Cuando tienes un coche cuidado y sigues el mantenimiento que recomienda el fabricante, lo habitual es que no tengas ningún problema y la vida de tu coche se alargue durante mucho tiempo. Sin embargo, si no sigues con sus indicaciones es posible que se encienda el testigo MIL, que es el que corresponde con el de fallo de motor.
Los Socios del RACE se benefician de la garantía mecánica
con reparaciones en la que se incluyen muchas piezas del coche.
¡Quiero saber más!
Antonio Manzano y Juan Manuel Llorente, asesores técnicos del RACE, explican cuáles son las averías que más aparecen en un motor de coche y los síntomas que pueden dar la pista de cuál es el problema que hace que se quede encendido el testigo MIL.
El aceite y el refrigerante: las dos piezas clave que evitarán que aparezca el testigo MIL de fallo del motor
Tanto Manzano como Llorente coinciden en que el aceite y el líquido refrigerante son los elementos más importantes que hay que vigilar si quieres que tu motor tenga una vida larga. Sin ellos, las piezas mecánicas no están lubricadas ni con un control de temperatura y es entonces cuando el motor puede llegar a gripar. Según cuál sea la avería del motor, estarás obligado incluso a cambiar el propulsor entero, algo que en la mayoría de las ocasiones no va a compensar, teniendo en cuenta que el bloque motor es una de las piezas más costosas de sustituir del vehículo.
El aceite, un elemento vital para que el motor trabaje adecuadamente
Si el coche no tiene suficiente lubricante, se encenderá un testigo naranja indicativo de que el nivel de aceite ha bajado y será necesario rellenarlo. Si el problema está en la bomba de aceite, aparecerá un testigo de color rojo que indica que no hay presión suficiente para que el aceite pase por todo el circuito.
Cuando directamente no hay aceite en el motor, la avería va a ser muy grave: si las piezas no trabajan con una película de aceite sufrirán las consecuencias rápidamente y el roce de las diferentes partes lo escucharás incluso desde el interior del habitáculo. Los elementos del motor empezarán a desgastarse de forma drástica hasta que acaben rompiéndose.
Si utilizas un aceite de mala calidad las piezas que forman la mecánica no estarán bien lubricadas y poco a poco se irán dañando. Esto lo notarás, sobre todo, en una pérdida de potencia del motor y en que tendrás que sustituir antes de lo que corresponde las piezas mecánicas debido a su desgaste prematuro.
Según Manzano, no sólo es importante utilizar un aceite de calidad, sino hacer los cambios cuando el fabricante lo recomienda. Si retrasas su cambio, ese aceite pierde sus propiedades y no está protegiendo adecuadamente al motor.
El líquido refrigerante: otro elemento fundamental para mimar el motor de tu coche
Al igual que el aceite, el líquido refrigerante es muy importante para que un motor trabaje en buenas condiciones. Si no utilizas el recomendado por el fabricante, el motor no se llegará a enfriar y es entonces cuando aparecen las averías y problemas como las fugas.
Si el refrigerante es el adecuado, pero hay una rotura de algún manguito, una pérdida por alguna tubería, o el termostato o la bomba no funcionan bien, el líquido se va a ir perdiendo. Algunas partes del motor no se irán refrigerando y alcanzarán mucha temperatura. Esto conlleva a que, al final, las piezas se deformen (culata, junta de culata…) y se origine una avería severa en el motor.
Para ayudar a que el refrigerante actúe y la temperatura del motor no supere ampliamente los 100 ºC, momento en el que empezaría a hervir el líquido y producir vapor, es cuando actúa el electroventilador. Si no funcionase este electro, el motor no se refrigeraría correctamente y acabaría por estropearse alguna de sus piezas.
Para que te hagas una idea del coste de una avería derivada de un problema con el refrigerante, cambiar un manguito puede rondar entre 40 y 200 euros, dependiendo del modelo de coche, mientras que el cambio de la culata y la junta de culata puede ascender hasta los 2.000 euros.
Correa de distribución, la ‘tercera pata’ del buen estado del motor
La correa o cadena de distribución es otra pieza clave del motor, junto con el aceite y el líquido refrigerante. Es la encargada de sincronizar partes del motor tan importantes como el cigüeñal o el árbol de levas. Si la correa de distribución falla, el motor empezará a dar problemas y es más que probable que se encienda el testigo MIL del coche.
La principal razón que causa la avería en una correa de distribución es la rotura por desgaste o por el paso del tiempo. Por eso, es un elemento que se suele cambiar cada 150.000 km aproximadamente o cada 10 años, lo que antes suceda.
El testigo MIL: la señal de que hay un fallo de motor en el panel de instrumentos
Si aparece un testigo de motor en el cuadro de instrumentos, que corresponde con el testigo MIL (Malfunction Indicator Lamp o Luz Indicadora de Mal Funcionamiento), el coche te está avisando de que algo no va bien. Arturo Miguel Rojo, responsable de la asistencia técnica del RACE, asegura que este aviso es el más común que se da entre las llamadas que los Socios hacen cuando solicitan la asistencia en carretera.
Si aparece un testigo MIL de color amarillo o naranja, está relacionado con un problema de la gestión electrónica del motor en alguna parte como: el sistema de alimentación, la inyección, el sistema de gases… Para saber cuál es el problema concreto es necesario acceder al OBD del coche con una máquina de diagnosis.
Si no llevas al taller el coche con ese testigo naranja o amarillo en el salpicadero, es muy posible que se produzca una avería mecánica o electrónica. En ese caso y por recomendación del fabricante, lo mejor es que acudas cuanto antes a un taller, siempre que no aparezcan síntomas más graves. En ese caso, tendrás que parar inmediatamente el motor.
Más allá del bloque motor, otras averías que se pueden registrar en un propulsor son la suciedad en las cámaras de combustión, que provocan una falta de potencia; problemas con los inyectores, con las bujías, con la válvula EGR…
Para evitar en gran medida que aparezca el testigo MIL es necesario que cumplas con las tareas de mantenimiento de tu coche, algo que puedes llevar a cabo en cualquier taller de la red Eurekar, con la garantía del RACE.
Si tienes algún tipo de problema en tu motor,
acude a uno de los talleres de la red Eurekar, que cuentan con la garantía del RACE.
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