El deslumbramiento es uno de los contratiempos más peligrosos que pueden suceder mientras conduces, ya que implica una pérdida momentánea de visión (de tres o cuatro segundos de media) que pone en peligro tanto la propia seguridad como la del resto de usuarios de la vía. Por eso es importante saber en qué condiciones pueden producirse, cómo evitarlos y cuál es la mejor manera de reaccionar para reducir el riesgo al máximo.
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Aunque normalmente asociamos una situación de deslumbramiento con las luces largas de un coche que circula de noche en sentido opuesto al nuestro, lo cierto es que puedes ser víctima de un deslumbramiento a cualquier hora del día. El 5 % de los accidentes que suceden en España, por ejemplo, se deben a deslumbramientos acontecidos en las horas crepusculares (al amanecer o al atardecer), según datos de la Dirección General de Tráfico.
¿Cuándo puede suceder un deslumbramiento?
Los deslumbramientos, como mencionamos, pueden suceder en horas y situaciones muy diferentes. Por la noche, pueden venir motivados por los faros de otro vehículo que se aproxima en sentido opuesto al nuestro, o incluso por detrás, cuando sus luces se reflejan de forma indirecta en los retrovisores.
Es importante recordar que los reflejos indirectos pueden darse también durante el día, como consecuencia de los cristales de edificios que encontremos a nuestro paso. Para evitarlo, conviene conducir con gafas de sol polarizadas y, si es posible, con cristales azulados (pero nunca dentro de túneles o por la noche). Si te ves deslumbrado por el sol, reduce la velocidad progresivamente, pero nunca frenes de golpe, ya que eso podría pillar desprevenido a quien circule por detrás y ocasionar un accidente.
Otra de las situaciones propicias para un deslumbramiento sucede a la salida de los túneles o incluso en tramos con una arboleda muy densa, ya que la diferencia de iluminación entre el interior y el exterior puede hacer que te veas expuesto a un exceso de luz de forma repentina. En estas situaciones, reduce la velocidad durante todo el tramo y respeta al máximo las distancias de seguridad. Además, puedes protegerte recurriendo al parasol del coche, pero ten presente que, como reduce el campo de visión, su uso debe limitarse a situaciones puntuales.
Cómo reaccionar ante un deslumbramiento nocturno
Los deslumbramientos nocturnos son especialmente peligrosos, ya que el simple hecho de circular por la noche reduce la capacidad visual en un 20 %, además de cambiar la percepción y disponer de un menor campo visual. Es posible que alguna vez, al encontrarte con un vehículo que viene de frente y con las luces largas puestas, hayas reaccionado activándolas tú también, un error que, además de estar prohibido, solo consigue que los dos conductores sufran deslumbramiento y que las probabilidades de un accidente aumenten.
En caso de deslumbramiento, el código de circulación establece que debemos reducir la velocidad de forma progresiva, llegando incluso a la detención total del vehículo, a fin de evitar posibles accidentes. Para alertar del peligro al conductor que se aproxima con luces largas, puedes utilizar breves ráfagas de luces cortas y largas, siempre recordando que este recurso ha de ser momentáneo. Si no surte efecto, desvía la mirada del punto de luz y céntrala en la línea blanca del margen derecho de la calzada; si fuera necesario tapa la fuente de luz con la palma de la mano.
Además del uso indebido de las luces largas (que debes cambiar por las de cruce cuando se aproxime otro vehículo en sentido contrario al tuyo), el deslumbramiento puede estar provocado por varias circunstancias:
- Un mal reglaje de los faros, que puede hacer que estos no se enfoquen en donde debieran (el pavimento), e interfieran con la visibilidad del resto de usuarios.
- El uso inapropiado de las luces antiniebla traseras, que no solo puede deslumbrar, sino también hacer poco visibles las luces de freno. Recuerda que solo deben usarse en condiciones extremas de baja visibilidad por niebla, lluvia, nieve, humo y polvo.
- La instalación de kits de xenón ilegales o lámparas de mala calidad.
Consejos para evitar deslumbramientos
Evitar los deslumbramientos diurnos y nocturnos es más sencillo si tomamos una serie de precauciones:
- Mantén las lunas del coche limpias. La suciedad disminuye el campo de visión y aumenta el riesgo de deslumbramiento.
- Cuida de tu visión. Si has de conducir durante un tiempo prolongado, asegúrate de hacer paradas para descansar, y recuerda acudir a un especialista de forma regular para revisar el estado de tu vista.
- Haz un mantenimiento adecuado de tus faros, y enciende las luces de cruce si el sol está bajo.
- Regula los espejos retrovisores correctamente, para evitar deslumbramientos y puntos muertos.
- En condiciones de visibilidad reducida, adecúa la velocidad según sea necesario.
- Ten cuidado con los reflejos que puedan venir por detrás, a través de los retrovisores.
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