- En el caso de restringir el uso del coche, el 65% de los madrileños no tendría transporte alternativo o tendría muchas dificultades.
- El RACE cuestiona la idoneidad de su aplicación unilateral, sugiere la creación de una mesa de diálogo con representación de todos los actores relevantes en la movilidad y propone medidas alternativas que sean satisfactorias para todos.
En la Semana Europea de la Movilidad y en la previa al Día Mundial Sin Coches que se celebra el viernes, los madrileños han opinado a través de DUCIT, el Observatorio Español de Conductores creado por el Real Automóvil Club de España, y lo han hecho de forma muy crítica contra el Consistorio. Su argumento se basa en considerar limitada la eficacia de las medidas para reducir los niveles de contaminación a pesar de que generaría graves inconvenientes en el día a día. Y es que el 65% de ellos afirma no tener alternativa, o pasar muchas dificultades, en el caso de tener que usar el transporte público. Además, explican que tardarían el doble de tiempo en llegar a sus puestos de trabajo, unas cifras que, en solo un año, equivaldrían a 42 jornadas laborales más. En este sentido, el RACE, en su decidida apuesta por garantizar un mejor aire para los ciudadanos sin empeorar su calidad de vida, muestra su preocupación por la futura implicación del Plan A propuesto por el Ayuntamiento de la capital.
Durante esta semana se celebra la Semana Europea de la Movilidad, y el día 22 de septiembre el Día Mundial Sin Coches. Desde el Real Automóvil Club de España – RACE, en nuestra convicción de estar a favor de todas aquellas medidas que mejoren la calidad del aire de los ciudadanos, reiteramos nuestra preocupación ante la futura implantación del Plan A del Ayuntamiento de Madrid, especialmente después de conocer los resultados del estudio elaborado por el Observatorio Español de Conductores DUCIT entre 1.800 madrileños. El trabajo, llevado a cabo por un instituto independiente, recoge las opiniones de los residentes en Madrid capital, así como los residentes en el resto de municipios de la Comunidad Autónoma que utilizan sus vehículos habitualmente en el centro de la capital.
Entre las conclusiones del estudio, los propios ciudadanos manifiestan sus dudas sobre la eficacia de la implantación de un plan que les genera más rechazo cuantos más detalles conocen. Así, el 65% afirman no tener transporte alternativo, o tenerlo pero con muchas dificultades en el caso de que el Consistorio siga adelante con su batería de medidas. Además, explican que, como media, tardarían el doble de tiempo en llegar a sus puestos de trabajo en el caso de que tuvieran que prescindir de su vehículo privado, con unas cifras que de media superarían las 42 jornadas laborales sólo en el incremento temporal de los desplazamientos.
La situación se agrava cuando, a su juicio, tanta pérdida de calidad de vida tampoco serviría para lograr el objetivo común deseado. Y es que los madrileños tampoco aprueban el fin último del Plan A, ya que consideran que su eficacia es “limitada” en su propósito de reducir los niveles de contaminación en la ciudad.
Los usuarios utilizan el vehículo para trabajar, lo que se refleja en el hecho de que un 72% de los conductores de Madrid capital se desplaza a su trabajo en su vehículo, un número que asciende al 85% en caso de los conductores de Madrid provincia. Limitar la movilidad en el centro y en los accesos perjudicaría a estos trabajadores y a la movilidad por cuestiones laborales.
El RACE cuestiona que el Plan A sirva para conseguir los objetivos que plantea
El RACE, tras analizar las medidas del Plan A, considera que éstas son estériles a la hora de solucionar el problema de la contaminación. Todo lo contrario: la falta de alternativas reales de movilidad provocaría más atascos en la periferia, desplazando la ‘boina’ de contaminación hacia el extrarradio haciéndola más grande y generando molestias, en muchos casos insalvables, para miles de ciudadanos que necesitan su vehículo para desplazarse a sus trabajos. Es más, los niveles de NOx que arrojan las mediciones actuales son ya mayores en las estaciones más alejadas del centro de la ciudad que en las presentes en la conocida como ‘almendra central’.
Medidas alternativas
Dentro de la necesidad de una mesa de diálogo abierta y con la participación de todos los actores implicados en la movilidad, y no sólo entre los afines a las ideas del consistorio, el RACE recalca la necesidad de sentarse a establecer nuevas medidas que sí sean efectivas y que ofrezcan alternativas reales de movilidad a los conductores. Es por esto que el Club de Automovilistas quiere poner el foco en algunas opciones alternativas con el fin de que sean debatidas de cara a una posible implementación. Algunas de las más destacadas son:
- Estímulos para el ‘rejuvenecimiento’ del parque automovilístico. Los fabricantes son obligados a restringir las emisiones en sus vehículos nuevos a través de las sucesivas normativas Euro. De tal manera, son los más antiguos aquellos que tienen mayor incidencia en la contaminación ambiental, mientras que los modelos más recientes tienen un escaso porcentaje de la responsabilidad global del parque. La activación de medidas como el Plan PIVE o la permanencia en el tiempo de otros como el MOVEA contribuirían de forma decisiva para tener urbes mucho más saludables y que no superen, ni siquiera de forma excepcional, los niveles peligrosos de contaminación.
- Fomentar las alternativas híbridas y eléctricas. Según se extrae del estudio del DUCIT, un 26% de Madrid Capital y un 34% de los conductores de Madrid Provincia se han planteado la compra de un coche 100% eléctrico, encontrando en su precio elevado, la escasa autonomía y las dificultades de recargar sus baterías los principales hándicaps.
- Mayor fomento del uso del transporte público a través de estímulos y no de prohibiciones. Los usuarios solicitan mayor frecuencia, más paradas y rutas, y que su precio sea menor.
- Necesidad de la creación de más parkings disuasorios. En la actualidad, no existe capacidad suficiente para que todos los madrileños afectados por la posible implantación del Plan A dispongan de suficientes aparcamientos en la periferia para dirigirse al centro de la ciudad en transporte público.
- Mayor implicación de las empresas. Siempre según el estudio DUCIT, sólo un 11% de los conductores dispone en sus empresas de planes que hagan referencia a la movilidad sostenible de sus empleados. Otra opción sería disponer de flotas eléctricas de uso compartido para los desplazamientos en misión durante la jornada laboral, incentivadas con ayudas municipales.
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Departamento de Comunicación RACE