Inyección electrónica

Para que un motor térmico de un coche se ponga en funcionamiento es necesaria una mezcla de combustible y aire dentro de la cámara de combustión. Para que esto suceda, la inyección de carburante tiene que estar perfectamente controlada para que el consumo y las emisiones sean las justas.

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con reparaciones en la que se incluyen muchas piezas del motor.

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Hace años, la inyección de combustible al interior del motor se hacía de forma mecánica o con un carburador, dos soluciones que hacían su función aunque de forma menos controlada que la inyección electrónica, que es la que prima en la actualidad y la que está montada en la gran mayoría de los vehículos que circulan por las carreteras españolas.

¿Qué es la inyección electrónica del combustible (EFI)?

Rafael Soriano, asesor técnico del RACE, explica que la inyección electrónica de combustible o electronic fuel injection (efi) funciona con el mismo principio que la inyección mecánica: un inyector pulveriza en un cilindro cierta cantidad de combustible en función de la demanda de potencia o la temperatura exterior. Sin embargo, en la inyección electrónica hay una diferencia importante: la gestión de los inyectores la hace una centralita.

Esta unidad de control electrónica es mucho más compleja que los sensores de peso y posición que se utilizaban hace unos años, aunque la electrónica permite que la inyección sea mucho más rápida, precisa y fiable.

¿Cómo funciona la inyección electrónica del coche?

En la inyección electrónica intervienen tres elementos:

  1. Captadores o sensores. Los hay de varios tipos:
    • Los que reciben la información de las posiciones de diferentes elementos mecánicos como el acelerador o potenciómetro (si lo pisas a fondo, los inyectores están completamente abiertos), el cigüeñal o el árbol de levas (según el número de vueltas por minuto se realiza la inyección: en un motor de cuatro tiempos, por ejemplo, la inyección se ejecuta cada 90º del giro del cigüeñal).
    • Los que reciben la información de la cantidad de aire que entra al motor caudalímetro, fundamental para realizar la mezcla.
    • Los que captan la temperatura del aire: ésta influye en la cantidad de combustible que hay que pulverizar para conseguir la mezcla más eficiente. Por ejemplo, si vas a arrancar el motor en frío, normalmente los inyectores meten algo más de combustible durante un breve período de tiempo.
    • Los sensores NOx: captan los gases contaminantes que salen por el tubo de escape. Según su lectura, se puede detectar si hay un fallo en un cilindro y si se tiene que reducir la inyección de combustible o viceversa.
  2. Centralita. Es la encargada de recibir la información de los captadores e interpretar la información para emitir una orden a los actuadores.
  3. Actuadores. Una vez que la centralita recibe la información, da una orden a la bomba de presión y a los inyectores para que realicen diferentes funciones como:
    • Abrir y cerrar los inyectores.
    • El número de inyecciones que se deben realizar.
    • La cantidad de combustible que se debe inyectar dentro de cada cilindro.

La inyección electrónica se utiliza ya tanto para los coches que funcionan con gasolina o con gasóleo y permite que la inyección sea instantánea, al contrario que en la inyección mecánica, que había un pequeño retraso desde que se mandaba la orden del acelerador hasta que el motor respondía.

La inyección gestionada por una centralita facilita que el consumo y las emisiones de gases se puedan controlar con más precisión un hecho necesario teniendo en cuenta las normativas anticontaminación cada vez más exigentes que llegan de Europa. Además, al haber unas inyecciones más controladas el coche es más fácil de conducir y, por tanto, también mejora su seguridad.

Si no quieres que la inyección electrónica falle, haz el mantenimiento cuando toca

La inyección electrónica necesita, como tantos otros elementos del coche, un mantenimiento:

  • Hay que revisar de vez en cuando si los inyectores están obstruidos, sobre todo los de los vehículos diésel, que trabajan a una presión mayor que los motores de gasolina.
  • Es necesario realizar un buen mantenimiento del filtro de combustible para así evitar que tanto los inyectores, como las bombas o las canalizaciones se atoren.
  • Tener el vano motor lo más limpio posible para que los sensores y captadores funcionen adecuadamente. Los coches que suelen trabajar en el campo, por ejemplo, necesitan una revisión más concienzuda de los sensores porque reciben más daños del polvo y las piedras y, por tanto, se pueden estropear antes.

En definitiva, para que la inyección electrónica no tenga problemas hay que realizar una revisión rutinaria del vehículo cada año en el que se compruebe el cableado y los sensores que lo forman, además de cambiar el filtro de combustible o limpiar la punta de los inyectores. No obstante, suele ser común que en un sistema con common-rail (lo tienen la mayoría de los coches) el sensor de la rampa de presión pueda dar algún error así que tendrás que llevar el coche a reparar. Si es tu caso, lo puedes realizar en cualquier taller de la red Eurekar, con la garantía del RACE.

Si no quieres que la inyección electrónica de tu coche falle,
haz el mantenimiento cuando toca en los talleres RACE Eurekar.

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