Conducir un vehículo en un país diferente del nuestro no es, por lo general, diferente a hacerlo en casa: puede que cambien algunas cosas como, por ejemplo, la posición de los semáforos (en EE UU, por ejemplo, suele ser común encontrar en los cruces una luz para cada carril); pero es básicamente igual que conducir en España. Ahora bien, ¿qué sucede cuando viajamos a un país como el Reino Unido o Irlanda, donde se circula por el lado izquierdo? ¿Qué dificultades hay? Y, sobre todo, ¿puedes hacerlo con tu carnet de conducir?
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Lo primero que debes saber es que la posibilidad de conducir en uno u otro país no tiene ninguna relación respecto al lado de la carretera por el que se circula, sino más bien con la existencia o no de un acuerdo o tratado bilateral de homologación entre dos países, que permita a los ciudadanos de uno conducir en el otro con su carnet de origen.
En ese sentido, el Brexit no ha cambiado nada, y los ciudadanos de la UE siguen pudiendo circular en el Reino Unido con su licencia de conducir (salvo en el caso de los camiones y autobuses, de tipo C y D). Además de en los países de la Unión Europea y del Espacio Económico Europeo, los ciudadanos con carnet de conducir español pueden hacerlo en otros 23 países. De todas maneras, si vas a viajar, nunca es mala idea comprobarlo con la oficina de turismo o el consulado de ese país en cuestión.
Es importante señalar que no se trata de un caso tan aislado como pudiera creerse: en alrededor de 60 países de todo el mundo (más o menos un 30 % del total) se debe conducir por ese lado de la calzada. Una lista que, además de los dos ya mencionados, incluye países como Australia, Malta, India, Tailandia, Chipre o Jamaica.
Qué debes tener en cuenta al conducir por la izquierda
Si vas a viajar a un país donde se conduce por el lado izquierdo, planeas alquilar un vehículo y no lo has hecho antes, no te asustes: tan solo es necesario prestar atención, ser paciente y, sobre todo, mantener en todo momento la calma. Dejar que los nervios te invadan es siempre una buena receta para el desastre.
Por supuesto, hay una serie de aspectos que deberás tener en cuenta a la hora de conducir, que están relacionados tanto con los elementos que encontrarás en el interior del vehículo como con la conducción en carreteras convencionales y autopistas. Aquí los repasamos contigo:
En el interior del vehículo
Dejemos que lo obvio vaya primero: al conducir por el lado contrario, el volante no estará a la izquierda, como en España, sino a la derecha. La sensación al entrar en el coche será, en principio, un tanto extraña, y por eso conviene que le dediques unos minutos hasta que te familiarices con la posición de todos los elementos: la palanca de cambios, por ejemplo, estará a la izquierda, y será con esa mano con la que deberás manejarla.
Por supuesto, siempre tienes la opción de optar por alquilar un vehículo automático, lo que desde luego facilitará tu adaptación aunque tampoco lo hayas hecho antes.
En carretera, presta atención
Esta parte es la que se vuelve un poco más complicada, ya que todas las maniobras que ya tenías automatizadas (adelantamientos, giros, incorporaciones…) aquí se hacen de otra manera. Pero recuerda: concentración y paciencia, puedes hacerlo.
- Giros. Si, al llegar a un cruce, quieres torcer a la izquierda o derecha, recuerda que debes hacerlo de manera que te incorpores al carril izquierdo, y no al derecho. Girar a la izquierda es más sencillo, ya que solo has de mantenerte pegado a ese lado de la calzada; pero si vas a hacerlo a la derecha, desplázate hacia la izquierda en el nuevo sentido y dirección.
- Presta atención al tráfico que te rodea; te servirá de guía respecto a lo que debes hacer.
- Rotondas. Este es uno de los elementos que suele infundir un mayor respeto. Deberás mirar a tu derecha antes de incorporarte, y luego hacerlo hacia la izquierda, en el sentido de las agujas del reloj.
- Al circular, mantente en el carril izquierdo, ya que el derecho es el que se emplea para efectuar adelantamientos. Las salidas de las autopistas, claro, también se ubicarán a la izquierda.
- Si ves una luz ámbar, ten presente que esta se muestra no solo al cambiar de verde a rojo; también al revés (cuando va a pasar de rojo a verde).
En cualquier caso, y por si te vieras envuelto en un siniestro, nunca viene de mal ser precavido: no olvides que el RACE ofrece a sus socios asistencia en carretera 24 horas en España y en todo el mundo.
¿Cómo importar un coche con el volante a la derecha?
Si estás contemplando la posibilidad de adquirir un vehículo de segunda mano en el mercado británico (o en cualquier otro país donde se circule por la izquierda), necesitarás familiarizarte con el proceso y la documentación que necesitas aportar para importar el coche a España. Por eso, desde el RACE te contamos todo lo que debes saber.
En primer lugar, has de conocer toda la terminología que te encontrarás en el proceso:
- El VIN (Vehicle Identification Number) es el número de bastidor del vehículo.
- El MOT (Ministry of Transport) expide, por medio del DVLA (Driver and Vehicle Licensing Agency), el documento de la inspección técnica del vehículo, equivalente a nuestra ITV.
- Task Disk: el impuesto de circulación del coche. Es una pegatina redonda que se muestra en la luna delantera.
- El HPI verifica el historial del vehículo. El término ‘HPI Clear’ certifica que este se halla libre de cargas.
Documentación, impuestos y otros trámites
El primer documento (y el más importante) con el que deberás hacerte es el V5C o Log Book, que es algo parecido al permiso de circulación nuestro. Sirve para verificar toda la información del vehículo y lo necesitarás para matricularlo en España. Consta de cuatro páginas, y en la tercera hay un recuadro que deberás rellenar con tus datos al cambiar la titularidad del automóvil.
A la hora de adquirir el vehículo, deberás formalizar el contrato de compraventa y hacerte con el V5C y un Certificado de Conformidad (COC), que es la homologación para la Unión Europea. Si el propietario no lo tiene, tendrás que pedírselo directamente al fabricante (tiene un coste de unos 200 euros). Es recomendable que, una vez realizados los trámites y alcanzado un acuerdo con el vendedor, te desplaces allí para verificar en persona el estado del vehículo y realizar una prueba de conducción.
Puedes gestionar el traspaso del vehículo una vez en España o por medio de una gestoría local (en el Reino Unido, esto tiene un coste de aproximadamente 70 euros). Deberás también asegurar temporalmente el coche, mientras completas los trámites de matriculación, para poder conducirlo de vuelta a España; hay compañías que te ofrecen seguros por días. Una vez aquí, dispondrás de un plazo de un mes para conducir con matrícula inglesa, así que dispones de ese tiempo para completar todos los trámites en España.
Recuerda asegurarte de que ciertos elementos están adecuados a la circulación por la derecha: los faros, por ejemplo, deberán ser regulados de nuevo (ya que tendrán la luz derecha más baja que la izquierda), y asegúrate de que el velocímetro expresa la velocidad no solo en millas por hora, sino en kilómetros por hora. En caso contrario, tendrás que reemplazarlo. Para pasar la ITV, necesitarás disponer del V5C y del COC.
Una vez realizados los trámites anteriores, tendrás que abonar todas las tasas e impuestos: en una oficina de Hacienda, el modelo 576, y abonar el importe correspondiente según las emisiones del vehículo; el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (modelo 620) y el Impuesto de Circulación. Puedes realizar todos ellos en persona, pero quizá te convenga considerar confiárselos a una gestoría especializada, que te facilitará el proceso.
Con todos los impuestos ya liquidados, solo te quedará acudir a la DGT con tu nueva tarjeta de la ITV, el DNI, el contrato de compraventa (en español o traducido por un traductor jurado) y el resto de documentación para proceder a matricularlo, y finalmente encargar tus placas de matrícula.
Un detalle nada trivial: dependiendo del vehículo, el coste de todos los trámites e impuestos relacionados puede llegar a suponer alrededor de 2.000 euros más sobre el precio de adquisición del vehículo.
¿Puedo cambiar el volante de lado?
Si el presupuesto no es un problema, puede que quieras explorar la posibilidad de cambiar el volante al lado izquierdo. Sin embargo, ten presente que esto requiere de una reforma extensa que no siempre es recomendable. Algunos vehículos disponen de un kit de conversión; pero si no es así, será necesario pedir un proyecto a medida, que es caro y para el que además no dispondrás de repuestos.
Los cambios necesarios incluirán, por supuesto, un cambio de salpicadero, pero también cambios en la palanca de cambios, los pedales, el vano motor e incluso los paneles laterales.
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