- El RACE cree que la restricción al vehículo privado en Madrid no responde a una demanda social, y puede perjudicar a las personas que sí necesitan su vehículo.
- Un plan de Movilidad debe tener en cuenta a todos los colectivos, ya que las restricciones pueden afectar a sectores como el comercial, el ocio o el turismo.
- La Semana de la Movilidad se ha convertido en una persecución al coche privado, en lo que debería ser una semana llena de propuestas que busquen concienciar sobre el desplazamiento responsable, sin prohibiciones.
- El RACE pide convocar a la Mesa de la Movilidad para escuchar a todas las partes, sin priorizar ningún colectivo sobre otro, estableciendo un periodo en el que analice el impacto de la medida y los objetivos propuestos.
El RACE se muestra preocupado por las constantes restricciones y limitaciones al tráfico privado presentadas por el Ayuntamiento de Madrid, que no responden a ninguna necesidad reivindicada por los ciudadanos, y que sin embargo, reducen la libertad de movilidad. Desde el Club de automovilistas se considera que no se han tenido en cuenta las necesidades de muchos ciudadanos, ni se ha estudiado sus efectos en la economía municipal. Además, antes de anunciar nuevas restricciones al tráfico para el futuro, se debería fijar el modelo de ciudad que se busca a través de estas medidas.
Todos los conductores se desplazan en vehículo por necesidad, no por un capricho. A ningún conductor que vive o trabaja en Madrid le gusta sufrir atascos diarios, el pago de aparcamientos, el coste de desplazarse, los cambios de itinerario derivadas de actos deportivos o manifestaciones… y ahora, se suman las limitaciones al tráfico. A las ya asumidas restricciones a los coches privados en zonas del centro de Madrid, y a la ampliación de las zonas de estacionamiento regulado por parquímetros (que también han visto incrementado su coste) ahora se suma el aumento de vías cerradas al tráfico. Frente a estas medidas de prohibición (sin ningún estudio que lo justifique), el Club considera que se hace necesario convocar a la Mesa por la Movilidad para estudiar otras opciones que no acaben, como siempre, afectando al automovilista y a su libertad para optar al transporte que más se ajuste a sus necesidades.
En este sentido, el conductor madrileño ve como, por un lado, se incrementan tasas e impuestos a la circulación, aumentando los radares y las zonas reguladas en la que es necesario pagar por aparcar. Pero por otro, el automovilista ve como el número de calles por las que puede circular se reduce, bajo el criterio de devolver la calle al peatón. En este sentido, la bicicleta, como vehículo de ocio, ya cuenta con zonas verdes próximas a las propuestas, como el Retiro, el anillo verde…
El coche no es el único que contamina…
El problema del medioambiente no solo se basa en el número de coches que circulan, sino en la antigüedad de los mismos y en el número de kilómetros que recorren dentro de la ciudad. En este sentido, se debería, por un lado, presentar un estudio sobre cómo reducir las emisiones desde una perspectiva global, no solo la que se refiere al coche. Por otro lado, se deben tener en cuenta políticas de incentivo a la renovación del parque, en medidas que consideren al vehículo, y no a la zona, para sus políticas medioambientales. Y desde luego, aplicar estas medidas al parque automovilístico municipal, ya sea en el transporte público como en los vehículos oficiales, que sí pueden circular por las zonas de restricción, así como a las flotas de reparto. Desviar el tráfico por otras calles, aumentando los kilómetros de desplazamiento, no mejorará el medioambiente.
El RACE considera que frente a prohibiciones, se debería trabajar en conceptos como la accesibilidad en el transporte, la movilidad eficiente, la seguridad en todos los desplazamientos, la mejora de las infraestructuras, los planes de seguridad vial, y sobre todo, la participación ciudadana, que se abra el debate para estudiar el modelo de ciudad que se pretende conseguir, sumando a todos, sin priorizar colectivos, y teniendo en cuenta las necesidades de todos los ciudadanos. En este sentido, las restricciones al tráfico pueden modificar los patrones de compras o de ocio de las zonas afectadas, lo que no se sabe si se ha valorado en sus efectos.
Junto a los proyectos de restricción de la movilidad, el RACE considera necesario un Plan director de Seguridad Vial donde se priorice el usuario vulnerable, y donde se incluyan, junto a las bicicletas, las acciones encaminadas a la mejora de zonas especialmente vulnerables, como los accesos a espacios escolares, o las zonas donde se ubiquen centros para la tercera edad, así como un plan de mejora de los pasos de peatones en las zonas de especial riesgo, sin olvidar la movilidad laboral, ya que Madrid tiene la singularidad de ser la Capital de España, y centro administrativo de muchas instituciones públicas y privadas a las que también las restricciones al tráfico podrían afectar.
El equipo del Real Automóvil Club de España, que ha venido colaborando con el Ayuntamiento de Madrid desde siempre, continúa estando a disposición del Consistorio para la mejora de la movilidad y la Seguridad Vial, un ofrecimiento que se ve incrementado en el hecho de que cientos de miles de socios del RACE son vecinos de la Villa.
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Real Automóvil Club de España – RACE
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