Limpiar radiador

Cuando pones en marcha el motor de tu coche, si es de combustión (gasolina o diésel) produce calor constantemente y la temperatura va subiendo poco a poco. Un motor tiene el rango óptimo de trabajo entre los 90 ºC y 100 ºC, dependiendo del modelo. Más allá de estos grados, el exceso de calor va a afectar a su rendimiento hasta el punto de que pueden surgir averías muy importantes como la deformación de la junta de la culata.

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Para evitar este problema, está el radiador de un coche. Es una pieza clave que tiene como función principal disipar el exceso de calor generado por el motor. Esto es posible gracias a que por él circula el líquido refrigerante. En el interior del radiador se produce un intercambio de calor en el que el propio refrigerante pasa de estar caliente a frío. De esta forma, el propulsor siempre está trabajando a la misma temperatura. Ahora bien, este elemento puede fallar y una de las razones más comunes se debe a la obstrucción parcial o total por la acumulación de suciedad y óxido en las pequeñas rendijas o celdas por las que circula el anticongelante que tiene el radiador. Ante tal situación, es importante saber cómo limpiar un radiador de coche.

Así es el proceso, paso por paso, para limpiar el radiador de un coche

Tener el radiador del coche limpio es una acción vital para evitar la acumulación de sedimentos, para mantener la temperatura adecuada del motor y para prolongar la vida del radiador. Álvaro García, asesor técnico del RACE, explica que para comprobar si un radiador tiene una obstrucción se mide su temperatura con un termómetro láser en la entrada y la salida de dicho aparato. Según la diferencia de temperatura que haya, se puede diagnosticar si el radiador está obstruido o no. Para limpiar esta pieza, normalmente se actúa sobre todo el sistema de refrigeración a través de los siguientes pasos:

  • Primero hay que introducir un agente detergente en el depósito del refrigerante (también llamado vaso de expansión) que va a permitir limpiar todas las canalizaciones del sistema de refrigeración y va a retirar el óxido e impurezas adheridas en las tuberías.
  • Hay que dejar el motor encendido unos minutos o incluso horas (según lo que indiquen las instrucciones del detergente) para que el producto pase por todas las partes del sistema de refrigeración.
  • Apagar el motor y vaciar el líquido refrigerante por un lateral del radiador.
  • Repetir el proceso varias veces rellenándolo con el detergente y el líquido refrigerante hasta que no salga un color anaranjado, que significa que todavía hay óxido en las tuberías.
  • Volver a rellenar con el líquido refrigerante recomendado por el fabricante.
  • Volver a encender el motor y comprobar que no se calienta y que refrigera adecuadamente tras unos minutos.

Para realizar la anterior operación de limpieza no es necesario desmontar el radiador. Esto sólo hay que hacerlo si el radiador está completamente obstruido. En este caso, debido al alto coste de reparación es más recomendable su sustitución por otra pieza nueva.

También hay talleres que, con el motor apagado, aplican agua a baja presión para limpiar el radiador directamente. Sin embargo, no es recomendable utilizar este líquido ya que es oxidante, de ahí que sea necesario utilizar agua destilada. Lo más recomendable para realizar esta operación es acudir a un taller de confianza como los que forman parte de la red Eurekar, bajo la garantía del RACE.

Si el radiador de tu coche se ha estropeado, acude a uno de los talleres de la red Eurekar que cuentan con la garantía del RACE.
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