Una llave dinamométrica, también llamada torquímetro, es una de las herramientas más importantes que hay en un taller mecánico de coches y motos. David López Roldán, asesor técnico del RACE, explica que la llave dinamométrica se utiliza para medir la fuerza que se aplica sobre elementos roscados del vehículo como los tornillos o las tuercas.
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La llave dinamométrica es fundamental porque hay piezas del coche que necesitan un par de apriete muy concreto, ya que en caso de un exceso de fuerza se puede llegar a partir el tornillo o deformar su cabezal. López recuerda que es importante no confundirla con la carraca, que no tiene establecido un par de apriete y, por tanto, es una herramienta menos precisa.
Partes de una llave dinamométrica
Esta herramienta tiene tres partes fundamentales:
- Mango: suele tener diferentes longitudes y sirve para hacer palanca y aplicar la fuerza de apriete con comodidad y precisión.
- Escala de torque: generalmente la vas a encontrar pintada en el mango y muestra el valor de apriete establecido en newtons por metro (Nm) con una escaleque se puede seleccionar con un tambor.
- Cabeza: aquí se colocan los vasos correspondientes según la medida que tenga la cabeza de la tuerca o el tornillo que vas a apretar. También se puede seleccionar el sentido de giro de la llave para que luego actúe el trinquete en un único sentido.
Tipos de llave dinamométrica
Existen las llaves dinamométricas manuales (se regula el par de apriete a través del mango) y digitales. Las primeras son las que más utilizan los talleres, que son más económicas en comparación con las segundas, que son algo más caras, pero mucho más precisas (una pantalla muestra el par aplicado y te alerta cuando llega al límite seleccionado). Su coste oscila desde las más económicas, que rondan los 15-20 euros, hasta las más caras que pueden superar los 250 euros.
Existen tres tipos de llaves dinamométricas:
- De click: es la llave más común, práctica, barata y sencilla. Cuando se alcanza el par de apriete elegido, la llave hace un click que se oye y se percibe al tacto.
- De dial: una aguja marca, a través de un dial, el giro que hay que dar a la llave según una indicación en grados.
- De haz: Es como la de click, sólo que no va a emitir ninguna indicación cuando llegue al torque deseado. El usuario debe parar cuando la aguja apunte justo en el par de apriete que desea alcanzar.
Según sus medidas, también se pueden clasificar en diferentes tamaños: ¼, ⅜, ½, ¾ y 1 pulgada. Estas pueden aplicar, según sus características, tres tipos de par de apriete:
- Torque bajo (de 2 a 10 Nm): se utiliza más para las bicicletas, aunque en los coches se suele utilizar para la tapa de balancín o el cárter.
- Torque medio (de 20 a 150 Nm): son las que más se utilizan en los talleres.
- Torque alto (de 150 Nm en adelante): se utiliza para maquinaria pesada.
¿Qué usos tiene una llave dinamométrica?
Una llave dinamométrica se suele utilizar en un taller para ajustar el par de apriete de los tornillos y tuercas de elementos como:
- Las ruedas.
- Junta de culata.
- Suspensión.
- Cigüeñal y bielas.
- Discos de frenos y pinzas.
- Barras estabilizadoras y amortiguadores.
- Dirección.
- Sistema de escape.
¿Cómo se debe utilizar una llave dinamométrica?
Aquí damos la explicación de cómo usar una dinamométrica manual de click, al ser la más común:
- Ajusta el par de apriete girando el mango, según la referencia que te venga en el manual técnico de cada elemento que quieras ajustar.
- Coloca la llave con el vaso de la medida adecuada sobre el tornillo o la tuerca y aplica cierta fuerza con el mango.
- Deja de apretar cuando escuches el sonido con la llave de click o cuando llegues a la medida deseada en los otros tipos de llave. López recuerda que es muy importante no volver a apretar por segunda vez ya que se puede aplicar algo más de torque del deseado.
- Afloja la llave reduciendo el ajuste del par de apriete al mínimo.
Mantenimiento de una llave dinamométrica
La llave dinamométrica es una herramienta muy práctica que necesita de ciertos cuidados para que dure lo máximo posible. Por eso, te recomendamos que sigas estos consejos:
- Aunque sirve también para aflojar tornillos, López no recomienda utilizarla para tal fin porque se puede descalibrar la herramienta.
- Límpiala. No debes dejarla con suciedad ni residuos o acabará perdiendo su eficacia y precisión.
- Antes de guardarla es muy importante que ajustes el torque o par de apriete al mínimo para que no se descalibre.
- La llave dinamométrica hay que recalibrarla al cabo de un año o tras 5.000 usos. Aunque existen diferentes formas de ajustar esta herramienta, los fabricantes recomiendan que se haga de forma profesional en un servicio técnico para así garantizar su precisión.
- Evita las caídas: pueden descalibrarla o dañarla.
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