Los españoles perdemos al año una media de 18 horas en atascos, según recoge una publicación de la Dirección General de Tráfico. Estas retenciones son el pan nuestro de cada día, tanto en las ciudades como en las carreteras y, aunque estamos muy acostumbrados a gestionarlas, no debemos olvidar que suponen un riesgo y nos generan estrés.
Los atascos son siempre una situación de peligro, sobre todo si los relacionamos con la principal causa de accidentes en España: Las distracciones al volante. Los atascos son imprevisibles y es este factor el que hace que supongan un riesgo para los usuarios de la vía.
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Tipos de retenciones.
Cuando hablamos de atascos, en realidad tenemos que diferenciar entre las retenciones diarias y los atascos en los grandes desplazamientos. Vamos a analizar cada uno de ellos.
Las retenciones diarias de entrada y salida de las ciudades.
Se producen en puntos concretos de las ciudades y a unas determinadas horas: por la mañana suelen aparecer los atascos entre las 7:00 y las 9:00 horas, cuando la gente se desplaza al trabajo, a la universidad, lleva a sus hijos al colegio… y lo mismo por la tarde, entre las 18:00 y las 20:00 horas, cuando regresan a sus casas.
Precisamente, porque suceden todos los días, tenemos constancia de que nos vamos a encontrar estas retenciones. Al conocerlas, la DGT puede habilitar una señalización y puede mandar la información con tiempo a los conductores para alertarlos. Son retenciones que ya se conocen y que producen una demora en el tiempo. Son peligrosas, pero no tanto como las repentinas de los grandes desplazamientos.
Los atascos en los grandes desplazamientos.
Son las retenciones que nos pillan de sorpresa, las que no esperamos. En las retenciones de este tipo se produce el conocido efecto acordeón o de goma elástica. Es ese momento en que la suma de los tiempos de reacción de los conductores unido a la suma de la distancia de frenado hace que, si no mantenemos una distancia de seguridad, llegue el momento en que pueda producirse un impacto, ya que no vamos a ser capaces de detectar el problema y frenar con tiempo en un espacio de seguridad.
El peligro, en este caso, se produce cuando un conductor empieza a frenar y a éste se le van sumando las frenadas de los siguientes conductores. Esto puede provocar el accidente unos cientos de metros atrás, a medida que el frenazo es más drástico en la parte final de la retención.
Además, estas retenciones pueden engañar porque no desaparecen instantáneamente: muchas veces pensamos que el atasco se ha ido, pero unos metros más adelante nos encontramos de nuevo con la retención. Es ese momento, cuando ya nos confiamos y volvemos a conducir normalmente, el de mayor peligro, ya que no nos esperamos de nuevo otra retención. Si sufres cualquier percance, recuerda que por ser socio del RACE puedes solicitar nuestro servicio de asistencia en carretera.
Consejos para conducir con seguridad en un atasco
- Mantén una distancia de seguridad suficiente para que te dé tiempo a reaccionar y frenar.
- Estate siempre atento a las circunstancias del tráfico.
- Sigue las indicaciones y recomendaciones que dan los sistemas de navegación on board.
- Lee continuamente el sistema de señalización variable de la vía.
- No ganas nada cambiando de carril constantemente. Al revés, sólo conseguirás que los demás conductores de ese carril frenen.
- Conduce con paciencia hasta que desaparezca la retención.
- Llegado el caso, aprende a hacer una frenada de emergencia. En la escuela de conducción del RACE, te enseñamos como hacerlo.
- No asumas riesgos: no salgas del coche para estirar las piernas en mitad de la carretera, aunque los coches estén parados.
- Si el atasco te obliga a estar parado durante más de un minuto, apaga el vehículo para no seguir consumiendo combustible, salvo casos excepcionales como que haya una nevada y necesites tener encendida la calefacción.
- Evita dar acelerones y frenazos. Haz una conducción pausada y relajada. Si no, los cambios bruscos de velocidad pueden afectar al mayor consumo de los coches: si te haces socio del race, puedes disfrutar de una serie de descuentos en carburante en las gasolineras GALP y BP.
- Después de ese atasco, no intentes recuperar el tiempo perdido. Tal y como recomendamos desde el RACE, en un viaje largo debes descansar cada 2 horas o 200 km. Si en ese tiempo has pasado por una retención, para igualmente cuando te corresponda. Un atasco también fatiga, cansa y produce estrés en la conducción. Detente un mínimo de 20 minutos e hidrátate.
- Recuerda que, en ciertas circunstancias de seguridad (cuando los vehículos están parados), las motos tienen mayor capacidad de moverse entre los vehículos. Deja un espacio adecuado entre los demás y no hagas movimientos bruscos.
- Cuando los vehículos de emergencia necesiten pasar cuando hay una retención, retírate hacia un lado para dejar un corredor de emergencia.
- Evita provocar el efecto mirón: los conductores frenan la marcha para ver, por curiosidad, lo que ha ocurrido en un accidente, lo que conlleva un peligro para los demás ocupantes de la vía, que se ven obligados a su vez a reducir la velocidad.
- Acciona las luces de emergencia cuando veas que pueda haber un riesgo por una reducción drástica de la velocidad en la vía. Así alertamos a los conductores que vienen detrás de nosotros de que algo sucede.
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