Cuando conduces un vehículo, el asfalto no siempre tiene el agarre idóneo y quizás no siempre negocias una curva a la velocidad correcta. Estas dos situaciones podrían provocar que tu coche se desestabilizase y perdieses el control del mismo. Sin embargo, una vez más la tecnología y la técnica aparecen para evitar que tu coche acabe accidentado.
Los Socios del RACE se benefician de la garantía mecánica
con reparaciones en la que se incluyen muchas piezas del motor.
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Uno de los sistemas desarrollados más efectivos para conseguir gobernar el vehículo en curva o con un firme resbaladizo es el diferencial, una pieza esencial del coche que mejora la tracción y el manejo del coche. Dentro de todos los tipos que existen, el diferencial Torsen es uno de los que mejores resultados dan, sobre todo, cuando las condiciones de adherencia dejan mucho que desear. Rafael Soriano, asesor técnico del RACE, explica cuál es su funcionalidad y cómo ayuda a los conductores a no perder el control de su coche en las situaciones más críticas.
Diferencial Torsen, una pieza esencial cuando la carretera está resbaladiza
El diferencial Torsen distribuye el par motor entre las ruedas de un eje de forma mecánica a través de engranajes helicoidales y planetarios. En comparación con otros diferenciales, capta si una rueda está girando más rápido que otra (por ejemplo, si una está patinando porque no tiene agarre) y puede transferir más par al neumático que está consiguiendo más tracción sin llegar a bloquearse, como ocurre con otros diferenciales que bloquean las ruedas que están deslizando sin control.
Funcionamiento del diferencial Torsen
El diferencial Torsen tiene, por un lado, unas ruedas metálicas helicoidales que engranan entre sí con unos dientes oblicuos y, por otro, tiene unas ruedas dentadas alineadas. Cuando circulas con tu coche y se transmite la potencia del motor al eje de las ruedas, si vas en una recta el reparto de fuerzas hacia los neumáticos es 50/50, es decir, los planetarios del diferencial se quedan inmóviles ya que giran a la vez que la corona.
Sin embargo, cuando ya realizas un giro entran en escena las ruedas helicoidales que actúan sobre el eje de las ruedas ayudando a que el neumático exterior gire un poco más que el interior. Por ejemplo, si se hace una curva a derechas, el neumático derecho que va por el interior gira menos vueltas que el exterior. Gracias a estos planetarios del diferencial se compensa la diferencia de giro entre una rueda y otra.
Lo interesante del diferencial Torsen es que mientras que otros diferenciales son autoblocantes (bloquean la rueda que está patinando para que deje de hacerlo y vuelva a conseguir tracción), este diferencial no tiene una ayuda electrónica de este tipo, aunque sí que tiene una función parecida. Debido a su composición mecánica aparecen fuerzas opuestas que controlan el giro de cada rueda del eje. De esta forma, hay un reparto equitativo del par que llega hasta las ruedas sin que haya ninguna pérdida de tracción. Además, su respuesta es instantánea: en el momento en que una rueda patina, se transmite esta diferencia de rotación a través de los engranajes helicoidales hasta la otra rueda y así compensan su movimiento.
Las ventajas del diferencial Torsen
- Mejora la estabilidad y manejo del coche, sobre todo en situaciones de carreteras resbaladizas con nieve, barro, hielo… o en las curvas.
- Mejora la tracción ofreciendo más fuerza a la rueda que sigue manteniendo el agarre frente a la que está deslizando.
- Al ser un diferencial mecánico y no depender de la electrónica, se evitan los fallos de este tipo así que su funcionamiento es más fiable.
- Reduce el desgaste de la mecánica al controlar el giro de cada rueda en un momento de pérdida de control.
- Requiere poco mantenimiento en comparación con los diferenciales gestionados por una centralita.
- Su respuesta es inmediata al depender de unos engranajes helicoidales mecánicos y su comportamiento es proporcional a la cantidad de tracción que un neumático pierde en cada situación.
- Ayuda a repartir un par de frenada más equitativo.
Desventajas del diferencial Torsen
- Es un sistema muy caro de reparar debido a la cantidad de elementos dentados que tiene en su interior. Por el contrario, el precio de fábrica del diferencial en sí es más barato que un diferencial con autoblocante.
- Los coches con diferencial Torsen, además, no pueden ser remolcados. El vehículo tendría que ser elevado completamente sobre una grúa para su transporte o colocarlo sobre unos carrillos de remolque.
En definitiva, un diferencial Torsen es muy efectivo, sobre todo en condiciones de baja adherencia ya que distribuye de forma mecánica el par motor que tiene que llegar a cada rueda, lo que facilita el control del coche. Su uso se suele dar en vehículos de tracción total o de alta gama, por lo que no es común que se monte en los coches que se ven normalmente por la calle, sobre todo, por su alto coste de reparación. Si tu vehículo lo lleva y necesitas acudir a un taller para arreglarlo o sustituirlo por uno nuevo, puedes acudir a cualquiera de la red Eurekar, con la garantía del RACE. No obstante, lo normal es que se adquiera un diferencial Torsen nuevo ya que resultará más barato que repararlo.
Si tienes algún tipo de problema en tu motor,
acude a uno de los talleres de la red Eurekar, que cuentan con la garantía del RACE.
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