Cada vez más conductores en España sopesan la opción de comprar un coche con caja de cambios automática en lugar de manual. Desde luego, tiene sus ventajas: el cambio automático es más cómodo, más suave, más eficiente e incluso permite realizar una conducción más segura ya que no tienes que estar pendiente de cambiar de marcha. Sin embargo, también tiene desventajas, entre ellas, el coste de las averías y una de las más importantes es que no entren las marchas del cambio automático.
Los Socios del RACE se benefician de la garantía mecánica
con reparaciones en la que se incluyen algunos elementos de la caja de cambios.
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¿Por qué no entran las marchas del cambio automático?
Mariano Suárez Martín, asesor técnico del RACE, explica las razones más comunes que pueden provocar que no entren las marchas en un coche con caja de cambios automática:
- Falta de lubricación en el interior de la caja de cambios: puede ocurrir tanto porque no tenga aceite suficiente o porque directamente se haya quedado sin él, aunque esta segunda opción no es tan frecuente que ocurra.
- Desgaste del disco del embrague: aunque un coche automático no tenga el pedal izquierdo del embrague, en su mecánica sigue existiendo un disco de embrague que permite la transmisión de la fuerza del motor a las ruedas.
- Que haya problemas con la unidad electrohidráulica: se encarga de gestionar el cambio.
- Falta de energía en la batería: si el acumulador eléctrico tiene un voltaje bajo en el coche no va a funcionar el cambio automático.
- Fallo en la sincronización de la unidad del cambio: esto puede ocurrir, por ejemplo, si se sustituye una caja de cambios por otra. En ese caso, la nueva caja de cambios automática hay que volver a sincronizarla para que funcione adecuadamente.
- Falta de estanqueidad en el circuito hidráulico: por cualquier pequeña fuga puede haber un problema de presión en el circuito y el cambio empezará a funcionar de una forma inadecuada.
- Avería en el convertidor de par: si esto ocurre, un fallo muy común es que no pase de segunda velocidad.
- Algún componente ha sufrido una rotura dentro de la caja de cambios.
Si surge alguna de estas averías, en el cuadro de instrumentos se encenderá un testigo, normalmente de color rojo o amarillo, lo que significa que hay un problema importante en la mecánica y que no debes seguir circulando. En ese caso, debes llamar a la asistencia en carretera para que lleven el coche a un taller y con una máquina de diagnosis averigüen cuál es el problema. Si es tu caso, puedes acudir a un taller de la red Eurekar con la garantía del RACE.
Haz el mantenimiento de la caja de cambios cuando toque: evitarás el problema de que las marchas no entran
Todos los fallos que hemos citado anteriormente no deberían ocurrir siempre que realices el mantenimiento de la caja de cambios cuando lo indique el fabricante. Hay quien cree que las cajas de cambio automáticas no necesitan cambiar el aceite, pero no es así. Llevan un aceite hidráulico denominado ATF o una valvulina que hay que sustituir cada 100.000 kilómetros. Además, cuando se haga esta operación también hay que cambiar el filtro del aceite.
Si sobrepasas ese número de kilómetros, el aceite perderá sus propiedades lubricantes y las piezas del cambio sufrirán un desgaste prematuro, que a su vez provocará una avería más importante en el cambio automático.
Al no hacer el mantenimiento de la caja de cambios automática se acabará estropeando y tendrás que sustituirla por otra o repararla. Si compras una nueva, el coste puede ser de unos 6.000 euros más la mano de obra, que variará según la accesibilidad de la caja de cambios. En total, esta operación puede sobrepasar los 7.000 – 8.000 euros. Si se repara la caja de cambios automática, el precio será algo más barato: entre 2.000 y 3.000 euros.
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