El alcohol está presente entre el 30% y el 50% de los accidentes mortales, según los datos de la Dirección General de Tráfico. La ingesta de alcohol supone un riesgo grave cuando vas al volante porque es una droga depresora del Sistema Nervioso Central que inhibe gradualmente las funciones cerebrales.
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Lo adecuado es que, cuando te subas al coche, no hayas tomado una gota de alcohol para estar al cien por cien de tus capacidades. Sin embargo, en España está establecida por ley una tasa de alcoholemia máxima para poder conducir sin ningún tipo de sanción ni retirada de puntos.
Las tasas de alcohol permitidas en España
En España está permitido conducir con una tasa de alcoholemia que no llegue a los 0,5 g/l de alcohol en sangre (0,25 mg/l en aire espirado), una cantidad que se reduce a 0,3 g/l (0,15 mg/l) en el caso de conductores noveles y profesionales.
Las multas por alcoholemia
0,0 mg/l para menores
500 euros (si no supera los 0,5 mg/l)
1.000 euros (si supera los 0,5 mg/l)
4 puntos del carnet (salvo si llevan una bicicleta o un patinete eléctrico)
Entre 0,25 mg/l y hasta 0,5 mg/l
*Entre 0,15 mg/l y 0,3 mg/l para noveles y profesionales
500 euros
4 puntos del carnet
Más de 0,5 mg/l
*Más de 0,3 mg/l para noveles y profesionales
1.000 euros
6 puntos del carnet
Reincidentes
1.000 euros
4 o 6 puntos, según la tasa
Superar los 0,25 mg/l hasta los 0,50 mg/l conlleva una sanción administrativa de 500 euros y la retirada de 4 puntos del carnet de conducir. Por encima de esa cifra la multa aumenta hasta los 1.000 euros y 6 puntos.
A los conductores reincidentes que hubieran sido sancionados por exceder la tasa máxima en el año inmediatamente anterior se le aplicará una sanción de 1.000 euros y la retirada de 4 o 6 puntos (en función de la tasa dada).
Conducir bajo los efectos del alcohol es considerado delito a partir de 0,6 mg/l de aire espirado o 1,2 g/l en sangre, tal y como recoge el Código Penal. La negativa a someterse a las pruebas de alcohol también está penada con prisión de seis meses a un año y privación del derecho a conducir de uno a cuatro años. Además, hay que recordar que cuando un conductor da positivo en alcohol se le inmoviliza el vehículo.
Nueva tasa 0,0 para los menores de 18 años que conduzcan patinetes, bicicletas o ciclomotores
Con la última reforma de la Ley de Tráfico, que entró en vigor en marzo de 2022, se contempla cuál debe ser la tasa de alcohol para los menores que lleven algún tipo de vehículo. Los menores no pueden ingerir nada de alcohol (0,0 g/l o 0,0 mg/l de aire espirado) si quieren conducir un patinete, una bicicleta o un ciclomotor de hasta 125 cc (permiso A1).
Si un menor conduce bajo los efectos del alcohol, la multa es de 500 euros siempre que la tasa no supere los 0,50 mg/l y conlleva retirada de 4 puntos (salvo si llevan una bicicleta o un patinete eléctrico). Si supera los 0,50 mg/l de alcohol, la multa asciende hasta los 1.000 euros. Si un menor se niega a someterse a las pruebas de alcoholemia, la multa también es de 1.000 euros.
La tasa de alcohol en relación con el tipo de bebida que tomes
Los falsos trucos que no funcionan en un control de alcoholemia
Es posible que, si has estado en un control de alcoholemia, hayas visto a gente hacer cosas extrañas para evitar sobrepasar los límites legales. Aquí tienes una lista con trucos falsos que no funcionan a la hora de reducir tu nivel de alcohol en sangre:
- Correr o hacer cualquier tipo de ejercicio.
- Ingerir aceite.
- Mascar chicle.
- Tomar caramelos de menta.
- Ingerir clara de huevo.
- Beber mucha agua.
- Tomar cocaína.
- Fumar.
- Masticar granos de café.
Así afecta el alcohol a tu cuerpo
Está demostrado que la combinación de alcohol y conducción no es una buena compañera de viaje porque reduce la capacidad de conducir:
- Cuando el alcohol se absorbe en sangre las reacciones y movimientos son más lentos.
- Aumenta la dificultad de concentración.
- Aparece la somnolencia.
- Tienes fatiga muscular.
- Surgen los problemas de coordinación.
- Puedes tener perturbaciones en la percepción de lo que te rodea, en la visión y el sistema auditivo.
- Impide realizar correctamente el cálculo de las distancias.
En consecuencia, quien conduce después de haber bebido alcohol se está exponiendo a un alto riesgo de provocar un accidente. Concretamente, el riesgo de accidente de tráfico se multiplica por 25 cuando la presencia de alcohol en sangre alcanza entre 1,5 y 2,4 gr/l.
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