Es muy probable que, a lo largo de tu vida automovilística, recibas alguna que otra sanción por rebasar los límites de velocidad al conducir. No en vano se trata de la infracción más frecuente en la red viaria, hasta el punto de que dos de cada tres sanciones emitidas en 2022 (hasta un total de 3,7 millones) se debieron a este motivo.
Si te han puesto una multa de tráfico, te avisamos y nos encargamos de gestionarlas por ti.
¡Quiero saber más!
Por eso, y con el objetivo de mejorar la seguridad vial y reducir el número de heridos y fallecidos a consecuencia de los accidentes de tráfico, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha ido endureciendo la normativa y aumentando el número de cinemómetros existentes en las carreteras españolas. En las zonas urbanas, la DGT está también implementando nuevos radares rotatorios (un tipo de radar móvil muy ligero al que se va cambiando constantemente de posición), con el propósito de detectar un mayor número de infractores.
Todos ellos ejercen un efecto disuasorio que, además, ha llevado a la DGT a cifras recaudatorias récord: solo en 2022, las multas impuestas por los radares superaron los 507 millones de euros.
La novedad: los radares autónomos
Si en España las zonas urbanas han visto cómo se van implantando los ya mencionados radares rotatorios, en Francia la novedad llegó gracias a los radares autónomos, un tipo de cinemómetro equipado con ruedas retráctiles que puede ser rápidamente remolcado de un punto a otro, de manera que los conductores no puedan nunca anticipar dónde están colocados.
Ahora bien, ¿cómo funcionan estos radares? Además de trabajar de forma autónoma e independiente durante un periodo de tiempo que puede alcanzar los 10 días, disponen de un gancho de remolque con el que son remolcados con facilidad. Sus ruedas retráctiles y su control remoto les permiten ajustar su posición rápidamente y de forma segura para controlar el tráfico de la mejor manera posible. Las baterías, además, pueden reemplazarse en muy poco tiempo sin necesidad de mover el radar de sitio.
Estos radares, introducidos en Francia en 2016 por la empresa Vitronic, han probado su gran eficacia a lo largo de estos años, hasta el punto de que, ya en 2021, fueron capaces de alcanzar las 14.000 denuncias anuales, triplicando las multas impuestas por los radares fijos y quintuplicando las de los móviles. Por este motivo, el Gobierno francés tiene planeado instalar otros 200 a lo largo de 2024 (con una inversión de 22 millones de euros) y alcanzar los 800 hacia el final de la década.
Fuente: Vitronic
Lo cierto es que, dada su efectividad, es comprensible saber que este tipo de radares no han sido muy bien acogidos en el país vecino. De hecho, y aunque están dotados de sistemas de protección frente al robo y el vandalismo (incluso con un recubrimiento antibalas), los ataques que reciben hacen necesario reemplazar hasta un centenar de ellos cada año.
De momento, no está previsto que este tipo de radares tengan prevista su implementación en España, si bien no es descartable, dada su efectividad y el esfuerzo que la DGT lleva años poniendo para reducir los excesos de velocidad en las carreteras españolas.
La tecnología y los radares
Los avances tecnológicos han hecho posible que muchos de los radares ubicados en nuestras carreteras sean hoy mucho más precisos que hace unos años y que estén permanentemente conectados a las bases de datos de la DGT. Así, cuando captan a un coche sobrepasando los límites de velocidad, es también posible saber si cuentan con la ITV en regla o si, por ejemplo, circulan sin seguro.
Fuente: Vitronic
Los radares autónomos implantados en Francia, por su parte, están equipados tanto con conexión WiFi como con tecnología LIDAR, un sistema de detección que utiliza la luz láser para medir las distancias con precisión. Estos pequeños gigantes (pesan más de una tonelada) son, además, capaces de controlar múltiples carriles simultáneamente, disponen de un radio de control de hasta 75 metros en ambos sentidos y pueden distinguir entre distintos tipos de vehículos.
Hazte Socio del RACE y tendrás protección ante una posible retirada
del carné de conducir y de la pérdida de puntos. ¡No te quedes parado!
¡Entra y descúbrelo!