El motor de un coche está diseñado para que trabaje en un rango de temperaturas concreta. Mantener estos grados no es una tarea fácil: cuando las piezas del motor están trabajando, el calor aumenta. Por eso, hay una pieza dedicada exclusivamente a controlar la refrigeración del coche y se la conoce como termostato.
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José Iglesias, asesor técnico del RACE, explica que el termostato es un elemento mecánico que actúa como si fuese un interruptor. Dependiendo de la temperatura del motor va a estar abierto, dejando pasar líquido refrigerante, o cerrado. Su función es dejar pasar o no al líquido refrigerante para regular la temperatura del motor entre los 85ºC y 90ºC.
¿Cómo trabaja el termostato?
Cuando el coche está frío y lo arrancas, el termostato permanece cerrado, es decir, no deja pasar líquido refrigerante al motor. A medida que pasa el tiempo, el motor se va calentando y a partir de los 80ºC el termostato comienza a abrirse y permite que haya un pequeño flujo de anticongelante. Cuando llega a los 87ºC es cuando los termostatos están configurados para que se abran por completo. Así se garantiza que el sistema de refrigeración del coche funcione en buen estado.
Si el motor produce menos calor, el termostato se volverá a cerrar para que aumente de nuevo la temperatura. Por tanto, este elemento está continuamente abriendo y cerrando su muelle para que la regulación sea continua. En el caso de los diésel suelen trabajar en torno a los 85ºC, mientras que los gasolina se acercan más a los 90ºC.
¿Dónde se ubica el termostato?
El termostato no está colocado en todos los coches de igual forma, depende del fabricante. Normalmente está ubicado en la salida del bloque motor, en la parte superior de la junta de la culata o junto al radiador. Para conocer dónde está colocado el termostato en tu coche tendrás que consultar el manual del vehículo.
¿Existe más de un termostato en el coche?
Normalmente los coches que ves por la calle tienen un solo termostato. Algunos coches deportivos también tienen un segundo termostato en el circuito del aceite y, en el caso de los coches híbridos, también tienen otro que controla el circuito de refrigeración dedicado a la batería de alto voltaje.
Tipos de termostato
Existen dos tipos:
- Termostato de muelle: es el más utilizado. Cuando aumenta la temperatura, por la dilatación de los materiales, el termostato tiene un muelle que se estira para dejar paso al líquido refrigerante.
- Termostato de cápsula: tiene el mismo funcionamiento que el de muelle. La diferencia es que, en lugar de tener un muelle, tiene una cápsula.
Síntomas de que el termostato de tu coche falla
Normalmente existen dos síntomas:
- El termostato se queda cerrado: si esto ocurre, la temperatura del motor no se regula e irá aumentando poco a poco hasta superar los 90ºC.
- El termostato se queda abierto: es menos dañino que el primero porque el motor de esta forma nunca se va a gripar. De hecho, puede ocurrir lo contrario, que no consiga llegar a la temperatura óptima de trabajo y descienda por debajo de los 60º. Esto puede derivar en:
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- El coche consume más combustible ya que cree que aún está frío y que necesita una mezcla más rica.
- Al inyectar más combustible, la emisión de gases va a aumentar.
- La calefacción no funcionará bien, ya que depende de la temperatura del motor.
¿Por qué puede fallar un termostato?
- Por el propio uso. Es el fallo más común en un termostato. Suele ocurrir por la fatiga del propio material.
- Por utilizar anticongelantes que no corresponden con el vehículo. Es un fallo más frecuente de lo que parece. No se deben mezclar anticongelantes porque a largo plazo forman unos grumos que pueden obstruir el termostato.
Averías que pueden aparecer si el termostato de tu coche no funciona bien
- Si el termostato no se abre, la avería puede ser grave ya que puede haber un sobrecalentamiento en las piezas en el motor hasta romperse: la culata se puede romper Y los pistones o la junta de culata pueden sufrir fisuras… En este caso, debes parar el coche cuanto antes. Recuerda que por ser socio del RACE tienes una garantía mecánica en ciertas piezas del coche.
- Si el termostato se queda completamente abierto, las averías son mucho menos caras que en el primer caso. A lo sumo, habría que sustituir el termostato, que tiene un precio que ronda los 40 euros, aunque a esto habría que sumarle la mano de obra, por lo que el coste total rondaría los 200 euros. Si este es tu caso, siempre puedes llevar tu coche a cualquier taller Eurekar, bajo la garantía del RACE, para que te hagan la sustitución.
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