¿Quién no se ha encontrado alguna vez con que ha vuelto a su coche después de hacer unos recados y se encuentra con un retrovisor roto? Esto puede ocurrir, sobre todo, si aparcas el vehículo en la calle, aunque también puede suceder mientras estás circulando; por ejemplo, si un motorista o un ciclista pasan muy próximos a tu coche mientras esperas a que el semáforo se ponga en rojo o cuando estás en una retención.
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Para evitar en la medida de lo posible encontrarse con un retrovisor roto, las marcas suelen configurar sus coches para que plieguen los retrovisores una vez que están aparcados. Si tu vehículo no tiene esta opción, es recomendable que lo hagas de forma manual, sobre todo del lado del espejo que queda más próximo a la calle. No obstante, a pesar de estas medidas, puede suceder que el retrovisor esté roto. En esa situación, ¿es mejor arreglar el retrovisor roto o directamente cambiarlo por uno nuevo?
¿Arreglarlo o cambiarlo por uno nuevo? Todo depende de cómo esté roto el retrovisor del coche
Rafael Soriano, asesor técnico del RACE, considera que para juzgar si un retrovisor roto hay que arreglarlo o cambiarlo, antes hay que evaluar los tipos de daños que tiene:
- Si el retrovisor está completamente arrancado, lo mejor va a ser cambiarlo por uno nuevo. No compensa el arreglo en esta situación porque va a ser más caro y más costoso, teniendo en cuenta que también hay que contemplar las horas de mano de obra. Además, el precio va a variar según la complejidad del retrovisor:
- Retrovisor fijo: se mueve el espejo con la mano directamente. Es el más barato de todos y, por norma general, lo más recomendable es sustituirlo por uno nuevo de desguace por un precio de unos 20-30 euros (dependiendo del modelo puede ser más caro).
- Retrovisor eléctrico y calefactable: se puede mover el espejo desde el interior del coche con una palanca, y además tiene un sistema que evita que se empañe. Generalmente, también suele incluir un aviso lumínico de ángulo muerto o incluso la luz del intermitente. Este tipo de retrovisor es más complejo que el anterior así que su precio puede ascender hasta los 150 euros o incluso más.
- Retrovisores de cámara: son los más modernos y también los más costosos. Pueden rondar los 700 euros.
- Retrovisor interior: suele romperse menos que los exteriores, pero también pueden sufrir daños. Los modelos más caros pueden rondar los 800 euros (incluyen las cámaras de seguridad de los sistemas ADAS), mientras que los espejos más básicos se pueden adquirir desde unos 20 euros.
- Si el retrovisor está roto por una avería del sistema eléctrico o calefactable, puede interesar más arreglar la pieza porque es posible que simplemente se le haya ido la masa o se haya desoldado un pin. Aquí es más barata la reparación que la sustitución por un espejo nuevo.
- Si sólo es el espejo del retrovisor el que se ha roto, también merece más la pena sustituir esa pieza en concreto por otra. Para hacerlo, dentro de la puerta y a la altura del retrovisor exterior hay una tapa que hay que retirar para acceder a unos tornillos. Estos se quitan para sustituir el espejo, que normalmente va anclado a una pieza con unas pestañas. Hay que tener cuidado a la hora de hacer palanca porque las pestañas suelen ser delicadas y se pueden romper si se tira de forma brusca. Si además es calefactable, también hay que retirar los pines correspondientes.
¿Los gastos de arreglar el retrovisor roto me los cubre el seguro?
- Si otro vehículo te ha roto el retrovisor, su compañía se debe hacer cargo de los daños, incluso si tiene el seguro más básico de responsabilidad civil.
- Si el daño te lo has hecho tú mismo chocándote contra una columna o un árbol, sólo tendrás el daño cubierto si tienes un seguro a todo riesgo ya que el seguro a terceros, por norma general, no cubre daños propios a no ser que venga específicamente detallado en la póliza. Por tanto, te tocará pagar directamente de tu bolsillo el arreglo.
- Si el causante del daño no es un vehículo, sino un vándalo, éste debe cubrir y pagar los daños. Si el autor de los hechos se ha dado a la fuga o no se conoce, va a depender del tipo de póliza que tengas contratada (si incluye daños propios la compañía te cubrirá el desperfecto). En este caso, el Consorcio de Compensación de Seguros no se hace cargo, como sí hace con otros escenarios.
Si no puedes continuar con tu viaje porque tienes que arreglar el espejo roto (según el Reglamento General de Vehículos, en un turismo es obligatorio circular al menos con el retrovisor izquierdo y el central instalados), recuerda que por ser Socio del RACE tienes a tu disposición un coche de sustitución hasta que cualquier de los talleres de la red Eurekar con la garantía del RACE te entreguen tu vehículo listo.
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