Para que un motor de combustión de un coche funcione necesita que haya una mezcla entre la gasolina y el aire. La primera, que está almacenada en el depósito de combustible, viaja hasta el interior de la cámara de combustión gracias a una bomba que lo transporta. Si esto ocurre con el carburante, ¿qué pieza es la encargada de que el aire se meta dentro de la cámara? El colector de admisión.
La garantía mecánica del RACE cubre una gran cantidad de reparaciones, incluyendo aquellas relacionadas con el colector de admisión.
¡Quiero saber más!
Rafael Soriano Rojas, perteneciente al Área de Reparación e Innovación mecánica RACE, explica que este colector de admisión tiene como misión conducir el aire hasta el cilindro para que ahí se puedan producir los cuatro ciclos de un motor de cuatro tiempos: admisión, compresión, explosión y escape.
La forma del colector de admisión es clave y en su interior debe estar muy bien trabajado (puede estar pulido o rugoso, según las características del motor) para favorecer la inyección del aire hacia la cabeza del pistón. Según cómo esté fabricado el colector de admisión se consigue que el aire entre e incida sobre el pistón en un ángulo concreto para conseguir una mezcla mejor.
Este colector de escape va unido a la culata y puede ir en uno de los dos laterales. Si tiene un único sentido de entrada y salida de aire estará en el lado opuesto al colector de escape y si tiene un doble sentido estará por encima del colector de escape.
¿Qué diferencia hay entre un colector de admisión convencional y uno variable?
Existen dos tipos de colectores de escape: el convencional y el variable. ¿En qué consiste cada uno?
El colector de admisión convencional
La forma del colector de admisión convencional está pensada para que el motor trabaje bien y consiga un buen par motor a bajas revoluciones o a altas revoluciones cuando a los cilindros llegue el mismo flujo de aire. No obstante, conseguir que el motor funcione bien en estos dos tipos de revoluciones es complicado. Por eso, surgió el colector de admisión variable.
El colector de admisión variable
El colector de admisión variable, también conocido como sistema de inyección multipunto, se diferencia del convencional en que tiene más canalizaciones. Éstas permiten cambiar por dónde va el aire y su flujo: puede ir por un conducto más fino y largo o por otro con una boca más ancha y un canal más corto.
Cuando el flujo de aire que entra en el motor tiene mayor caudal va a permitir que el motor trabaje mejor en altas revoluciones. Si el caudal es menor, el motor trabajará mejor en bajas y medias revoluciones. Esto es posible gracias a unas mariposas instaladas en el colector de admisión variable que controlan de forma electrónica el flujo del aire que entra en la cámara.
En los coches de calle anteriores a 2016 era más común ver montado el colector de admisión convencional, con el permiso de los vehículos más deportivos y los de gama alta. Sin embargo, los coches más actuales y tecnológicos suelen incluir de serie este colector de admisión variable.
Posibles averías de un colector de admisión
Por el material del que está hecha esta pieza (hierro fundido y aluminio), es raro ver un colector de admisión roto, aunque hay algunos coches que incluyen algunos elementos plásticos muy duros reforzados con fibra de vidrio que sí pueden sufrir desgastes o roturas, sobre todo si se exige mucho al motor acelerando y alcanzando revoluciones muy altas. También puede suceder una avería si recién arrancado el coche y estando en frío se acelera contundentemente.
Otra razón para que se genere una avería es por la antigüedad del coche. Si supera los 15-20 años es más probable que los materiales hayan perdido sus propiedades y sean menos resistentes hasta el punto de poder partirse o rajarse alguna pieza del colector de admisión.
En muchos casos, el colector de admisión puede funcionar mal porque hay partículas de suciedad y hollín que han entrado en los conductos. Aquí se puede arreglar limpiando el colector. Hay empresas que, a través de ultrasonidos y con otro tipo de productos químicos, dejan perfectamente limpio y como nuevo el colector de admisión.
Síntomas de que el colector de admisión está roto
- Ruido intermitente: si el colector está obstruido porque el filtro de aire deja pasar ciertas partículas no habrá suficiente aire para mezclarse con la gasolina. Por eso, se escuchará un sonido de admisión de aire intermitente.
- El motor se para: si levantas el pie del acelerador y el propulsor se detiene puede ser una señal de que el colector de admisión está averiado porque está muy sucio y el aire que llega a la cámara de combustión no es el suficiente para que se produzca una explosión.
- Aumento del consumo de carburante: si la mezcla estequiométrica no es la adecuada, se inyectará más combustible porque el aire de la admisión no es el suficiente. Eso va a provocar que te gastes más dinero en gasolina a final de mes. Una señal de que el colector de admisión puede estar atorado por suciedad o carbonilla, sobre todo en los motores diésel.
- Pérdida de potencia del motor: si el aire no llega bien a la cámara, es posible que el motor reduzca sus prestaciones de aceleración y velocidad. En este caso, no es una rotura, pero no es una buena noticia para tu coche.
Si el colector de admisión está roto, lo normal es sustituirlo por uno nuevo, algo que puedes hacer en cualquiera de los talleres de la red Eurekar con la garantía del RACE.
El precio de un colector de admisión nuevo puede oscilar entre los 120 euros y los 500 euros, dependiendo de la marca que se instale y del tipo de motor (no es lo mismo un colector de admisión de un motor de cuatro cilindros que un V6, que tiene dos cilindros más y, por tanto, más material). A esto hay que sumar la mano de obra, que varía en cada coche porque el colector de admisión puede estar más o menos accesible para trabajar con él.
Ante una avería del colector de admisión, recurre para su reparación
a uno de nuestros talleres RACE Eurekar, con la garantía del RACE.
¡Más información!