Aceite, líquido refrigerante, agua, gasolina… son varios los líquidos que necesita tu coche para funcionar adecuadamente. Cada uno de ellos hace una función vital dentro del vehículo: lubricar, refrigerar, alimentar al motor, etc.
Los Socios del RACE se benefician de la garantía mecánica
con reparaciones en la que se incluyen muchas piezas del coche.
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El problema llega cuando el circuito en el que están integrados deja de ser estanco y empiezan las filtraciones. Esto puede generar que haya manchas debajo del coche. Según cuál sea el líquido que te encuentres en el suelo, puede significar que tu fiel compañero necesite pasar por el taller.
Juan Manuel Llorente, formador técnico del RACE, explica con detalle cada uno de ellos.
Si hay mancha de aceite en el suelo, lleva tu coche al taller cuanto antes
El aceite es una parte vital para que el motor funcione en perfectas condiciones. Sin él, las piezas se calientan con el roce y el motor acaba gripando. Por eso, es tan importante cambiar el aceite cuando corresponde.
Si es malo circular sin haber cambiado el aceite a tiempo, mucho peor es hacerlo sin aceite, o con mucha menos cantidad que la que necesita el motor. Si tu coche deja una mancha de aceite en el suelo, mala señal. La reconocerás como una mancha negra parecida a la tinta, en los coches diésel, o parecida al color de la miel si tu motor es de gasolina.
Si tu coche pierde aceite, lo más común es que sea por el fallo en alguna de estas piezas:
- Juntas.
- Retenes.
- Racores.
- Tapa de balancines.
- Cárter: si pasas por algún badén a alta velocidad, esta pieza se puede dañar (sobre todo si está hecha de baquelita) y el aceite se filtra al suelo.
- Tuerca de desagüe del cárter: tras la labor de vaciado del aceite usado, es muy importante apretar esta pieza. Si no, el aceite nuevo se puede perder por ahí. Tampoco hay que olvidar incluir la junta del tapón de vaciado.
La pérdida de aceite es la fuga más grave que puede haber en un coche. Por eso, te recomendamos que lleves tu coche al taller, como los que hay en Eurekar, que tienen la garantía del RACE.
Mancha del líquido refrigerante en el suelo: otro mal síntoma del coche
Junto con el aceite, el líquido refrigerante es otro elemento fundamental para que el coche trabaje siempre con la misma temperatura. Sin líquido refrigerante, el corazón de tu vehículo alcanzaría unos grados tan altos que provocarían un fallo grave en el motor.
Por eso, si te encuentras en el suelo una mancha del líquido refrigerante (lo distinguirás porque normalmente suelen ser de color amarillo o verde) tienes que llevar el coche al taller. Puede haber una fuga en el circuito, bien por un manguito, una junta o una empaquetadura en mal estado.
Manchas de agua debajo del coche: no siempre es señal de un problema
Otra mancha muy común que suele aparecer debajo del coche es la que se produce por el agua y no suele ser un síntoma de una avería grave. Puede haber dos razones por las que haya manchas de agua debajo del coche:
- Agua condensada del aire acondicionado: Como cualquier aire acondicionado, el de tu coche también genera un sobrante de agua que se saca al exterior a través del desagüe del aire acondicionado. En este caso esta mancha no supone un problema.
- Agua del depósito de los limpias: el agua del limpiaparabrisas suele estar alojada en la parte frontal del coche. Puede ocurrir que hayas tenido un pequeño golpe con algún objeto. Esto puede generar alguna fisura en el circuito. No es un fallo grave, pero deberías arreglarlo igualmente.
Otros líquidos que pueden formar una mancha debajo del coche
Además del aceite y el líquido refrigerante, puede haber otras manchas debajo del suelo generadas por otros tipos de líquidos:
- Valvulina del cambio: es un aceite muy espeso y tiene un olor desagradable muy característico. Esto es así precisamente para identificar que la pérdida viene del aceite del cambio. Suele aparecer cuando los retenes y las juntas están en mal estado.
- Líquido de la servodirección hidráulica: su color es parecido al granate o al verde, según sea de tipo mineral o sintético. Suele aparecer por el fallo de un manguito. Este líquido está en desuso en los coches más actuales, que utilizan una servodirección eléctrica.
- Gasolina: en los coches más antiguos era más común encontrarse manchas de combustible en el suelo. Su olor es muy característico así que es fácilmente reconocible. Es raro que se filtre a través del depósito, que está fabricado a prueba de impactos, así que lo más normal es que las filtraciones aparezcan en los tubos que transportan el combustible del depósito al motor.
- Líquido de frenos: suele aparecer por la zona de las ruedas, donde están ubicadas las pinzas. En el panel de instrumentos aparecerá un testigo si el sistema va perdiendo líquido. Es un fallo grave ya que el coche depende del sistema hidráulico para frenar adecuadamente. Lleva el coche al taller cuanto antes.
- Ácido de batería: las baterías antiguas trabajaban con ácido. Cuando se calentaban, ese ácido se evaporaba. Por eso, si una batería tira su ácido al suelo es que no está bien. Sin embargo, desde hace años los coches tienen las llamadas baterías sin mantenimiento (sin ácido), que no vierten ningún tipo de líquido al suelo.
- Agua condensada del aire acondicionado: Como cualquier aire acondicionado, el de tu coche también genera un sobrante de agua que se saca al exterior a través del desagüe del aire acondicionado. En este caso esta mancha no supone un problema.
- Agua del depósito de los limpias: el agua del limpiaparabrisas suele estar alojada en la parte frontal del coche. Puede ocurrir que hayas tenido un pequeño golpe con algún objeto. Esto puede generar alguna fisura en el circuito. No es un fallo grave, pero deberías arreglarlo igualmente.
Revisa el estado de tu vehículo en uno de los talleres de la red Eurekar,
que cuentan con la garantía del RACE.
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