Entre los coches de combustible alternativo a la gasolina y el diésel, los que más se están vendido en España son los coches eléctricos, que no llegan a cubrir el 10% de la cuota de mercado. Sin embargo, no son la única opción: también están los coches de hidrógeno o de pila de combustible que son, para los entendidos en el mundo de la automoción, entre ellos, Antonio Ariza, asesor técnico del RACE, una alternativa muy interesante aunque tienen todavía algunas dificultades que solucionar.
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¿En qué consiste el funcionamiento de un coche de hidrógeno?
Para que entiendas fácilmente cómo funciona un coche de hidrógeno, Antonio Ariza lo explica de la siguiente forma: un coche de hidrógeno tiene uno o varios depósitos en los que se almacena hidrógeno (unos 50 litros de gas por depósito). Ese hidrógeno se pasa a una pila de combustible en la que, con la mezcla del oxígeno, se produce una reacción química controlada que genera electricidad. Ésta se almacena en una batería de ión-litio que, finalmente, pasa a un motor eléctrico, que es el que permite que un coche de hidrógeno se mueva.
En el proceso químico se genera vapor de agua, que sale por el escape. Así que un coche de hidrógeno no genera emisiones contaminantes mientras circula, al igual que ocurre con un coche eléctrico. De hecho, en la clasificación de las etiquetas medioambientales de la DGT, los coches de pila de combustible se clasifican con la pegatina Cero.
El problema del hidrógeno: su transporte y almacenamiento
Lo complicado del hidrógeno es almacenarlo y transportarlo porque al ser un gas se va perdiendo por el camino. Es difícil crear un circuito estanco que consiga que no haya pérdidas durante el transporte. Por eso, los depósitos de hidrógeno del coche están colocados en la parte delantera, junto a la batería y el motor eléctrico. En la actualidad, se siguen investigando formas de conseguir unos depósitos con más estanqueidad. La duración de estos depósitos es de unos 15 años.
Las diferencias entre un coche eléctrico y uno de hidrógeno
Autonomía
300-500 km.
650 km.
Tamaño de la batería
Suelen cubrir toda la zona inferior del vehículo. Su peso ronda entre 200 y 600 kg.
Las baterías son más pequeñas que las del coche eléctrico y no cubren todo el piso por lo que su peso es inferior.
Tiempo de recarga
15 min – 12 h dependiendo de la capacidad de la batería, de su estado de carga y de la velocidad de carga.
Cerca de 5 minutos.
Precio del vehículo
Desde 25.000 euros.
Desde 60.000 euros.
En España hay sólo ocho gasolineras públicas en las que se puede repostar hidrógeno
Debido a la complejidad para transportar y almacenar el hidrógeno, junto al alto precio del coste de los vehículos, muy pocas marcas fabrican coches de hidrógeno en España. Las que se aventuran a hacerlo son japonesas y las ventas de estos vehículos es anecdótica: en 2022 en España sólo se vendieron cuatro coches con este tipo de combustible.
A la complejidad para transportar y almacenar el hidrógeno, junto con el alto precio de los vehículos (a pesar de las ayudas del plan MOVES III), se suma que hay muy pocas hidrogeneras. Según GASNAM, en España hay ocho públicas y 12 privadas repartidas por ciudades como Barcelona, Madrid o Zaragoza, entre otras. Una cifra muy lejana a las 100 hidrogeneras que pretende implantar el Gobierno español para 2030. En Europa, la mayoría de las gasolineras con hidrógeno están en Alemania: de las 228, 101 están en suelo alemán. A ésta le siguen Francia con 41 y Reino Unido con 19.
Los Socios del RACE cuentan con una garantía mecánica
que les permite beneficiarse de la reparación o susitución de la batería del coche eléctrico.
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