Doble embrague

El contravolante, el punta-tacón, el cambio de marcha sin embrague… son varias las técnicas de conducción que existen. Con ellas se pretende mejorar el control del vehículo así como su rendimiento.

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Entre todas estas técnicas en las que el conductor requiere de cierta experiencia y habilidad para llevarlas a cabo, también se puede incluir el doble embrague: una maniobra que se puede realizar en los coches de motor térmico con cambio manual y que lo utilizan sobre todo los pilotos y los camioneros.

La finalidad de esta técnica de conducción es igualar las revoluciones de giro del motor y la caja de cambios cuando se baja de marcha. De esta forma, la caja de cambios tendrá una vida más duradera y la reducción de marcha no será tan brusca por lo que el vehículo no dará tirones.

¿Cómo se hace el doble embrague?

Para aplicar el doble embrague antes debes estar circulando con una marcha engranada, por ejemplo, con la tercera. Los pasos para aplicar esta técnica son los siguientes:

  1. Primero presiona el embrague y pon punto muerto.
  2. Suelta el embrague después de poner la transmisión en punto muerto.
  3. Acelera ligeramente dando un golpe de gas para aumentar las revoluciones del motor y así igualar la velocidad de giro con la de los engranajes de la caja de cambios.
  4. Vuelve a pisar el embrague y mete una marcha menos (en este caso pasarías de tercera a segunda).
  5. Suelta el embrague y vuelve a acelerar hasta conseguir la velocidad deseada.

El doble embrague se utilizaba hace unas décadas en los coches más antiguos cuando las transmisiones no tenían sincronizadores y la reducción de marcha era tan drástica que podía dañar la caja de cambios. En la actualidad, no tiene tanto sentido aplicar esta técnica en los coches de calle ya que no se recomienda realizar una conducción deportiva, además de que las cajas actuales ya incluyen sincronizadores para que el cambio sea más suave y preciso.

Donde sí tiene sentido el doble embrague es en las carreras en las que los pilotos conducen coches deportivos de marchas. Es muy común ver en este tipo de eventos cómo aplican el doble embrague y el punta-tacón en las reducciones para que su conducción sea precisa y puedan seguir manteniendo el control del coche, además de poder conservar durante más kilómetros la transmisión.

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