retrofit

La obsolescencia programada es una realidad en muchos campos de la ingeniería y el mundo de la automoción no se libra de ella tampoco. Los coches y motos están diseñados para que tengan una vida útil y, a partir de ciertos años, llega la hora de cambiarlos o sustituirlos por otros vehículos más modernos. A partir de aquí, se puede optar por comprar un coche nuevo o de segunda mano. Sin embargo, también puedes aprovechar una solución diferente conocida como retrofit.

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¿Qué es el retrofit?

El retrofit consiste en adaptar una moto o un coche antiguo que ya esté desfasado a los tiempos modernos con tres objetivos fundamentales:

Con el retrofit se evita tener que llevar a un desguace o a un Centro Autorizado de Tratamiento un vehículo que podría seguir circulando con diferentes actualizaciones. De esta forma, el propietario puede mantener su inversión inicial y reducir la huella de carbono de la industria automotriz al no tener que comprar un nuevo vehículo.

El cambio de motor de combustión a eléctrico, el retrofit más común

El retrofit engloba desde cambiar una bombilla halógena a un faro led o instalar una cámara trasera hasta algo mucho más complejo como cambiar un motor de combustión por uno eléctrico. De hecho, este último proceso es por el que más se reconoce la práctica del retrofit.
En este artículo ya te explicamos cómo convertir una moto de combustión en eléctrica y el proceso para hacerlo con un coche es parecido, aunque se necesita algo más de tiempo y dinero para realizar las modificaciones oportunas.

A la hora de convertir un vehículo de combustión en híbrido o eléctrico, lo más complejo es estudiar la adaptación que necesita éste para que todos los elementos del sistema eléctrico (motor, baterías, cables…) encajen en el chasis. Es muy importante que sean compatibles entre sí y se adapten a las demás piezas del vehículo (suspensión, frenos…). Por supuesto, todo este proceso implica una reforma de importancia que requerirá de una homologación que posteriormente deberá pasar por unas pruebas en una estación ITV. A la hora de realizar esta reforma se necesitará presentar para obtener la homologación:

  • El proyecto técnico.
  • El informe de conformidad del servicio técnico de reformas o del fabricante del vehículo.
  • El certificado del taller que ha realizado la modificación.

Algunos fabricantes tienen kits específicos que permiten realizar esta modificación en algunos de sus coches. No obstante, incluso si no existen en principio en cualquier tipo de vehículo se puede aplicar el retrofit (incluidos autobuses y camiones). Otra cosa es el tiempo, el coste y el papeleo que haya que realizar en cada caso.

De media, la conversión de un coche de combustión en eléctrico puede rondar los 15.000 euros, aunque dependiendo de la complejidad puede aumentar el costo final. Sin duda, es un precio a considerar teniendo en cuenta que un coche eléctrico en España suele superar ampliamente esa cantidad. Sin embargo, también hay que dilucidar si merece la pena dedicar este esfuerzo en lugar de adquirir uno nuevo ya que en la actualidad el Gobierno ofrece ciertas ayudas económicas con el Plan MOVES III, aunque pronto acabarán.

Si tu apuesta de renovación pasa por el reciclaje y la movilidad sostenible, el retrofit puede ser una alternativa a tener en cuenta. El retrofit es especialmente recomendable si tienes un coche pequeño y clásico y quieres reducir sus emisiones y contribuir a la economía circular. Sin embargo, lo cierto es que en la actualidad poca gente se plantea esta solución ya que se tiene que enfrentar a unos costes, una normativa y a una complejidad técnica que pueden resultar demasiado tediosas.

Si tienes que realizar la revisión de tu coche acude a uno de los talleres de la red Eurekar, que cuentan con la garantía del RACE.
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