El motor de un coche está compuesto por cientos de piezas mecánicas que funcionan con una sincronización milimétrica. Entre ellas está el árbol de levas, un elemento que se ubica en la parte superior del bloque motor y que se encarga de abrir y cerrar las válvulas de admisión y escape.
La garantía mecánica del RACE contempla la avería en el árbol de levas de tu vehículo. ¡Y muchas más!
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Raúl Gallardo, técnico del RACE, explica que el encargado de controlar que el árbol de levas funcione correctamente es el sensor del árbol de levas. Éste permite a la gestión del motor definir en qué momento el primer cilindro está en el punto muerto superior. Esta información se actualiza en milisegundos para calcular el momento de encendido y de la inyección.
¿Dónde va el sensor del árbol de levas?
Va situado en la parte superior del motor de inyección directa (tanto en los diésel como los gasolina) y en un lateral, junto a la culata. Normalmente a la izquierda aunque, según el propulsor, también puede estar ubicado a la derecha.
El sensor, que es magnético, coincide con uno de los piñones de los engranajes del árbol de levas que sobresale un poco más que los demás. De esta forma, el sensor capta cada vez que ese piñón pasa por su punto. Esta información se envía a la unidad de control del vehículo, que es la que decide cuánta mezcla de combustible y aire debe enviar al cilindro según la posición del pistón.
Síntomas y averías de un sensor del árbol de levas en mal estado
- El coche no arranca: el sensor del árbol de levas está en sincronía con el sensor del cigüeñal. Si no coinciden en su funcionamiento, el coche no arrancará para proteger las piezas mecánicas. Si hay una desincronización puede haber una avería importante en piezas como los pistones o las bielas.
- El motor da tirones.
- Se enciende el testigo de avería de motor.
- Puede surgir un ruido molesto cuando circulas a bajas revoluciones.
- El motor se puede parar mientras circulas.
- El ralentí puede ser inestable si el sensor está sucio: se puede quitar con un limpiafrenos y luego secarse con aire a presión.
- Mayor consumo de combustible.
Todo lo anterior puede deberse a un fallo del sensor por dos motivos:
- Que aparezca viruta metálica en la punta del sensor que viene del desgaste de otros componentes de la distribución.
- Del propio desgaste del sensor: cuando acumula restos en la punta del sensor, la distancia con el piñón del árbol de levas se reduce hasta tal punto que puede haber roces, una situación que provoca el desgaste del sensor.
En el caso de que aparezca alguno de los síntomas anteriores y antes de reemplazar el sensor, hay que realizar una inspección visual. Si no aparece el problema a simple vista hay que conectar una máquina de diagnosis a través del puerto OBD para descubrir qué ocurre con el sensor.
¿Es fácil sustituir el sensor del árbol de levas?
Si tienes unos conocimientos mínimos de mecánica es fácil cambiar el sensor (puede haber más de uno dependiendo del número de árbol de levas que lleve el coche). Está sujeto simplemente con un tornillo a la culata y a su vez está conectado por un cable a otro conector que está en comunicación directa con la unidad de control del coche.
Para llegar a él hay que quitar la correa de accesorios (recuerda la posición de esta correa ya que sólo tiene un punto de colocación) y luego retirar el plástico que cambia la correa de distribución.
En aproximadamente una hora puedes realizar todo el proceso. No obstante, si prefieres no hacerlo tú mismo puedes acudir a un taller como los de la red Eurekar, que tienen la garantía del RACE.
¿Cuál es el precio de cambiar un sensor del árbol de levas?
Su precio, sin incluir la mano de obra, va desde los 40 euros hasta los 150 euros, dependiendo del modelo del vehículo y el fabricante de la pieza.
Si te ha surgido una avería y quieres reparar tu vehículo te recomendamos tu taller RACE Eurekar.
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