Revoluciones por minuto

En el cuadro de instrumentos de un coche hay varios marcadores que muestran información al conductor relacionada con el motor y el consumo, entre otros parámetros. Generalmente, aparecen dos elementos destacados: la velocidad, expresada en km/h, y las revoluciones por minuto (rpm). En este contenido queremos explicarte qué son exactamente las revoluciones por minuto de un motor y por qué hay que tenerlas en cuenta a la hora de conducir un coche.

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Las revoluciones por minuto son los giros completos que realiza el cigüeñal de un coche cada sesenta segundos. A medida que las revoluciones por minuto aumentan, el giro de este elemento mecánico se realiza más rápido. Por supuesto, existe un límite de velocidad de giro, que está marcado en el tacómetro con una zona roja. Esta franja informa de que se está sometiendo a un sobreesfuerzo al motor que puede derivar en un calentamiento excesivo y, finalmente, en una avería de alguna de sus piezas.

¿Cómo se interpretan las revoluciones por minuto en un tacómetro?

En el tacómetro del coche aparecen unos números que hacen referencia a las revoluciones por minuto del motor. Si observas el cuadro detenidamente, podrás comprobar que también aparece la nomenclatura x1000r/min. Esto significa que para interpretar bien el tacómetro tienes que utilizar el número marcado y multiplicarlo por mil. Por ejemplo: si la aguja del tacómetro marca un 3 cuando circulas, significa que estás circulando a 3.000 revoluciones por minuto.

Lo indicado en el tacómetro quiere decir que el cigüeñal está girando a esa velocidad. Esto está relacionado directamente con la cantidad de veces que los pistones suben y bajan dentro de los cilindros para realizar un ciclo de cuatro tiempos: admisión, compresión, combustión y escape. Recuerda que los pistones están unidos directamente al cigüeñal a través de las bielas.

En los coches de gasolina generalmente el tacómetro alcanza hasta las 8.000 rpm y en los coches diésel hasta las 6.000 rpm. Esto es porque un motor de gasolina trabaja a un régimen diferente y a mayor número de vueltas que un motor diésel para conseguir el mayor par motor. Para que entiendas mejor este concepto, te invitamos a que leas este artículo sobre las diferencias entre el par motor y la potencia en un coche.

Controla el consumo de combustible con las revoluciones por minuto

Los motores siempre tienen un rango de trabajo óptimo que varía en función de varias características técnicas. Para que el consumo de gasolina sea óptimo, en un motor de gasolina debes circular entre las 2.000 y las 2.500 rpm mientras que en un diésel debes rodar entre las 1.500 y 2.000 rpm.

Más allá de estas cifras, el propulsor va a estar más exigido y sus datos de consumo van a aumentar. Cuanto más revolucionado esté el motor, más gasolina va a inyectarse en la cámara de combustión y, por tanto, más carburante va a gastar el coche. Por el contrario, si circulas por debajo de esas rpm, estarás exigiendo un esfuerzo a la mecánica, algo que puede provocar una avería a medio y largo plazo. Si esto ocurre, recuerda que por ser Socio del RACE tienes un servicio de garantía mecánica con reparaciones incluidas.

Para conseguir mantener las cifras deseadas de consumo y aprovechar el rendimiento del motor a unas revoluciones por minuto concretas está la caja de cambios. Si no existiesen las marchas cortas y largas el motor tendría que ir demasiado revolucionado para alcanzar una mayor velocidad y el consumo de carburante sería excesivo. En la mayoría de los coches actuales ya aparece una sugerencia de cambio de marcha que te indica cuándo deberías cambiar si quieres controlar el consumo y las emisiones de gases a la atmósfera.

No siempre es recomendable circular a pocas revoluciones por minuto

Aunque el consumo sea un punto muy a tener en cuenta, y más con el encarecimiento paulatino de la gasolina, no siempre es recomendable circular a bajas revoluciones:

  • Si vas a adelantar a un vehículo es mejor buscar las revoluciones por minuto que te permitan aprovechar el empuje y potencia máxima del vehículo. En el manual de tu coche puedes consultar estos dos parámetros así como el rango de rpm en los que se encuentran.
  • Sobre todo si tienes un coche diésel, si circulas siempre en ciudad a bajas revoluciones se va acumulando hollín en el tubo de escape y esto puede afectar directamente al filtro de partículas. De ahí que se recomiende circular de vez en cuando por autopista a un régimen medio para limpiarlo.
  • Si circulas en una zona de montaña con pendientes pronunciadas vas a necesitar más potencia y empuje que velocidad y no es práctico circular a muy bajas rpm.

En definitiva, si circulas con las revoluciones por minuto adecuadas no sólo conseguirás un mejor consumo, las piezas del motor también durarán más porque tendrán un desgaste menor. Eso sí, no olvides hacer el mantenimiento del motor cuando toque y cambia el aceite cuando corresponde.

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