Conductores agresivos

La agresividad al volante es un comportamiento de riesgo que no solo representa una falta de civismo; también supone un riesgo importante tanto para la seguridad propia como para la del resto de conductores en la vía. Puede incluso suceder que, aunque no te consideres agresivo, también lo hayas hecho alguna vez: ¿sabías que, a día de hoy, cerca de tres millones de conductores circulan en España con un alto nivel de agresividad?

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El informe Seguridad Vial en el entorno laboral, de la Fundación MAPFRE, se hace eco de algunos estudios según los cuales el 30 % de los ciudadanos considera que la agresividad de los conductores es una de las principales causas, directas o indirectas, de los accidentes de tráfico urbanos. La agresividad, además, multiplica por 10 el riesgo de sufrir accidentes con víctimas, y por 30 el del riesgo de involucrarse en un siniestro con heridos graves, según otro estudio de la Fundación Línea Directa e INTRAS.

¿Cómo reconocer a un conductor agresivo?

El perfil medio del conductor agresivo es, según el citado informe, el de un hombre de 32 años, con pareja y estudios medios, que circula habitualmente por vías urbanas. Estas personas, además, suelen reaccionar con mucha más agresividad que las mujeres y los conductores noveles.

Entre las conductas que pueden ayudarnos a identificar a un conductor agresivo, está el hecho de que no respetan la distancia de seguridad; se ‘pican’ frecuentemente con otros conductores; realizan cambios bruscos de velocidad, acelerando en exceso y frenando repentinamente; llegan a los semáforos a demasiada velocidad y luego salen los primeros; y se molestan cuando otra persona les adelanta. Pero hay muchos otros comportamientos que les delatan:

  • Los cambios de carril son muy frecuentes, bien porque el coche que les precede va demasiado despacio para su gusto, bien porque tienen mucha prisa por llegar a su destino. Suelen realizarlos sin recurrir al uso de los intermitentes.
  • Efectúan adelantamientos imprudentes fuera de poblado, tomando riesgos innecesarios y poniendo en peligro a los demás. Esto sucede cuando, para ello, sobrepasan una línea continua; al adelantar en vías convencionales a pesar de la presencia de coches que se aproximan en el sentido contrario, e incluso ante la presencia de ciclistas.
  • Uso indebido de las señales acústicas (claxon) y luminosas (dando ráfagas de luz) para increpar a otros conductores.
  • Uso de insultos o gestos para intimidar a otros conductores.

Estas conductas pueden, además, acarrear importantes multas de tráfico: no respetar la distancia de seguridad o acelerar para dificultar la reincorporación de otro vehículo que nos está adelantando, por ejemplo, se castiga con 200 euros. Por otro lado, la conducción temeraria se castiga con 500 euros de multa y la pérdida de seis puntos del carnet.

Además, el Código Penal considera delito el “conducir con temeridad manifiesta”, por lo que este comportamiento podría incluso conllevar la pérdida del carnet e incluso penas de cárcel.

Factores que pueden aumentar la agresividad al volante

Existen muchos aspectos que juegan un papel significativo a la hora de incrementar las conductas agresivas al conducir. Algunas de ellas son, por ejemplo:

  • El estrés diario.
  • Los atascos en la ciudad.
  • Los horarios intensivos de algunas empresas.
  • Los madrugones para llegar puntuales al trabajo.
  • Puentes, operaciones salida y vacaciones.

Por otro lado, reducir tu propia agresividad al volante es también posible siguiendo esta serie de consejos:

  • Si vas a realizar un trayecto largo, puedes empezar por planificar el viaje adecuadamente y con tiempo, previendo los posibles atascos y contratiempos.
  • Si llegas tarde a una cita, llama por teléfono y avisa, pero no intentes acortar el tiempo al volante.
  • Evita conducir inmediatamente después de una discusión fuerte.
  • Si estás irritado mientras conduces, controlar tu respiración te ayudará a calmarte: respira lento y profundamente varias veces.
  • Evita también las discusiones fuertes mientras te encuentres al volante; espera mejor a llegar a tu destino.

Cómo actuar frente a un conductor agresivo

Lo primero que debes hacer cuando te encuentras con este tipo de conductores es mantenerte lo más alejado posible. Apártate cuanto sea posible, ya que a mayor cercanía, mayor probabilidad de sufrir un accidente. Si es necesario, para tu coche y deja que se marche.

Como hemos señalado, es frecuente que estos conductores increpen a otros y les hagan gestos. Si ese es tu caso, es de vital importancia que no respondas a ninguna provocación, que no lo desafíes y que evites cualquier tipo de contacto visual. De hecho, lo mejor es ignorarlo y actuar como si no pasara nada.

Si vas acompañado por otra persona, y ves que un conductor temerario está poniendo en peligro la vida de los demás, pídele a tu acompañante que llame a la Policía y lo denuncie. Si es posible, grabadlo con el móvil, ya que servirá como prueba gráfica de su comportamiento en carretera. Y si la persona que conduce el coche en el que viajas es quien está enojada o estresada, ofrécete a conducir en su lugar, al menos hasta que se calme.

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