palacio Imperial, una fortaleza de la era Edo rodeada de fosos con agua y parques. Solo son visitables los jardines, pero no está de más ir a rendir honores a sus venerados habitantes, la Familia Imperial, herederos de una dinastía que ha regido los destinos de Japón desde hace siglos, aunque ahora solo ejerza un papel protocolario, ajeno a toda decisión política.
No es aquí, sin embargo, donde vamos a toparnos con los verdaderos tokiotas. Para ello debemos ir a los barrios más comerciales y animados de la metrópoli, una orgía de luces de neón y centros comerciales que combinan boutiques de grandes marcas occidentales con las tiendas más populares niponas, como Uniqlo o Muji.
Ginza es el barrio turístico más cercano al Palacio. Allí es habitual encontrarse entre los rascacielos más impactantes a ejecutivos y expatriados disfrutando del afterwork en los bares y restaurantes de lujo de la zona. En Ginza hay que visitar el Tokyo City View, el mirador del Mori Art Museum que ofrece vistas al infinito de hormigón que, si el tiempo acompaña, incluye la silueta del monte Fuji, la cima del país con 3.776 metros.
Shinjuku es con diferencia la zona comercial más famosa y emblemática de Tokio. En este distrito se encuentra la estación de tren más transitada del mundo, se estima que por ella pasan al día tres millones de viajeros. Cerca de la estación se localiza la mayor concentración de tiendas de electrónica de Japón, un paraíso para los amantes de la fotografía y gadgets de última generación que se venden a precios más económicos que en Europa, aunque con el software modificado para que sea imposible entender los aparatos si no se habla japonés.
Al sur de Shinjuku se ubica el distrito de Shibuya, mundialmente conocido por su paso de cebra multidireccional capaz de absorber mil personas cruzando al mismo tiempo. Shibuya es una zona comercial, pero también es el epicentro de la vida nocturna donde se impone experimentar unas horas de karaoke, que al contrario que en occidente, se desarrolla en una sala privada sin más público que tus familiares o amigos.
Uno de los puntos más famosos de Shinjuku es la estatua de Hachiko, el perrito fiel que acudía al final de cada día a buscar a su dueño a la estación de metro. Cuando el hombre falleció, Hachiko siguió fiel a la cita hasta su propia muerte, diez años más tarde.
En este mismo distrito se ubican dos zonas icónicas: Omotesando y Harajuku. Omotesando es una calle lujosa donde los grandes genios de la arquitectura mundial han diseñado las tiendas más espectaculares: Tadao Ando firma el centro comercial Omotesando Hills; SANAA, la boutique de Dior; Toyo Ito la tienda de Tod’s; Herzog & De Meuron la de Prada… la lista sería eterna, así que lo mejor es darse un paseo y dejarse sorprender.
Y de aquí hay que dar el salto a la zona más alucinante de la ciudad. Hablamos de Harajuku, el barrio que celebra por todo lo alto el nivel de esnobismo de los tokiotas más jóvenes, que muestran orgullosos su pertenencia a las tribus urbanas más singulares sobre la faz de la tierra Las lolitas de todas las variantes son las buscadas, pero cada día surgen nuevos grupos que a los que fotografiar.
Si de normal la diversión ha estado garantizada en Harajuku, ahora se incorpora a su oferta el Miyashita Park, un parque urbano “multidimensional” pionero con un diseño creativo y funciones variadas, centro comercial, hotel y un parque en la azotea con cafés y equipamientos deportivos como rocódromo, skate park etc.
Nuevos planes
Entre las atracciones recién abiertas hay que hablar del Art Aquarium, un innovador espacio cultural abierto en el barrio tokiota Nihombashi. En sus más de 2.321 metros cuadrados de espacio expositivo se puede disfrutar de más de 30.000 peces nadando en recipientes de vidrio creado llamativos diseños con los peces koi y dorados.
Hana Biyori es otra de las propuestas innovadoras que se acaba de inaugurar en el veterano Parque de Atracciones Yomiuri Land. Se trata del primer “jardín botánico de entretenimiento” que incorpora a las plantas reales una proyección vanguardista que ilumina las flores con colores vivos, pájaros y pétalos animados que se mueven por las paredes y el suelo.
Tampoco hay que perderse el Museo Olímpico de Japón, situado justo enfrente del Nuevo Estadio Nacional, escenario clave de los juegos Olímpico 2021.
Para acabar de una manera original, podemos visitar dos de las bodegas urbanas que existen en Tokio, en donde se crían y venden vinos de gran calidad. En el barrio de Okachimachi está Book Road, donde se puede catar vino procedente de viñedos de todo Japón hechos con varietales Nagano, Yamanashi, Kobe y Yamagata.
En el distrito de Koto destaca Fukagawa Winery Tokio, que ofrece “vinos de corte”, coupages de variedades autóctonas muy originales.
GUÍA PRÁCTICA
CÓMO LLEGAR
Air France vuela desde las principales ciudades españolas a Tokio desde 370 €I/V y tasas incluidas haciendo escala en París. Más información y reservas en www.airfrance.es.
DÓNDE DORMIR
Muji Hotel Ginza. Su concepto “anti-lujo” pero con gusto es la clave del éxito de este hotel inaugurado hace un año. Sencillo y tranquilo, lo justo para relajarse a un precio justo.
Hotel Zen Tokyo. Este “ryokan urbano” combina elementos que se inspiran en las casas de té, con el diseño de un hotel cápsula moderno.
Andon Ryokan. Versión contemporánea del Ryokan tradicional. Se trata de un hotel de diseño situado a 20 minutos de Asakusa. Ofrece habitaciones tradicionales, bicis para los huéspedes,clases de la ceremonia del té y un jacuzzi en la azotea.
DÓNDE COMER
El Mercado exterior de Tsukiji, heredero del desaparecido mercado mayorista que fue trasladado a Toyosu, cuenta con alrededor de 460 establecimientos gastronómicos. Se trata de una experiencia única que empieza al punto de la mañana con un desayuno japonés a base de sushi o fideos katsudon.
Callejear en busca de un ramen o un buen plato de sushi. Más que buscar un restaurante, en Tokio es mejor encontrarlo, dejarse llevar por la intuición y entrar allá donde haya locales.
Los callejones y calles traseras están llenas de restaurantes pequeños en los que se come en las barras. El menú se explica mediante imágenes o a la vista en la barra, basta con señalar con el dedo lo que se quiere comer para ser servido.
MÁS INFORMACIÓN
Página web de la Oficina de Turismo de Tokio