Asma y conducción

El asma es una enfermedad respiratoria crónica que afecta, según la Organización Mundial de la Salud, a más de 235 millones de personas en todo el mundo, y que se caracteriza por una inflamación y estrechamiento de las vías aéreas. Una condición que impacta seriamente en la calidad de vida de las personas y que, a la hora de ponerse al volante, incrementa también las probabilidades de sufrir un accidente de tráfico.

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Conducir con asma presenta retos únicos, ya que un ataque de asma mientras se está al volante puede poner en peligro tanto al conductor como a otros usuarios de la vía. Este artículo explora cómo el asma afecta la conducción y ofrece consejos prácticos sobre cómo prevenir y reaccionar frente a una crisis de asma sobrevenida.

Cómo afecta el asma a la conducción

Conducir requiere concentración y control total del vehículo. Los síntomas del asma, como la falta de aliento, tos, opresión en el pecho y sibilancias, pueden distraer al conductor y disminuir su capacidad para reaccionar ante situaciones de emergencia. Además, un ataque de asma severo puede llevar a la pérdida de control del vehículo, aumentando considerablemente el riesgo de sufrir un accidente.

Por otro lado, los factores ambientales como el polen, la contaminación y el aire frío, que a menudo desencadenan ataques de asma, son difíciles de evitar durante la conducción. Además, el estrés provocado por aspectos externos como manejar en tráfico denso o bajo condiciones meteorológicas adversas también puede exacerbar los síntomas del asma.

En cualquier caso, el nivel de impacto sobre la conducción depende también del grado de asma que se sufra. Así, el asma leve no suele impedir la realización de las actividades diarias, y se controla evitando los factores desencadenantes y usando vasodilatadores a demanda. El asma moderado, por su parte, sí que interfiere con las rutinas habituales, y necesita de un tratamiento mantenido en el tiempo. Y, finalmente, el asma grave representa un obstáculo importante y puede incluso poner en peligro la vida.

Precauciones que deben tomar los conductores asmáticos

Es esencial que los conductores aquejados de esta condición tomen ciertas precauciones para minimizar el riesgo de sufrir un ataque de asma al volante. Entre los factores a vigilar, por ejemplo, están:

  1. Mantener la medicación al día: es crucial que lleves contigo tu medicación de emergencia, como un inhalador de rescate. Debes seguir rigurosamente un plan de tratamiento para mantener el asma bajo control, y conocer los posibles efectos secundarios de los medicamentos, como pueden ser el aumento de la frecuencia cardíaca y la aparición de temblores que afecten a la capacidad de conducir.
  2. Las revisiones médicas regulares permiten ajustar el tratamiento y asegurarse de que el asma esté bien controlado.
  3. Identificar y evitar los factores desencadenantes del asma es un punto esencial. Esto incluye mantener el interior del automóvil libre de alérgenos como el polvo y el pelo de mascotas.
  4. Al ventilar el vehículo, utilizar el aire acondicionado en lugar de abrir las ventanas puede ayudar a evitar alérgenos externos. Asimismo, los filtros de aire del automóvil deben ser revisados y cambiados regularmente, y evita el humo del tabaco, así como el uso de ambientadores o perfumes fuertes.
  5. Planificar tu ruta evitando áreas con alta contaminación y tráfico pesado puede reducir el riesgo de un ataque de asma. En primavera, conducir con mascarilla puede reducir los riesgos al volante.
  6. No conduzcas si notas que te sientes mal o que los síntomas del asma están empeorando. Las personas con asma grave no deben conducir.
  7. Debes guardar una copia del informe médico en el coche, para que en caso de emergencia puedas recibir una atención médica adecuada.

Cómo reconocer los síntomas de un ataque de asma

Saber reconocer los síntomas de un ataque de asma resulta fundamental para poder actuar con la rapidez necesaria. La dificultad para respirar es uno de los primeros indicios, acompañada de una sensación de falta de aire o de respiración entrecortada. Otros síntomas claves que indican la inminencia de un ataque de asma incluyen opresiones en el pecho; sibilancias (cuando se producen sonidos agudos al respirar), y tos persistente.

Qué hacer en caso de una crisis de asma al volante

Si experimentas un ataque de asma mientras conduces, sigue estos pasos para mantener la seguridad:

  • Respira profundamente y mantén la calma: la ansiedad puede empeorar los síntomas.
  • Enciende las luces de emergencia y detén el vehículo en un lugar seguro, fuera del tráfico.
  • Usa tu inhalador de rescate, pero siguiendo siempre las instrucciones de tu médico. Asegúrate de que el medicamento se administre correctamente.
  • Solicita ayuda si es necesario: si los síntomas no mejoran después de usar el inhalador de rescate, llama a los servicios de emergencia.
  • No reanudes la conducción hasta que te sientas mejor y puedas respirar con normalidad.

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