El óxido del coche o una moto es uno de los enemigos más indeseables que nunca debería aparecer. Surge cuando alguno de los metales de los que está fabricado un vehículo entra en contacto con la humedad y el oxígeno. Esto provoca que haya una corrosión, que es un proceso electroquímico en el que el metal reacciona con el oxígeno en presencia de agua, formando óxidos metálicos. Es fácil de reconocer por su color rojo o marrón rojizo.
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¿Por qué aparece el óxido en los coches?
Arturo Miguel Rojo, responsable técnico del RACE, explica que los vehículos salen de fábrica con varias capas de protección en la carrocería, incluida la pintura, lo que evita esta formación de óxido. Sin embargo, con el paso del tiempo éstas van desapareciendo por el desgaste producido por:
- La exposición constante al agua: si vives en una zona donde llueve o nieva la mayor parte de los días debes saber que se puede acelerar la formación de óxido en la carrocería del coche.
- El salitre: en la zona de costa, donde hay salitre del mar, o en las carreteras de montañas donde está presente la sal hay más posibilidades de que haya coches oxidados. De ahí que especialmente en estos lugares haya que prestar especial atención al lavado del vehículo, incluyendo sus bajos. La sal puede acelerar el proceso de oxidación del metal.
- Los arañazos o abolladuras: hacen que se dañe la pintura, que es la primera capa que está protegiendo de los agentes externos a la carrocería del coche.
- La calidad de fabricación del vehículo: el dicho ‘lo barato sale caro’ tiene mucho sentido aquí y es que algunos coches pueden utilizar materiales de menos calidad que van a hacer que aparezca antes la corrosión del metal.
Un coche oxidado se puede arreglar, pero es una labor tediosa
Según Rojo, hay que eliminar cuanto antes el óxido del coche porque no sólo no desaparece, sino que se va extendiendo por el resto de la carrocería. Si la herrumbre está en una zona no visible del coche y no es muy extensa (de 2 o 3 cm) se puede cortar directamente con unas cizallas para quitar de raíz el problema. Una de las zonas donde se puede hacer, por ejemplo, es en los labios donde se apoya el gato cuando tienes que cambiar una rueda. No obstante, si el material oxidado es mayor, lo más recomendable es sustituir la pieza por otra nueva y soldarla posteriormente.
Si el óxido aparece en una parte del coche donde influye la estética del coche, como puede ser la carrocería, ya requiere una labor de reparación en la que hay que seguir los siguientes pasos:
- Lava el coche: es importante eliminar cualquier tipo de suciedad que haya, sobre todo en la zona afectada en la que vas a trabajar. Posteriormente, seca completamente el vehículo.
- Elimina el óxido del coche: para ello, tal como recomienda Rojo, se puede utilizar un cepillo de cerdas metálicas o incluso algo más efectivo como un papel de lija. Si la zona oxidada es muy amplia es más recomendable utilizar una lijadora. Es fundamental retirar cualquier tipo de óxido o si no, volverá a salir, así que sé especialmente detallista con esta tarea.
- Aplica un antioxidante: va a ayudar a que no vuelva a surgir en la zona tratada más óxido. En el propio bote el fabricante te explica cómo debes aplicarlo.
- Utiliza masilla de poliéster para igualar las zonas: es muy posible que al quitar el óxido quede un escalón entre la carrocería que estaba bien y la trabajada. Para ello, hay que utilizar una masilla de reparación. Si es necesario, aplícala varias veces hasta que se quede igualada la zona de trabajo.
- Aplica una imprimación: antes de recubrir la carrocería con el color que corresponde, debes aplicar una capa de imprimación que facilitará la absorción de la pintura.
- Pinta el área que antes estaba oxidada: tras la imprimación, ahora sí que puedes pintar el coche (que sea pintura resistente a la corrosión). Recuerda que cada vehículo tiene un código alfanumérico de pintura, que suele estar bajo el capó, en el hueco de la rueda bajo el maletero o en el vano motor.
- Encera la carrocería: para que la pintura esté todavía más protegida de la humedad y otros elementos, recubre la zona con cera, que hace las veces de sellador.
Para evitar la formación de óxido en el coche, lo más aconsejable es que laves el coche cada cierto tiempo (te servirá para repasar cualquier imperfección de la carrocería) y apliques cera, al menos, una vez al año. También puedes reparar la pintura del coche o incluso puedes vinilar el coche para añadir un extra de protección.
Todo este proceso para eliminar el óxido del coche es una tarea tediosa, así que si no quieres hacerlo tú mismo y prefieres acudir a un profesional, puedes solicitar la ayuda de cualquier taller de la red Eurekar, bajo la garantía del RACE.
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