En España hubo 851.211 matriculaciones de turismos en el año 2020, según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC). De ellas, 191.742 unidades fueron vehículos electrificados, híbridos y de gas. Esto significa que los coches que utilizan energías alternativas tienen todavía mucho camino por delante ya que aún es un porcentaje minoritario del total de las ventas registradas.
Si tienes un coche eléctrico y te quedas sin batería, te llevamos a un punto de recarga.
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No obstante, cada vez son más los usuarios que se plantean la compra de un coche eléctrico por razones tan diferentes como que el coste por recargarlos es menor en comparación con un coche de gasolina, que no emiten gases cuando circulas con ellos, o que el aparcamiento es gratuito en el centro de las grandes urbes.
Pero también hay razones que frenan su decisión de compra como que la red de carga que existe actualmente en España es escasa (poco a poco va aumentando la infraestructura) o que el coste de estos vehículos es alto incluso cuando hay algún tipo de ayuda estatal para fomentar el parque automovilístico.
Si finalmente la decisión que tomas es la de comprar un vehículo con esta tecnología, debes tener unos conocimientos mínimos para entender cómo funciona el proceso de recarga.
Los elementos que debes tener en cuenta a la hora de cargar un coche eléctrico
Para entender bien el mundo de la recarga de los coches eléctricos hay que comprender lo que son los tipos de recarga, los modos de recarga y los tipos de conectores que existen:
Los tipos de recarga que hay para los coches eléctricos
Los coches eléctricos se pueden cargar a través de tres maneras:
- Recarga convencional: se utiliza un enchufe normal de 16 amperios (como el que tiene un ordenador) con una potencia desde los 3,6 kW hasta los 7,4 kW de potencia. Tendrás las baterías del coche cargadas en unas 8 horas (todo dependiendo también de la capacidad de la batería del coche y de la potencia de la recarga). Es una buena alternativa para cargar el coche en el garaje doméstico durante la noche.
- Recarga semi-rápida: utiliza un enchufe especial de 32 amperios (su potencia varía desde los 11 kW hasta los 22 kW). Las baterías se recargan en unas 4 horas.
- Recarga rápida: su potencia puede superar los 50 kW. Conseguirás un 80% de la carga en 30 minutos. Para este tipo de recarga se necesita adaptar la red eléctrica existente, ya que exige un nivel de potencia muy alto. Esta última opción puede restar la vida útil de la batería, por lo que es recomendable hacerlo sólo en momentos concretos donde necesitas acumular mucha energía en poco tiempo.
Con la batería al máximo de su capacidad hay coches que pueden recorrer hasta cerca de los 500 km, aunque lo normal es que ronden los 300 kilómetros de autonomía. Es importante que sepas que con los coches eléctricos el consumo es mayor cuando circulamos a velocidades altas en autopista. En ciudad, al tener frenada regenerativa, los coches se van recargando y, por eso, su autonomía en la ciudad es mayor. En caso de que tengas un problema con la batería del coche eléctrico, los Socios del RACE cuentan con la garantía mecánica que la reparará o sustituirá.
Los tipos de conectores que tienen los coches eléctricos
Existen varios tipos, con el inconveniente de que no hay una estandarización entre fabricantes y países:
- Schuko para enchufes domésticos.
- Conector norteamericano SAE J1772 o Yazaki.
- Conector mennekes: junto con el schuko es el que más vas a ver por los puntos de recarga en España.
- Los conectores combinados o CCS utilizados por americanos y alemanes.
- Conector scame, utilizado por fabricantes franceses para los híbridos enchufables.
- Conector CHAdeMO, que utilizan los fabricantes japoneses para la recarga rápida en corriente continua.
Los modos de recarga de los coches eléctricos
Los modos de carga sirven para que la infraestructura de recarga (wallbox, electrolineras…) y el coche eléctrico estén comunicados. Gracias a este intercambio de información se puede conocer la potencia a la que se va a cargar la batería del coche o cuándo hay que interrumpir la carga si hay algún problema, entre otros parámetros.
- Modo 1: utiliza el conector schuko (el enchufe de toda la vida con el que conectas la lavadora) y no hay ningún tipo de comunicación entre la infraestructura de carga y el vehículo. Simplemente, el coche empieza a cargar al conectarse a la red eléctrica.
- Modo 2: también utiliza el enchufe schuko, con la diferencia de que en este modo ya hay una pequeña comunicación entre la infraestructura y el coche que permite comprobar si el cable está bien conectado para empezar la carga.
- Modo 3: Del schuko pasamos a un conector más complejo, tipo mennekes. La comunicación entre la red y el coche aumenta y el intercambio de datos es mayor, por lo que se pueden controlar más parámetros del proceso de carga como el tiempo en el que la batería estará al cien por cien.
- Modo 4: tiene el nivel de comunicación más alto de los cuatro modos. Permite obtener, a través de un conector mennekes, cualquier tipo de información sobre cómo se está realizando la carga de la batería. Es sólo en este modo cuando se puede realizar la carga rápida, al convertirse la corriente alterna en corriente continua. Es decir, en este modo es cuando se puede producir la recarga rápida de la que hemos hablado anteriormente
Los cuatro lugares básicos donde puedes recargar un coche eléctrico
Los coches eléctricos necesitan almacenar la electricidad en sus baterías. Y para ello pueden recargarse en cuatro lugares diferentes:
- En casa: tener un punto de carga en casa siempre te facilitará las cosas. A este tipo se le conoce como recarga vinculada. Si vives en una casa particular con una plaza de garaje o en una vivienda con garaje comunitario, lo más práctico será instalar un wallbox con un conector que te permitirá recargar el coche cuando sea necesario. Para su instalación no requieres del permiso de la comunidad, sólo debes informarles (Ley de Propiedad Horizontal, artículo 17.5).
- En centros comerciales, hoteles, supermercados…: a este tipo se le conoce como recarga de oportunidad. La carga suele ser lenta y no está pensada para que se recargue por completo la batería. Además, suelen estar limitados a una serie de horas para que diferentes clientes los puedan utilizar.
- En las electrolineras: Es como si fueses con un coche de combustión a una gasolinera, sólo que en lugar de gasolina repostas electricidad. Son los lugares donde tendrás la carga más rápida (se suelen realizar a 50 kW de potencia y en corriente continua).
- En los puntos de recarga de vehículos eléctricos de acceso público: están repartidos por las calles, aparcamientos públicos y otros espacios de acceso público pertenecientes a un municipio. La carga en estos puntos puede ser tanto lenta, como semi-rápida o rápida, según cuál sea la potencia que ofrezca y el tipo de conector.
¿Cuánto cuesta cargar un coche eléctrico?
Depende del tipo de vehículo. Si nos centramos en un turismo, el consumo medio puede rondar los 20 kW/h cada 100 km. Esto puede variar el coste de recarga según la hora del día.
Tipos de tarifa | Precio recarga 20 kWh | Precio recarga 40 kWh |
Hora valle (0,11 €/kWh) | 2,7 euros | 5,4 euros |
Hora punta (0,24 €/kWh) | 6,04 euros | 12,08 euros |
Hora llana (0,15 €/kWh) | 3,7 euros | 7,4 euros |
Este precio es orientativo. Las tarifas pueden variar según cada compañía. Si quieres saber lo que te costaría recargar tu coche eléctrico, puedes averiguarlo con nuestra calculadora de costes del coche eléctrico.
En el caso de un vehículo diésel que consume de media 6 l/100 km, el precio de recorrer 100 km sería de 7 euros y medio (teniendo en cuenta el precio del gasóleo a 1,25 €/litro).
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