Los neumáticos son una pieza clave del coche. Son el único elemento que está en contacto con el asfalto, por lo que es muy importante que la presión de los neumáticos sea la que recomienda el fabricante y que, además, estén bien mantenidos. De hecho, desde noviembre de 2014 todo coche nuevo en España debe tener instalado obligatoriamente un indicador de presión de neumáticos (indicador TPMS) que informe a los ocupantes del vehículo cuando la presión de cada neumático no sea la recomendada por el fabricante.
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No existe una única presión de inflado para todos los coches (incluso dentro de un mismo modelo puede variar dependiendo de si el vehículo está más o menos cargado). Cada marca ofrece una recomendación de presión de neumáticos diferente, según el modelo. No hay una norma generalizada, aunque sí se puede afirmar, tal como explica nuestro experto de mecánica en el RACE, Juan Manuel García Llorente, que si un neumático tiene una presión de entre 2 y 2,5 bares estará dentro de un rango normal de inflado.
Para conocer la adecuada presión de los neumáticos, cada coche lleva una pegatina de referencia donde indica las presiones recomendadas por el fabricante, tanto si viaja una sola persona como si el coche va completamente cargado. Ese adhesivo suele estar en la puerta del conductor, aunque también puedes encontrarla en la tapa del depósito de combustible.
Si no encuentras la pegatina, siempre puedes acudir al manual del vehículo, donde también viene indicada la presión de los neumáticos del coche.
La presión de cada neumático del eje delantero normalmente será diferente a la de los del eje trasero, sobre todo cuando el coche está más cargado. También habrá que tener en cuenta que cambia según el tamaño de la rueda que lleves, ya que los vehículos pueden incluir más de un tipo de rueda montada. Esto influirá a la hora de poner unas presiones u otras.
Para entenderlo mejor, ponemos un ejemplo: si un coche monta unos neumáticos 225/40 R18 y lo conduce solo el conductor, las ruedas delanteras y traseras llevarán una presión de 2,4 bar. Sin embargo, si va totalmente cargado, con cinco ocupantes y el maletero lleno, habrá que subir la presión de los neumáticos hasta los 2,7 bar en las ruedas del eje delantero y 3,0 bar en el eje trasero. Si el neumático que lleva ese coche es de 205/55 R16, con sólo el conductor a los mandos tendrá que llevar una presión de 2,3 bar tanto en el eje delantero como en el trasero. Si viajan cinco personas más las maletas, habrá que subir la presión de los neumáticos hasta los 2,4 bar en el eje delantero y 2,9 bar en el eje trasero.
Pasos para comprobar la presión de los neumáticos de un coche
Si no tienes en casa un manómetro, tendrás que acudir a una gasolinera que disponga de uno. Hay algunas que ofrecen el indicador de presión de neumáticos de forma gratuita, mientras que en otras tendrás que pagar un euro para poder utilizarlo. Estos son los pasos que debes seguir para comprobar la presión de un neumático:
- Para comprobar la presión de los neumáticos, debes hacerlo en frío, es decir, antes de empezar a rodar. A medida que circulas se produce un rozamiento de la rueda contra el asfalto que provoca un calentamiento y una dilatación del neumático. Ese aumento de la temperatura puede dar unos datos falseados alterados en el manómetro con un error de hasta 100 milibares. Por eso, hay que comprobar la presión de los neumáticos del coche antes de empezar un viaje y no durante el mismo.
- Antes de utilizar el manómetro, consulta la pegatina de referencia que tiene tu coche para saber los bares de presión de inflado que corresponden tanto si vas a ir cargado con varios pasajeros y maletas o sólo tú al volante. Normalmente, debes fijarte en las medidas del manómetro, que suele tener escritas las unidades en bares de presión, aunque también están como referencia los kilopascales y los psi.
- Desenrosca el tapón de inflado de la rueda y guárdalo (evita que sea dentro del pantalón porque puede manchar). Si no, es fácil que se te pierda durante el proceso. Algunos coches vienen con una herramienta que permite desenroscar el tapón sin que tengas que tocarlo.
- Introduce la manguera de inflado en la válvula. Si sale aire es que no la tienes bien colocada y estás dejando que escape el aire.
- Comprueba el nivel de presión de tu neumático: si está por debajo de la presión tendrás que darle al “+” en el manómetro y “-” si tiene un exceso de presión.
- Ve poco a poco, comprobando que la aguja del manómetro sube y se mantiene (si baja es que el aire se está escapando por algún lugar).
- Cuando la presión ya esté donde quieres, retira rápidamente la manguera para que no salga aire del neumático.
- Vuelve a colocar el tapón y repite el proceso con las otras tres ruedas.
- No olvides comprobar la rueda de emergencia, que está ideada para circular a 80 km/h como velocidad máxima y con una presión de inflado de entre 3,5 y 4,5 bar. Puedes consultar en el flanco de la rueda cuál es su presión correcta.
¿Qué ocurre si aumentas la presión del neumático más de la cuenta?
Todo depende de la cantidad de aire de más que metas en el neumático. Si aumentas unos pocos milibares más lo que provocarás es que la superficie de contacto del neumático con el asfalto sea menor. Esto implicará que el neumático se gastará más por el centro, y la adherencia disminuirá.
Hay quien lleva erróneamente sus neumáticos así porque cree que el coche consume un poco menos y la dirección es más ligera. Aunque esto es así, sin embargo, al no apoyar completamente el neumático en el asfalto, se está restando seguridad también a la hora de frenar al haber menos superficie de contacto con el suelo.
Los neumáticos tienen grabado en el flanco la máxima presión de inflado que pueden soportar, así que nunca debes pasar de esta medida. Si no, podría sufrir una deformación e incluso hasta un reventón.
¿Y si inflas los neumáticos por debajo de lo que recomienda el fabricante?
Es todavía más grave llevar la presión del neumático por debajo de lo que recomienda el fabricante. La banda de rodadura tendrá más rozamiento con el suelo y, por tanto, se irá desgastando más, sobre todo por los flancos. También notarás cómo la dirección es más pesada a la hora de controlar el vehículo. Otra razón para no llevar los neumáticos desinflados es que el coche consume más. De nuevo, lo recomendable es seguir las indicaciones del fabricante.
Si notas que el coche te hace un extraño o que consume más de la cuenta, podría ser una pista para saber que quizás debes revisar o incluso cambiar los neumáticos. Si eres Socio del RACE tienes una garantía mecánica en la que se incluye la asistencia en caso de que se te pinche una rueda. Y, si no te la podemos cambiar en el acto, siempre puedes acudir a uno de los talleres del servicio Eurekar que tienen la garantía del Club.
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