Tanto con un coche de combustión como con un coche eléctrico vas a poder hacer viajes largos. Sin embargo, la experiencia del trayecto entre uno y otro va a ser distinta. Las carreteras españolas están preparadas desde hace décadas para ofrecer el servicio de repostaje, tanto para coches de gasolina como diésel, en unos pocos minutos. Sin embargo, no se puede decir lo mismo de los vehículos eléctricos.
Los Socios del RACE cuentan con la garantía mecánica que les cubre
en caso que tengan que reparar o sustituir la batería del coche eléctrico.
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Con un coche eléctrico vas a poder viajar por España y el extranjero, pero debes tener en cuenta diferentes cuestiones: la autonomía del coche, la infraestructura para recargar, la potencia de carga, la temperatura externa, el consumo del coche, el tipo de batería que lleve… Vamos a analizar todos estos parámetros para que entiendas lo que supone hacer un viaje largo en carretera con un coche eléctrico.
La autonomía va a marcar cómo vas a hacer el viaje con tu coche eléctrico
Los kilómetros que vas a poder recorrer con un coche eléctrico van a depender, entre otros factores, de la capacidad de la batería. Por norma general, un vehículo eléctrico va a poder almacenar una energía de entre 20 kWh y 100 kWh, todo depende de si es un utilitario, un compacto o un coche de lujo con más capacidad. Los Socios del RACE viajan tranquilos ya que cuentan con la garantía mecánica que reparará o sustituirá la batería del coche eléctrico en caso de avería.
Con esas baterías, el rango de autonomía de un coche eléctrico suele estar entre los 200 y 600 kilómetros (hay vehículos que incluso están preparados para recorrer más kilómetros), según el ciclo WLTP anunciado por los fabricantes. Hay una gran diferencia con los coches de combustión, que logran una autonomía que fácilmente puede alcanzar los 800 kilómetros e incluso superarlos.
El problema de ese rango de kilómetros en los coches eléctricos es que no siempre va a ser el mismo, va a variar en función de distintos parámetros:
- La velocidad: los coches eléctricos tienen un consumo mayor si circulas a 120 km/h que a 60 km/h. Por tanto, es lo opuesto a los coches de combustión. La autonomía teórica que antes hemos nombrado puede no ser la real si recorres muchos kilómetros con tu coche eléctrico a alta velocidad. Recuerda: en los coches eléctricos a mayor velocidad, mayor consumo.
- La conducción eficiente: si tu forma de conducir es agresiva, acelerando contundentemente y frenando continuamente, el consumo de kWh va a ser mucho mayor y la autonomía de tu coche se va a reducir exponencialmente. El control de crucero adaptativo te va a ayudar a controlar más el consumo en viajes largos.
- La temperatura: el frío influye muy negativamente en la capacidad de transmitir la energía que hay en las baterías. Cuando empieza a bajar el termómetro por debajo de los 10ºC, las baterías pueden reducir su capacidad en hasta un 20%, algo que vas a notar en la autonomía del coche. Lo mismo va a ocurrir si hay más de 30ºC. Las baterías no trabajan bien si superan esa temperatura.
- La carga: al igual que ocurre con los coches de combustión, si un coche está muy cargado con mucho peso durante un viaje, consumirá más energía y podrá recorrer menos kilómetros con una recarga de lo que estás acostumbrado a hacer sin pasajeros ni maletas.
- El consumo de energía: si viajas con las luces puestas, la radio, el aire acondicionado o la calefacción y otros consumibles, la energía almacenada en la batería irá bajando más rápidamente, lo que repercute en la autonomía del coche. Una media de consumo aceptable puede rondar los 20 kWh cada 100 km recorridos si viajas a velocidad de autopista o autovía.
- La frenada regenerativa: con este sistema tu coche puede generar y acumular energía cuando frenas o cuando sueltas el acelerador. Si lo llevas activado en un grado alto de retención vas a poder tener algo más de autonomía y también vas a cuidar algo más la vida útil de las pastillas y los discos de freno. Es muy útil, sobre todo, cuando circulas en carreteras de montaña con mucha pendiente.
Si viajas en coche eléctrico, tendrás que planificar dónde parar
Imagina que vas a ir de Cádiz a Santander (son casi mil kilómetros de recorrido) en tu coche eléctrico, que tiene una batería con una capacidad de 60 kWh, lo que te permite alcanzar una autonomía aproximada de unos 350 kilómetros. Está claro que no vas a poder hacer el viaje de una vez (además de que no es recomendable porque hay que parar cada 200 kilómetros o dos horas de viaje).
Si fueses en un coche de combustión, no te preocuparías en mirar dónde están las gasolineras, porque sabes que vas a encontrar una cada pocos kilómetros. Sin embargo, esto no va a ocurrir con los puntos de carga eléctrica. Poco a poco, en España cada vez hay más infraestructura para recargar el coche eléctrico, pero aún dista mucho del número de gasolineras que hay repartidas por el territorio español. Por esta razón, vas a tener que planificar tu viaje y analizar en qué kilómetro te interesa más parar. Fíjate en las siguientes cuestiones cuando vayas a recargar:
- El tipo de cargador que hay y el conector. Los coches eléctricos no llevan el mismo tipo de enchufe. Según el fabricante puede variar y no todos los puntos de carga tienen todos los conectores.
- La potencia del cargador. Cuando haces un viaje, vas a realizar paradas concretas para descansar, tomarte un café o comer. Esto significa que vas a estar cargando el coche unos minutos o un par de horas a lo sumo. Si hicieses una carga lenta de unos 3,7 kW en dos horas, significa que la autonomía de tu coche no subiría más de unas cuantas decenas de kilómetros. Por eso, en los viajes se suelen buscar las cargas rápidas que parten de los 50 kW de potencia hasta los 300 kW. No obstante, no todos los coches pueden cargar a tanta potencia. Además, las baterías no deben recargarse en carga ultrarrápida porque eso afecta a su vida útil.
- El precio de la carga. Recargar un coche eléctrico es, a pesar de la subida creciente de la luz, más barato que repostar un coche de combustión. Sin embargo, según el punto de carga, la potencia de la carga y el proveedor, los precios van a oscilar. Una electrolinera que permita cargar a 50 kW va a rondar los 40 céntimos por kW, mientras que una de 150 kW va a subir el precio hasta los 70 céntimos/ kW aproximadamente. Siguiendo con el ejemplo anterior, un coche de 63 kWh que esté prácticamente sin carga y que se recargue al 100% va a suponer un gasto aproximado de 44 euros.
¿Cómo puedes planificar un viaje largo en tu coche eléctrico?
A la hora de planificar la ruta, puedes utilizar diferentes herramientas:
- Este mapa del RACE te servirá para consultar cuál es el mejor itinerario, las cámaras, las incidencias de tráfico, los radares, los puntos negros…
- Puedes utilizar distintas aplicaciones y webs donde puedes consultar dónde hay puntos de carga y de qué tipo son durante tu recorrido.
- Tu propio coche te ayudará con el navegador sugiriéndote la mejor ruta y dónde deberías parar para recargar y así no apurar la autonomía.
Con todas estas ayudas, podrás evitar el range anxiety: la ansiedad que se genera en el conductor al ver que no va a llegar a su destino por la falta de autonomía.
No te fíes de la autonomía que te indica el coche, es sólo una estimación
Cuando arranques tu coche eléctrico, el ordenador de a bordo siempre va a hacer una estimación del porcentaje de electricidad que queda almacenada en la batería y lo traduce a kilómetros, indicándote qué autonomía puede recorrer. Sin embargo, no te fíes. Es sólo una aproximación. Más de uno se ha visto sorprendido creyendo que le quedaban 100 kilómetros de autonomía cuando, a los pocos minutos, se ha reducido esa distancia de forma alarmante.
Siempre deja un margen a esos kilómetros que te marca el coche para tener un ‘colchón’ en la autonomía, así no te verás en el apuro de tener que encontrar un punto de carga urgente porque no llegas a tu destino.
Si en mitad de un viaje, te has quedado con la batería del coche eléctrico descargada,
hazte Socio del RACE y te llevaremos a un punto de recarga.
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