- DUCIT, el Observatorio Español de Conductores creado por el RACE, ha realizado un estudio entre 1.800 madrileños. El trabajo, elaborado por un centro independiente, recoge las opiniones de conductores de Madrid capital, de la periferia y de los conductores no habituales, entre los que se incluyen los que nunca conducen.
- Los usuarios de vehículo privado que viven fuera de Madrid ven con preocupación la batería de medidas que propone el Consistorio, y cuestionan su eficacia. La mitad de estos usuarios de la periferia de la capital considera que les afectará negativamente.
- Para los madrileños, el Plan A provocará más atascos, sobre todo en los accesos; más problemas para aparcar y más multas para los conductores.
- En opinión de los usuarios residentes fuera del Municipio, los horarios y la mala combinación del transporte público les haría perder 45 minutos por trayecto, lo que en un año equivaldría a 42 jornadas laborales adicionales dedicadas al transporte.
- Siete de cada diez entrevistados manifiestan que no tendrían un transporte alternativo al vehículo privado, o tendrían muchas dificultades para tenerlo.
DUCIT, el Observatorio Español de Conductores, ha querido conocer la opinión de los usuarios madrileños sobre las medidas recogidas en el Plan A del Ayuntamiento de Madrid, una batería de acciones encaminadas a reducir las emisiones. Para la mitad de los madrileños, el Plan A no conseguirá bajar los niveles de contaminación, pero sí conseguirá, en cambio, empeorar el tráfico, más atascos en los accesos, más problemas en los aparcamientos y un mayor número de multas. Entre las medidas más efectivas, los usuarios observan que el coche compartido y la creación de un área central ‘0’ emisiones ayudarán a reducir los niveles de las mismas. Por el contrario, consideran que la nueva gestión del aparcamiento en la Zona SER y reducir la velocidad en la M-30 no tendrán efectos en la bajada de la contaminación. La mitad de los 1.800 usuarios encuestados desconocía el contenido del Plan A y las medidas que afectarán a su movilidad.
El uso del coche es una necesidad para millones de personas en la Comunidad de Madrid. Más del 94% de los conductores madrileños residentes fuera del Municipio, y el 88% de los ciudadanos de la Capital emplean el coche como un elemento necesario para desplazarse a su trabajo, o para desarrollar su actividad laboral. En líneas generales, el conductor residente fuera del Municipio es más crítico con las acciones anunciadas por el Consistorio, dirigidas a reducir las emisiones. Reconoce que depende de su vehículo privado para ir a trabajar (un 85%), para realizar su trabajo (un 65%) o para llevar a sus hijos al colegio (un 28%). Estos porcentajes bajan entre los conductores residentes en el Municipio, con un 72% que lo utiliza para ir a trabajar, un 48% para el ejercicio profesional, y un 26% para llevar a sus hijos al colegio, haciendo un mayor uso del transporte público en sus desplazamientos al centro que los no residentes en Madrid.
Medidas ¿efectivas?
Para el 50% de los conductores de la periferia, y para el 36% de los que viven en Madrid, las medidas propuestas les afectarán de forma negativa, un dato que contrasta con el 52% de conductores no habituales que sí consideran positivas las acciones del Plan A. Si tenemos en cuenta las medidas que, en opinión de los conductores, conseguirán ser más efectivas en la reducción de las emisiones, destaca la promoción del vehículo compartido y la ampliación de la red ciclista, mientras que la gestión del aparcamiento en la zona SER y reducir los límites en la M-30 no tendrán efectos. Para los conductores no habituales, ampliar las vías para ciclistas y crear un área central ‘0’ emisiones son las medidas más eficaces para reducir emisiones. Así, es curioso ver cómo conductores y no conductores consideran que la gestión del SER, y reducir los límites en la M-30, resultará poco efectivo.
¿El transporte público es una alternativa al vehículo privado? Los 1.800 usuarios madrileños encuestados en DUCIT creen que utilizar este sistema provocará un aumento del tiempo en los desplazamientos en el caso de verse obligados a utilizar el transporte público ante las limitaciones del Plan A. En este sentido, el 53% de los residentes de localidades próximas a Madrid no utilizan este medio por el excesivo tiempo que emplean en los trayectos, seguido por un 26% que critica la mala comunicación y las interconexiones con otros medios. Los conductores de la periferia de la Capital estiman que, en el caso de verse obligados a usar el transporte público, el tiempo por trayecto aumentaría una media de 45 minutos, lo que, trasladado al total de desplazamientos realizados durante un año de trabajo, supondría un tiempo equivalente a 42 jornadas laborales más.
¿Cómo potenciar el transporte público? Si lo que se pretende es fomentar esta modalidad de desplazamiento, lo que piden los usuarios es reducir los tiempos que emplean en dirigirse al trabajo o de vuelta a casa, y mejorar la proximidad del transporte público tanto en origen como en destino. En este sentido, siete de cada diez entrevistados manifiestan que no tendrían un transporte alternativo al vehículo privado, o tendrían muchas dificultades para tenerlo. Un problema que se agrava en el caso de los usuarios de la periferia de Madrid.
Los entrevistados opinan sobre las propuestas a la movilidad del Plan A
El Plan A pretende reducir las emisiones en la capital, y plantea una serie de medidas, entre ellas, el uso de las energías limpias, como el coche eléctrico. En este sentido, los usuarios van siendo cada vez más conscientes de las ventajas de este sistema, hasta el punto que un 26% de conductores de la capital, y un 34% de residentes en la periferia, se plantea adquirir un coche eléctrico en un futuro próximo, lo que en su opinión revertirá en una mejora de la calidad del aire. Entre sus demandas, los conductores reclaman más puntos de recarga e incentivos a la compra.
Otra de las medidas es la promoción del coche compartido. Actualmente, solo dos de cada diez usuarios comparten coche de forma habitual, un porcentaje que podría aumentar en el caso de que se produzcan restricciones a la movilidad, y se decida incorporar carriles prioritarios para vehículos de alta ocupación.
Solo en una de cada diez empresas en Madrid hay un Plan de Movilidad Sostenible para los empleados, y solo un 5,5% de los conductores ha recibido algún tipo de formación para la mejora en sus desplazamientos in itinere o en misión. En el RACE apostamos por un mayor incentivo a este tipo de formación, conocer los hábitos de los trabajadores en sus trayectos para la búsqueda de soluciones y mejorar el conocimiento en Seguridad Vial.
Una de las acciones propuestas es la restricción del tráfico en el centro de Madrid, en la que tanto los residentes en Madrid, como los de la periferia, coinciden en su valoración: para el 60% perjudicará mucho a las zonas próximas. En opinión de los encuestados, trasladará el problema del centro a los distritos adyacentes, creando un “efecto frontera”.
Reducción de la velocidad en la M-30 y regulación del aparcamiento en la zona SER
Los madrileños, ya sean conductores o no conductores, coinciden en que reducir la velocidad en la M-30 perjudicará mucho a los usuarios (un 50% de media así lo cree) y no servirá para bajar las emisiones (solo un 30% cree que sí servirá). Esta crítica se extiende a otra de las propuestas, en concreto la que se refiere a una regulación más restrictiva con la zona SER.
Así las cosas, al margen de la poca relación de la normativa con el problema de contaminación, el 83% del total de los encuestados cree que la medida que restringe el estacionamiento en la zona SER, y la reducción del número de plazas azules planteada, les afectará negativamente, e incluso cuatro de cada diez piensa que, lejos de ayudar al tráfico, lo empeorará, siendo poco o nada efectiva para solucionar el problema de la contaminación en el centro de Madrid.
Conclusiones
Los conductores residentes en la periferia de Madrid entienden que, de ponerse en marcha las medidas recogidas en el Plan A, tendrá efectos negativos en sus desplazamientos. Por este motivo, le dan un “suspenso” (4,7 de nota) al paquete de medidas presentadas por el Ayuntamiento. Esta calificación, para los conductores de la Capital, alcanza el 5,2 (sobre 10). Son los conductores no habituales, entre los que se incluyen a los usuarios que nunca conducen, lo que otorgan la calificación más alta al Plan, con un 6,4. Eso sí, para la mitad del total de encuestados el Plan A no conseguirá los objetivos de reducir las emisiones en Madrid, y un 56% cree que tampoco bajará el tráfico de vehículos. Por el contrario, para el 49% de los encuestados, la batería de propuestas generará más atascos en los accesos y zonas próximas al centro; para un 73% será más difícil circular en coche por el centro de Madrid; y siete de cada diez considera que se incrementarán las multas a los conductores.
¿Y las medidas positivas? Para los 1.800 encuestados, la puesta en marcha del Plan A y su paquete de medidas, conseguiría que algo menos del 10% se plantee utilizar más la bicicleta como medio de transporte habitual en sus desplazamientos; que casi el 8% esté dispuesto a compartir el coche en sus trayectos diarios, y que más de un 7% estudia adquirir un coche eléctrico en un plazo breve de tiempo.
Más efectos negativos que positivos, según los 1.800 madrileños encuestados residentes en la ciudad de Madrid y su periferia, en el Plan A del Ayuntamiento de Madrid.
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Departamento de Comunicación RACE