sacar coche arena

Ah, el verano. Esa gloriosa época del año en la que las playas se llenan de familias felices, el olor a sal y a protector solar impregna el aire… y tu coche puede quedar atrapado en la arena. No eres el primero ni serás el último conductor que, buscando el mejor sitio para aparcar cerca de la orilla, abandona la seguridad de la carretera y se aventura por un terreno de tierra o arena. Y todo va de maravilla… hasta que decides regresar y, para tu horror, tus ruedas giran en vano, hundiéndote cada vez más.

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Recuerda que, incluso si eres dueño de un SUV, si el coche no tiene tracción a las cuatro ruedas, su capacidad para circular fuera del asfalto será muy reducida y las posibilidades de quedar atrapado en la arena, muy altas. Y aunque sacar un coche con las ruedas enterradas en la arena no es una tarea sencilla, puede conseguirse con un poco de maña y paciencia.

Cómo sacar el coche de la arena


Antes de avisar a tu servicio de asistencia en carretera, intenta seguir esta serie de consejos para poder sacar tu coche de la arena. Necesitarás, eso sí, algo de tiempo, habilidad y, si es posible, la ayuda de otras personas. Y, en todo caso, recuerda que si eres Socio del RACE dispones de asistencia en carretera 24 horas en todo el mundo.

  • Desinfla un poco los neumáticos, ya que al reducir la presión aumentarás la superficie de contacto con la arena, lo que mejora la tracción. Unos 15-20 PSI suelen ser ideales, pero asegúrate de tener un compresor para volver a inflarlos después.
  • No aceleres en exceso. Acelerar fuerte solo hará que las ruedas se hundan más. En lugar de eso, acelera suavemente para intentar ganar tracción.
  • Si las ruedas están patinando, utiliza cualquier cosa que tengas a mano para aumentar la tracción: esteras de coche, alfombrillas, ramas, o incluso toallas pueden colocarse delante o detrás de las ruedas (depende de hacia dónde quieras salir).
  • Con la ayuda de una pala (si tienes) o con tus manos, retira toda la arena que puedas de alrededor de las ruedas, creando una pequeña rampa más firme para ayudar a tu coche a salir.
  • Si tienes un gato mecánico, utilízalo para levantar el coche y colocar algo sólido debajo de las ruedas, como madera o piedras, para darles una mejor base de apoyo. En este caso, asegúrate de avisar a la gente que se encuentre cerca, ya que al acelerar, una de las piedras podría salir despedida y golpear a alguien.
  • Si no estás solo, pide a tus acompañantes que empujen mientras intentas avanzar lentamente. A veces, un pequeño impulso es todo lo que necesitas.

Si el coche ya está muy enterrado en la arena, no habrá otra opción que llamar a una grúa o pedirle a otro vehículo que nos saque. En ese caso, sin embargo, habrá que ejercer un especial cuidado, alejándose tanto del coche como de la cuerda de remolque: si esta se rompiera, quien se encuentre cerca podría sufrir un latigazo de la cuerda.

Multas por conducir en la arena


Circular con un coche por la playa está prohibido en España, por lo que puede acarrear multas y sanciones severas. Así lo afirma el artículo 33, apartado 5 de la Ley de Costas (22/1988), en el que se prohíbe “el estacionamiento y la circulación no autorizada de vehículos” en las playas.

Las multas por infringir esta ley oscilan entre los 50 y los 150 euros para infracciones menores, pero pueden ser mucho más altas dependiendo de las circunstancias y los daños causados, tanto al ecosistema como a los animales que allí habiten (como, por ejemplo, las aves). En el supuesto de que la playa esté ubicada dentro de un parque natural, las sanciones pueden ser mayores y no limitarse al ámbito económico: en algunos casos, pueden incluir la responsabilidad de reparar los daños ambientales causados.

Además, algunas comunidades autónomas tienen regulaciones específicas y sanciones más severas. Por ejemplo, en Galicia, la Ley 5/2019 del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad prohíbe “transitar, circular con vehículos, acampar y encender fuego en los lugares expresamente prohibidos en los instrumentos de planificación de los espacios naturales protegidos, cuando se causen daños a los valores protegidos”. Al considerarse una infracción grave, la sanción puede ir desde 3.001 a 200.000 euros, según sea el daño causado.

En Cantabria, por su parte, el uso de vehículos en playas protegidas como parte de la Red Natura 2000 puede también resultar en sanciones elevadas. Por todo ello resulta fundamental respetar estas normativas y disfrutar de las playas de manera responsable, dejando el coche en áreas habilitadas y utilizando solo los accesos permitidos para evitar multas y contribuir a la conservación del medio ambiente.

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