Tipos de motor

La proliferación de los coches eléctricos ha supuesto un cambio de concepto en el mercado del automóvil. En muy poco tiempo, los motores propulsados por energías alternativas han pasado de ser una simple anécdota en el parque automovilístico a ir ganando cuota en las nuevas matriculaciones. De hecho, con el paso de los años de ser un segmento minoritario se ha convertido en un mercado paralelo al de los motores de combustión tradicional.

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la reparación y sustitución de la batería del coche eléctrico.

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¿Qué tipos de motores puedes encontrar en la actualidad?, ¿cuál sería tu preferencia según el uso que le vayas a dar?, ¿qué ventajas o inconvenientes tienen unos tipos de motores u otros? A modo de guía orientativa, intentaremos dar respuesta a estas cuestiones.

Tipo de motor 1: el motor de combustión con gasolina o gasóleo

El motor de combustión es el que utilizan los vehículos tradicionales, equipados con un motor alimentado por combustible fósil, generalmente gasolina o gasóleo.

Este tipo de modelos precisan de poca explicación: constan de un motor que quema una mezcla de combustible y aire para producir una explosión, que es la que genera el movimiento del coche.

  • Los vehículos de gasolina suelen disponer de un consumo un poco más elevado, mientras que los diésel o de gasóleo tienen un consumo más comedido. Las nuevas tecnologías, como la inyección directa o la sobrealimentación, han permitido acercar los rendimientos entre ambos motores más que nunca, aunque no significa que ambos tipos sean idóneos para todo tipo de usos.
  • El vehículo diésel sigue siendo más recomendable para aquellos que recorren más kilómetros o que suelen emplear más autopista o autovía. Para aquellos conductores que sepan que su uso va a ser mayoritario en ciudad no es tan aconsejable un motor de gasóleo, a pesar de lo atractivos que puedan resultar la potencia y el consumo de los actuales turbodiésel.

No obstante, este tipo de motores de coche tienen una traba para seguir adelante: a partir de 2035, la Unión Europea ha prohibido su venta, de ahí que cada vez más usuarios opten por comprar un vehículo eléctrico. No obstante, han dejado una puerta abierta para poder seguir utilizándolos con combustible sintético.

Tipo de motor 2: el motor de combustión con GLP o GNC

Los motores de combustión se pueden utilizar también con el GLP o autogas, un gas derivado del petróleo que resulta actualmente más económico al repostar y que puede ser empleado en vehículos ya preparados desde fábrica, los menos, o los equipados con un kit aftermarket, la fórmula más habitual.

Para poner en marcha este sistema, se necesita montar un segundo depósito para el gas y realizar modificaciones en la inyección, lo que permitirá que el motor pueda quemar el gas (aunque también puede seguir funcionando con gasolina).

Las ventajas son claras, a pesar de que aumenta ligeramente la cifra de consumo: repostar gas es considerablemente más barato, contamina menos mientras quema gas y el motor disfruta de una combustión también más limpia. Esta solución es ideal para aquellos que no precisen o no deseen un diésel, y tampoco quieran asumir el precio de la gasolina. El inconveniente: la escasez de estaciones de servicio con este tipo de combustible. En este mapa del RACE puedes consultar las gasolineras que están distribuidas por el territorio español.

De igual manera, también se puede optar por adquirir un coche con Gas Natural Comprimido (GNC). No obstante, su precio es similar al de un coche de gasolina y el depósito de gas reduce el espacio del maletero.

Tipo de motor 3: los coches híbridos

Constituyen la mayor novedad tecnológica del mercado, puesto que los eléctricos ya existían a principios del siglo XX. En este caso, se recurre a motores de combustión convencionales, a los que se les suma un segundo motor, de tipo eléctrico, que está alimentado por unas baterías de alto-voltaje. Generalmente, el coche puede operar con cualquiera de los dos motores, o con ambos a la vez en el caso de precisar de más potencia.

Esta tecnología se emplea tanto en utilitarios como en modelos deportivos para elevar el rendimiento del vehículo y bajar el consumo y las emisiones. Actualmente, en el mercado hay modelos híbridos que también permiten enchufar las baterías de alto-voltaje para ser recargadas, denominados Plug-in Hybrid o híbridos enchufables.

El uso es simple: durante unos kilómetros o al iniciar la marcha puedes emplear el motor eléctrico, sin gastar combustible, y para viajes largos o cuando precises de mayor potencia, entra en funcionamiento el motor de combustión, operando como un vehículo convencional con su rango de autonomía habitual.

Estos modelos son ideales tanto para aquellos que realicen trayectos cortos habitualmente, que estén dentro del rango eléctrico del vehículo, sin necesidad de emplear el motor de combustión o minimizando su uso al máximo, ​como para aquellos que quieren hacer un uso para trayectos por carretera, que en este caso emplearían el motor de combustión, sin la preocupación de la recarga. En este enlace te explicamos en profundidad cuáles son las ventajas e inconvenientes de los coches híbridos y los híbridos enchufables.

Tipo de motor 3: los coches eléctricos

Los nuevos modelos de vehículos eléctricos se están abriendo un hueco importante, sobre todo porque las últimas generaciones de baterías de alto voltaje están permitiendo una mayor autonomía del vehículo.
Actualmente hay dos tipos de eléctricos:

  1. Los eléctricos puros, con un motor eléctrico alimentado por baterías de alto voltaje.
  2. Los eléctricos de rango extendido, que son como los eléctricos puros con la salvedad de que añaden un pequeño motor de combustión, pero no para mover las ruedas, sino para generar electricidad y alimentar así las baterías, ampliando su autonomía.

Algunos ejemplos son el Chevrolet Volt y Opel Ampera, además del BMW i3, que puede contar con un motor de combustión de manera opcional a modo de generador.

Algunos eléctricos que ya se venden en el mercado ofrecen autonomías cercanas a los 400 kilómetros de uso real, por lo que pueden ser empleados a diario por la gran mayoría de consumidores. Incluso hay marcas que ofrecen más de 600 kilómetros de autonomía, aunque ya hablamos de coches con un coste alto. Por lo general, la mayoría de eléctricos actuales disponen de rangos de autonomía superiores a los 200 kms, por lo que son una buena alternativa para usuarios que destinen el coche a un uso eminentemente urbano y que o bien no realicen grandes viajes por carretera o dispongan de un segundo vehículo convencional.

Una de las grandes pegas que aún se ciernen sobre este tipo de motores de coche es la escasa infraestructura de recarga para vehículos eléctricos que existen en España, aunque poco a poco el número va aumentando.

Dentro del apartado de coches eléctricos también hay que mencionar los vehículos de pila de combustible, que utilizan el hidrógeno para producir electricidad y así nutrir de energía al motor eléctrico.

¿Con qué tipo de motor te quedas para tu coche?

A continuación, ponemos a tu disposición una tabla con datos orientativos para que puedas elegir la mejor solución para ti:

Kilómetros Uso Autonomía Mantenimiento Emisiones NOX
Gasolina Menos de 15.000 kms/año Ciudad-Carretera 500-600 kms/depósito Cada 15.000 kms 109 g/km
Diésel Más de 15.000 kms/año Carretera 800 kms/depósito Cada 20.000 kms 138 g/km
Híbrido Más de 15.000 kms/año Ciudad-Carretera 700-750 kms/depósito Cada 15.000 kms 89 g/km
Eléctrico Trayectos urbanos o desplazamientos cortos 200-250 kms/recarga Cada 20.000 kms 0 g/km

*Estos valores de la tabla son orientativos. Los valores hacen referencia a vehículos con potencias similares y del mismo segmento.

Los tipos de motores más comunes que se venden en España

En el año 2022 se matricularon en España 813.374 turismos y todoterrenos, lo que supuso una caída en las ventas del 5,4 % con respecto a 2021. De ellos, el 41,9% tenía un motor de gasolina, el 17,2% un motor diésel y el 40,9 % un tipo de motor de energía alternativa (eléctrico puro BEV, eléctrico de autonomía extendida EREV, híbrido enchufable PHEV, híbrido no enchufable HEV, de hidrógeno, GNC, GNL y GLP).

Estos datos llaman la atención sobre todo si echamos la vista atrás unos años: en 2016 se matricularon en España 1.147.007 turismos. De ellos, el 56,8% eran diésel, el 40,1 % llevaban un motor de gasolina y el 3,1% restante tenían un motor de energía alternativa. Por tanto, la tendencia está clara: los diésel están desapareciendo, los motores de gasolina mantienen su cuota y los que apuntan maneras son los coches híbridos y eléctricos.

Independientemente del tipo de motor de tu coche, te recomendamos que realices una revisión a tu vehículo. en los talleres de la red Eurekar.
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