A lo largo de más de 100 años de la historia de la automoción, la iluminación de los coches ha evolucionado a pasos agigantados. Los primeros modelos históricos utilizaban velas en sus faros para conseguir vislumbrar algo la carretera, aunque su función principal era la de conseguir ser vistos por los peatones y otros ocupantes de las vías. Desde entonces, los coches han utilizado varios tipos de luces como las incandescentes, las halógenas, las xenón o las láser. En la actualidad, lo más moderno del mercado son los faros matriciales de tipo led.
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Esta evolución de la iluminación ha sido muy necesaria a medida que los coches han alcanzado velocidades mayores y sus conductores han necesitado ver cada vez más lejos por la noche. Según un estudio del RACE, el 32 % de los conductores con problemas visuales tienen complicaciones para conducir de noche debido a la visión borrosa y el deslumbramiento. Por eso, los fabricantes dedican una parte importante de tiempo y dinero a desarrollar sistemas que hagan más segura la conducción nocturna. Y aquí es donde entran en juego los faros matriciales.
¿En qué consisten los faros matriciales?
En una carretera fuera de poblado por la noche en la que no llegas a identificar bien los carriles porque no están bien iluminados está permitido encender las luces largas, además de las de cruce. Sin embargo, el problema es que pueden deslumbrar a los demás conductores, de ahí que haya que estar poniéndolas y quitándolas cada vez que aparece un coche en tu campo de visión.
Rafael Soriano, asesor técnico del RACE, explica que con los faros matriciales este problema se ha conseguido eliminar. Estos tienen una matriz con pequeños diodos que se encienden y apagan de forma independiente y autónoma. De esta forma, cuando vas con un coche con faros matriciales y activas las luces largas no te tienes que preocupar de apagarlas cuando venga un coche de frente: una cámara instalada en tu coche capta las luces del otro vehículo y para evitar el deslumbramiento, una controladora envía una orden a los ledes para que se apaguen justo los que van a iluminar al conductor del otro vehículo.
En las primeras versiones de este tipo de faros matriciales el panel de ledes tenía muy pocos segmentos. Sin embargo, Soriano asegura que este sistema ha evolucionado hasta pasar a tener en algunos casos una matriz de 32×32 (1024 ledes por cada faro). De esta forma, al haber muchos más puntos de pequeñas dimensiones, el vehículo va a ser mucho más preciso a la hora de no deslumbrar al otro conductor.
La clave de los faros matriciales es que unos ledes pueden estar apagados para no deslumbrar a otro conductor mientras otros siguen iluminando la carretera con las luces largas.
Cada vez más coches incluyen este tipo de faros matriciales, ya no sólo los tienen los modelos más lujosos del mercado, así que este sistema de seguridad hace la vida más fácil a los conductores. Eso sí, no son precisamente baratos (1500 € – 2500 € dependiendo de la marca y modelo). Aunque existen este tipo de luces adaptativas e inteligentes, no está de más que leas estos consejos para conducir de noche y también que aprendas a identificar si tienes bien reguladas las luces de tu vehículo.
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