Manos al volante
  • El estudio realizado analiza las distracciones que se producen tanto por manipular elementos al ir conduciendo, como las derivadas del desconocimiento de las nuevas tecnologías que incorpora el automóvil.
  • De media, un conductor realiza seis acciones por trayecto que implican una manipulación de elementos del vehículo y que pueden originar una distracción al volante, entre ellas acceder a internet desde el vehículo, manejar el navegador, sincronizar aparatos o buscar objetos en la guantera.
  • El 95% de los conductores demandan formación sobre las nuevas tecnologías que incorporan sus vehículos, su desconocimiento provoca estrés al 13%, incertidumbre al 14% y distracciones a uno de cada cuatro conductores.
  • El ESP, el mayor avance en seguridad de los últimos años, es desconocido por el 44% de conductores, el 20% no sabe si lo incorpora su vehículo, y el 58% no sabe cómo funciona.
  • BP, Castrol y el RACE ponen en marcha la campaña #manosalvolante para concienciar sobre el peligro que suponen las “distracciones manipulativas” y la importancia de conocer las tecnologías del vehículo.

Durante la conducción de un vehículo se llevan a cabo acciones que pueden suponer una distracción y poner en riesgo la seguridad en la circulación. Para dimensionar el riesgo de estas distracciones manipulativas, las empresas BP, CASTROL y el RACE se unen de nuevo para estudiar las acciones más frecuentes que un automovilista realiza al ir conduciendo, como son manipular mandos u otros elementos interiores; la percepción que tiene el conductor sobre el riesgo que pueden suponer estas acciones, y el nivel de conocimiento existente de las funciones más avanzadas de los vehículos.

Para conocer qué acciones manipulativas se realizan con más frecuencia al conducir, BP, Castrol y el RACE han llevado a cabo un estudio que recoge la percepción de más de 1000 conductores representativos del universo de conductores españoles según sexo, edad y lugar de residencia. Un dato relevante es que, de media en cada trayecto, cada conductor realiza seis acciones que le suponen perder de vista la atención en la circulación. Y la distracción, en España, es el primer factor humano que interviene cuando se produce un accidente de tráfico.

A la pregunta sobre qué acciones pueden originar una distracción dentro del vehículo, el estudio confirma que existen las derivadas de llevar a cabo acciones tradicionales como por ejemplo buscar algo en la guantera.

Otras están más relacionadas con los dispositivos que podemos encontrar en los vehículos, que podríamos llamar “distracciones tecnológicas” como por ejemplo manipular el navegador o la radio y finalmente este estudio pone de manifiesto un nuevo modelo de distracción, menos analizada hasta ahora: la relacionadas con el desconocimiento de las funciones avanzadas que ofrecen los vehículos, como por ejemplo, el limitador de la velocidad, el control de velocidad o el sistema de alerta de cambio de carril, entre otras.

Aunque en los últimos años la información que recibe el conductor a través de los dispositivos a bordo ha mejorado en gran medida, existe mucho desconocimiento sobre las tecnologías que incorporan los vehículos más modernos, sistemas de interacción entre el conductor y el automóvil, que suponen una gran ayuda para evitar los accidentes de tráfico.

LAS DISTRACCIONES MÁS FRECUENTES

Los conductores españoles reconocen que, a diario, realizan determinadas acciones de forma habitual, y que van asociadas a una conducción normal, como usar el limpiaparabrisas o luces en un 97% de los casos; un 94 % sube y baja las ventanillas, el 89% regula el aire acondicionado, y el 88% manipula la radio, el mp3 o escucha cds. Estas acciones, aunque son más frecuentes, implican un menor nivel de distracción.

Dentro de las acciones que declaran realizarse al conducir, existe un segundo tipo, donde el nivel de distracción es mayor porque va aumentando el riesgo de no ir atento al tráfico. Por ejemplo, existe un 42% de conductores que regula los retrovisores mientras conduce, el 22% confiesa regular la posición del asiento o reposacabezas, y un 28% de los conductores reconoce que maneja el navegador/Gps mientras está en circulación. Todas estas acciones deben realizarse antes de comenzar el desplazamiento, con el vehículo parado, sin poner en peligro la circulación.

Por último hay un tercer grupo de acciones que se realizan en menor medida pero implican una mayor distracción y por tanto un mayor nivel de riesgo. Nos referimos a un 4% de conductores que accede a internet desde el vehículo, al 14% que mientras conduce intenta sincronizar dispositivos con el vehículo, un 16% que busca objetos en la guantera o el 22% que usa el ordenador de a bordo.

LA OPINIÓN DE LOS CONDUCTORES

Se ha querido conocer cuál es el nivel de riesgo que perciben los conductores a la hora de realizar determinadas acciones que pudieran provocar una distracción al volante. Así, los automovilistas establecen diferente grado de peligrosidad según el tipo de acción.

Las acciones que se consideran de “mucho riesgo” mientras se conduce son principalmente tres: buscar objetos en la guantera, intentar sincronizar dispositivos del vehículo y el acceso a internet desde el automóvil. Se trata de situaciones que requieren de la atención del conductor, y por tanto les hace circular sin estar pendiente de las circunstancias del tráfico y la vía.

Si preguntamos a los conductores no solo acerca de su percepción del riesgo sino acerca de su propia experiencia, es decir, de lo que ellos se han distraído al realizar alguna de estas acciones, las respuestas coinciden: el riesgo que creen que tienen esas situaciones es real. Del total de conductores encuestados, una media del 58 % se ha distraído alguna vez al volante al manipular elementos del interior del vehículo, sobre todo cuando han intentado acceder a internet desde el vehículo (un 72%), al manejar el navegador/GPS (70%), al intentar sincronizar dispositivos con el vehículo (63%) y por buscar objetos en la guantera (59%).

Las distracciones son, en España, la primera causa de accidente de tráfico. Si tenemos en cuenta el riesgo de sufrir un accidente, el 18% de los conductores que intentaban acceder a internet mientras conducían se distrajeron, así como el 15% de usuarios que intentaron regular la posición del asiento/ reposacabezas. En estos casos todos se vieron envueltos en una situación de mucho riesgo en el tráfico.

DESCONOCER LA TECNOLOGÍA DEL VEHÍCULO PROVOCA DISTRACCIONES

Los vehículos modernos cada vez tienen más tecnologías, nuevas funciones y automatismos que intentan ayudarnos y velar por nuestra seguridad, pero todas estas nuevas funciones pueden llevar durante la conducción a provocar sensaciones de estrés, confusión o incluso a distraernos.

Ante estas nuevas tecnologías, el 62% de los conductores encuestados consideran que le ayudan bastante en la conducción, y también les dan confianza en un 49% de los casos. Pero la falta de conocimiento que existe sobre el funcionamiento de estas tecnologías puede tener efectos negativos en la conducción, ya que un 6% llegan a asustarse por estos sistemas; a un 13% les estresa, a un 14% les crea incertidumbre y a un 25% les llega a distraer bastante o mucho.

Pero ¿qué nivel de conocimiento tienen los conductores sobre las nuevas funciones en los vehículos? Los resultados concluyen que existe un alto grado de desconocimiento entre los usuarios sobre las nuevas tecnologías. Las que más desconocen son el “Sistema de detección de la fatiga”, con el 51% de conductores que no saben qué es; o un sistema tan implantado como el ESP o Control Electrónico de Estabilidad, con el 44% de conductores.

Conocer la tecnología del vehículo ayuda a entender su funcionamiento. Pero no siempre es así… El 86% de los conductores desconocen cómo se utiliza o qué hacer si entra en funcionamiento el sistema de detección de la fatiga; igual sucede con el sistema de alerta de choque inminente (82% no sabría cómo actuar), o con el sistema de alerta de cambio de carril (un 76%). Tres de cada cuatro automovilistas desconocen cómo funciona el sistema de detección de ángulos muertos y el 58% el ESP o Programa Electrónico de Estabilidad.

Respecto a la necesidad de formación sobre estos elementos, un 95% de los entrevistados considera “mucho o bastante necesario” recibir formación para conocer y manejar eficazmente las funciones que actualmente incorporan sus vehículos, una demanda que destaca sobre todo entre los conductores de edades más jóvenes.

Campaña #manosalvolante

La campaña Manos al Volante, impulsada por BP, Castrol y el RACE, pretende concienciar a los conductores sobre la importancia de mantener la atención en la conducción, y no distraerse con elementos que podemos encontrar dentro del habitáculo. La iniciativa quiere mejorar la seguridad en todos los desplazamientos, ya sean de corto o de largo recorrido, mediante un comportamiento responsable.

Dentro de su estrategia, esta acción quiere mejorar el conocimiento que tienen los conductores de sus vehículos, y las nuevas tecnologías que incorporan, para ayudarles a entender mejor su funcionamiento. Para ello, la campaña cuenta con el apoyo del piloto Roldán Rodríguez, quien será el encargado de ofrecer diferentes consejos sobre la importancia de mantener la concentración en la carretera y el conocimiento del vehículo.

Asimismo, se ha creado la web www.manosalvolante.es, donde el usuario podrá encontrar videos formativos, infografías sobre las principales fuentes de distracciones, entrevistas a personalidades relevantes, juegos de conocimiento, concursos en Facebook y campañas especiales que se lanzarán a través de las redes sociales de las marcas y la propia de la campaña STOP DISTRACCIONES. Además, dentro del marco de la campaña, un total de 250 conductores tendrán la oportunidad de recibir formación en Tecnología y Seguridad Vial en las pistas de conducción del Circuito del Jarama, con objeto de conocer a fondo los nuevos sistemas que incorporan los vehículos.

Informe sobre las distracciones manipulativas durante la conducción

Más información:
BP – CASTROL
Comunicación y Relaciones Institucionales

Real Automóvil Club de España – RACE
Departamento de Comunicación

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